Jordan Suárez, exbeisbolista de Indios, comparte versión sobre acusaciones de violencia familiar

Apenas se juega la segunda semana de partidos en la Liga Estatal de Beisbol y el escándalo toca a la puerta del campamento de los Indios de Juárez.

Como si no fueran suficientes las más de dos décadas sin títulos, los problemas más allá del diamante, no dejan de presentarse, ahora con las acusaciones que pesan sobre quien fue, hasta la semana pasada, uno de los pitchers abridores de la novena juarense: Jordán Suárez.

A través de publicaciones de redes sociales, su pareja, Rosie N., lo acusó de haberla agredido físicamente durante el 10 y 11 de mayo.

Mencionó además que los Indios y la Liga Estatal de Beisbol estaban encubriendo a Jordan, “escondiéndolo” en Juárez, ya que la agresión habría ocurrido en Phoenix, Arizona, de donde Jordan y su pareja son originarios.

En los días posteriores, Rosie continuó con su exigencia de justicia, lo que causó que el deportista fuera dado de baja por los Indios, así como suspendido de manera indefinida por las autoridades de la liga.

Jordán buscó un espacio en Norte Digital para compartir su versión de la historia.

Una relación altamente tóxica

Al ser cuestionado sobre quién era Rosie, respondió que en los últimos cuatro años había sido su pareja sentimental, con quien compartía su casa y que había procreado a su hija de 11 meses de nacida, y una segunda que está en camino, ya que su expareja está embarazada. 

Respecto a las imágenes que compartió en las publicaciones de Facebook, Jordan respondió que eran de una pelea anterior, una que tuvieron hace un año, es decir, no son recientes.

Contó que una noche ambos habían ido a un bar en Phoenix. Terminaron peleándose verbalmente al salir y, mientras manejaban hacia su casa, la discusión se acaloró, hasta que llegaron a los golpes.

Jordan terminó por “ponerle la mano en el rostro”, provocándole las lesiones en la cara. Por aquel incidente, fue arrestado por la Policía local. Aseguró que pudo salir en libertad en menos de 24 horas, ya que no se le impusieron cargos en su contra.

Además, tuvo que pagar una multa, por lo que “el caso estaba resuelto”.

Después de aquel incidente volvieron a estar juntos con la intención de “arreglar las cosas”.

Sin embargo, tanto a nivel personal como profesional, las cosas no salieron bien para Jordan y su pareja. Tras actuaciones decepcionantes en su último año en los Algodoneros Unión Laguna, de la Liga Mexicana de Beisbol, los conflictos se incrementaron con su pareja.

Insultos personales, celos y ataques verbales fueron la constante en su relación en los últimos meses.

Su regreso a la Tribu parecía traer algo de esperanza a su vida, por lo que se preparó para ser uno de los pitchers abridores de la temporada, teniendo el privilegio de hacerlo el 10 de mayo de 2025, frente a los Dorados de Chihuahua, en el Estadio Juárez.

No obstante, los problemas dentro de su familia, comenzaron desde una noche antes.

La fatídica séptima entrada

El beisbol estatal en Juárez empezó nada más ni nada menos que con la “guerra civil” entre los Dorados e Indios. En un partido que se alargó hasta la medianoche, la novena juarense se alzó con una victoria de 11 carreras a 10.

Jordan estaba dentro del roster de aquel equipo juarense, pero en la banca, ya que estaba designado para iniciar el siguiente partido, el del sábado. Aquella ocasión, llegó al estadio acompañado de su pareja y su hija, a quien trajo desde Phoenix para que vivieran juntos el inicio de la temporada.

Para evitar que su familia estuviera demasiado tiempo en las gradas, pidió permiso al cuerpo técnico para retirarse a descansar al hotel donde estaba hospedado para llegar en condiciones óptimas al juego del día siguiente.

Como es tradición en los campos de beisbol, cada que inicia la séptima entrada, los equipos se forman en el campo para escuchar el cántico y todos los de la banca salieron, menos Jordan.

Lo anterior, aseguró que causó molestia en Rosie, quien comenzó a llamarlo. El pitcher estaba en los vestidores, preparándose para irse a descansar, cuando contestó una videollamada de su pareja, quien le preguntó que dónde estaba y por qué no había salido a la ceremonia del cántico.

Desde ahí, en el inicio de aquella séptima entrada, todo comenzó a torcerse. Empezaron una pelea verbal que continuó en el hotel y que provocó que Jordan terminara por dormir afuera de su cuarto.

Al día siguiente, la tensión continuó entre la pareja y así fueron al segundo partido de los Indios, que fue el último en el que Jordan defendió los colores de la Tribu.

Tras el partido, fueron a descansar y se dirigieron rápidamente hacia Phoenix con la intención de celebrar el Día de las Madres que se festejó el domingo 11 de mayo en los Estados Unidos.

Durante el camino, siguieron discutiendo sobre su relación y al final llegaron a la conclusión de que, lo mejor para ambos, era terminar su noviazgo.

Jordan aseguró que cuando llegaron a su casa, Rosie se encerró y no lo dejó sacar sus pertenencias, por lo que tuvo que ir con sus padres a buscar algo de ropa.

A pesar de la situación personal que vivió, regresó a Juárez para seguir siendo parte del equipo de beisbol.

Mencionó que por problemas con su pareja había decidido dejar las redes sociales, por lo que no se enteró de las acusaciones que Rosie había hecho por ese medio hasta que se lo comentó la directiva del equipo.

En un primer momento, aseguró que la directiva de los Indios lo “ayudó” a contactar a su expareja. Sin embargo, después de que ella habría contactado, de manera constante, a los directivos, así como a su familia, se tomó la decisión de separarlo del equipo.

Por ahora, sus objetivos parecen ser claros: pelear por tener el derecho de convivir con sus hijas, separarse de su pareja y tratar de buscar estabilidad en su vida. Aseguró que se expone ante las cámaras porque no tiene nada que esconder.

Además, resaltó que no hay ninguna acusación penal o denuncia en su contra, por lo que afirmó que su deseo es volver a jugar dentro de la Liga Estatal de Beisbol.

Aunque, fue enfático al afirmar que no se siente tan cómodo por regresar a un equipo en el que no recibió el apoyo que necesitaba.

Además, por medio de publicaciones en redes sociales se conoció que el jurisdiccional de la Zona I y encargado de los Indios de Juárez, Óscar Chávez, estaba insinuándosele a su expareja.

“Si no me van a ayudar con nada de eso, pues está bien, pero como digo, sí me gustaría regresar”, comentó.