Karina Domínguez es una mujer viuda, madre cariñosa y pendiente de las necesidades de sus dos hijos, que se acercó a la organización Renace y Vive Mujer atravesando primero por un proceso de duelo para luego integrarse como consejera y promotora empresarial.
Se cree que de alguna manera se relacionó con personas no adecuadas que probablemente son quienes le hicieron desaparecer el jueves 16 de noviembre y le provocaron algún daño.
Rocío Sáenz dirige la asociación civil Renace y Vive Mujer, dedicada desde hace unos 10 años a tratar temas de prevención de la violencia hacia las mujeres a través de talleres de capacitación y ayuda profesional psicológica, así como programas de desarrollo para mujeres que han pasado por esos procesos de violencia, abuso laboral o pérdidas personales.
Karina Domínguez, relató Sáenz, tenía poco tiempo de haberse integrado a la agrupación y lo hizo primero como beneficiaria atravesando un proceso de duelo luego de haber enviudado y siendo madre de un joven de 18 y una menor de 12 años de edad, después de lo cual comenzó a trabajar como consejera apoyando económicamente y como empresaria a otras mujeres, relató Sáenz.
Comentó que Karina inició con talleres de manicure y pedicure, estableciendo sociedades con otras mujeres y desarrollando empresas, siendo la última unos meses atrás que calificó como muy creativa brindando orientación y financiamiento para mujeres buscando tener alguna intervención estética.
Sáenz dijo pensar que por esa actividad pudiera estar el hilo respecto a su desaparición, pues la última vez que se le vio se dirigía hacia Anapra a cobrar una cuota relacionada con su actividad.
“Ella realizaba este financiamiento tipo tanda, iba a cobrar a una clienta según nos dijo la familia y de ahí pues ya no se supo de ella. La autoridad ya sabe todo eso, pero no tenemos una respuesta directa. Los familiares nos dicen que han avanzado en algunas investigaciones, pero todavía no hay una cuestión clara sobre lo que pasó a nuestra amiga”, comentó la activista.
Las hipótesis que dijo se pueden generar es que de alguna manera Karina se relacionó con personas dijo no adecuadas que le pudieron causar algún tipo de daño.
“Era su negocio. Sabíamos que hacía eso pero creemos que se debió de haber investigado de inmediato, por la información que dio la familia. Kari es viuda, tiene dos hijos, el mayor de 18, la otra una niña de 12 y es una madre cariñosa y pendiente de las necesidades de sus hijos que llegó con nosotros para pasar ese proceso emocional y en Renace le ayudamos a realizar sus actividades para fortalecer su recuperación”, destacó.
“Estamos bastante preocupadas por el hecho de que ni siquiera se ha recuperado su auto. Parecería que se la hubiera tragado la tierra al no aparecer su carro, al no tener ni siquiera una línea por donde ir. Nosotras nos fuimos a Anapra porque es donde la vieron la última vez y hasta ahí está el rastro, algo muy limitante y esperemos que se esté actuando como los protocolos marcan. De verdad que den resultados. A las autoridades no les gusta que les digan que no se están haciendo las cosas, pero no es en perjuicio de nadie. Es en beneficio de ella primero y luego de la familia. Son señalamientos que hemos estado haciendo y que tenemos todo el derecho de hacerlo”, expresó.
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