La desgarradora historia de Manuel, un joven juarense, ha inundado poco a poco las redes sociales de los fronterizos este día.
Es el relato de la “terrible y amarga experiencia’ que vivió luego de que su madre enfermara de causas asociadas al Covid-19, hasta el desenlace fatal cuando tuvo que “reconocer” el cuerpo de su madre a metros de distancia, desde una rampa y donde en realidad solo le mostraron un listón con el nombre de ella, subieron el ataúd a la carroza y se lo llevaron a la funeraria para cremarlo.
El joven hace un desgarrador llamado a los ciudadanos a cuidarse y protegerse porque lo que acontece es muy real.
A continuación con la autorización de Manuel, Norte Digital comparte el mensaje íntegro:
Les compartiré un poco de la amarga y terrible experiencia que viví en el proceso de «reconocer» el cuerpo de mi madre, con la finalidad de hacer un poco de conciencia sobre la situación que estamos viviendo (COVID19):
Para iniciar, desde el momento que la llevé a urgencias fue la última vez que tuve contacto y platiqué con ella, por qué una vez que ingresó la pusieron aislada sin contacto con ningún familiar.
La última vez que la miré fue cuando la trasladaron a clínica 66, dónde tienen a todos los pacientes y sospechosos del COVID.
Llegué al mismo tiempo que la ambulancia, me acerqué a la puerta, pregunté cuál era el procedimiento que seguía una vez que ingresara a esa clínica, me explicó el enfermero lo del aislamiento y otros datos.
En cuanto estaban bajando a mi madre, ella escuchó que me encontraba ahí abajo y volteó con sus ojos caídos y con las pocas fuerzas que tenía (debido al estado delicado de salud) extendió su mano y me hizo la seña de «ADIÓS».
(Si hubiera sabido que esa era la última vez que la vería, la hubiera abrazado, besado y decirle que la amo con todas las fuerzas de mi ser), no pude acercarme por qué me tenían prohibido por la cuestión de la distancia que debemos de guardar entre cada una de las personas.
Después de ese día la única forma en que me daban informes sobre su estado de salud era ir a la clínica para hacer fila desde la 1:30pm hasta las 5 o 6pm.
Estar con la incertidumbre de qué era lo que me iban a decir de mi familiar, era horrible, por qué el panorama que se vive ahí es terrible (no es como nos cuentan los medios de comunicación locales, que en ciudad Juárez son pocos los casos).
Otros días me daban informes vía telefónica gracias a grandes seres humanos que tengo como amigos los cuales me ayudaron a tener contactos de ahí adentro.
Cada día las noticias no eran nada agradables, solo era que su estado de salud empeoraba, hasta que llegó el día que la tuvieron que conectar a un respirador artificial por qué sus pulmones no reaccionaban.
El día viernes a las 6am se comunican conmigo para darme la noticia más espantosa que me han dado en mi vida; ¡Mi madre había fallecido!.
En ese momento sientes que algo dentro de tu ser se empieza a derrumbar, a quebrar, se desploma todo tu mundo, es algo indescriptible, un dolor que jamás había experimentado y no lo quiero volver a sentir, y deseo que nadie lo sienta.
Para terminar el comienzo de toda una pesadilla la cual estoy viviendo, acudo al hospital ya con los servicios funerarios a la hora que me habían dicho, para el proceso de «reconocimiento de cuerpo», me explican que debido a la causa de muerte (la cuál no tipificaron como COVID, sino como insuficiencia respiratoria, lo cual este es otro tema que después puedo compartírselos), y debido a la contingencia que se vive, el proceso había cambiado, solo desde arriba de una rampa yo iba a estar y desde muy lejos solo me iban a mostrar el nombre de mi mamá y me lo iban a gritar para que yo solo afirmara (tal cual aparece en la foto que tomé y añadí en este post) y ellos procederían a subir el cuerpo a la carroza.
De ahí se lo llevaron a la funeraria para prepararlo para el crematorio, ya que por dirección no pude velarla ni sepultarla.
Todo esto es realmente una pesadilla, parece que estoy viviendo una película de terror, dónde el miedo, desesperación, frustración, tristeza y llanto invaden mi vida.
Cómo les mencioné al inicio, esto lo cuento con la finalidad de crear un poco de conciencia, realmente tomar las medidas de precaución que tanto nos dicen.
Nadie merece, en lo personal digo que ella no merecía partir de este mundo de esa forma. Y sus seres queridos los que nos quedamos aquí no merecemos que se nos arrebate la oportunidad de darle su último adiós como ella deseaba.
¡Cuídense mucho familiares, amigos y conocidos!
PD: Madre, vuela tan alto, que tú esencia se encuentre con la fuerza creadora de la vida. ¡Te amo!