Once 30 a-eme. Plaza El trigal, en el corredor Gómez Morín. Los locales están polvosos. En su interior hay cables colgantes en sus techos. En las manijas de las puertas están insertados recibos de gas, luz y notificaciones de la JMAS con su leyenda: «Amanece para todos».
Es el logotipo de Gobierno del estado que se desmiente a sí mismo: «Amanece para todos». No para los propietarios de 40 mil micro y medianas empresas, que se quedaron en espera de la ayuda prometida y que este lunes reabren sus negocios.
En esos negocios, como seres cansados y tristes, todavía quedan rastros de la solidaridad que el gobernador Javier Corral les pidió el 23 de marzo al inicio de la pandemia, como la boutique «Carlota», que alguna vez vistió a las mujeres de la zona.
«En solidaridad a la situación hemos decidido aceptar el cierre temporal del negocio en respeto a las medidas preventivas por la pandemia. Agradecemos su comprensión», reza un letrero en su puerta.
De largo título y escasa ayuda
Desde entonces, Corral anunció números alegres en su programa Chihuahua Adelante donde soltó al aire 3 mil 453 millones de pesos para ayudas a las empresas de la entidad, entre ellas las 40 mil en Juárez.
Con nuevo «look» folclórico desde la camisa hasta el cubrebocas, luego de uno parroquial, Corral anuncia avances en su Plan Emergente de Apoyo y Protección a la Salud, Empleo e Ingreso Familiar. Así de largo su título y escasa la ayuda real que llegó a Juárez.
Los apoyos ofrecidos alcanzaron sólo a 4 mil 632 empresas en el ramo de organizaciones, restaurantes, pero principalmente a hoteles grandes, quienes fueron favorecidos por la secretaria de Innovación y Economía del Estado, Alejandra de la Vega, de quien son las cifras.
«¡Hombre! Aquí nos reunimos para aceptar la ayuda, yo mismo llamé por teléfono al Estado para entrar a los programas de ayuda. Dos mil pesos me ofrecieron, para alimentos, que era lo que había, me dijeron», cuenta Ricardo Calzada, dueño del restaurante-bar «El Ojo Alegre».
El hombre, junto con un ingeniero, están colgados de escaleras para hacer pruebas a televisores, a bocinas, interruptores de luz, en medio de un revuelto restaurante-bar con mesas en rincones y en sillas encima de la barra. «Nos dijeron que reabriríamos».
En bancarrota
Calzada genera empleo para 25 personas, entre meseros, cantineros, hostes, afanadores y cajeros, quienes mantienen familias con dos hijos en promedio, que recibieron sueldo hasta la semana pasada. «Hasta hoy 20 de junio, ya estoy en bancarrota, pero lo entendieron».
Y cuenta sus penas o sus deudas: 5 mil dólares por renta del local, 6 mil dólares de la cerveza y unos 50 mil pesos en diversos proveedores, además de tres meses de servicio de agua, luz y gas.
Los ofrecimientos de Gobierno del estado en sus programas en redes sociales oficiales, constan de subsidios en promedio de 20 mil pesos, además de créditos hasta por 20 mil pesos. «¿Quién tiene ese dinero? porque aquí no ha llegado», fustiga el empresario.
El negocio de Calzada se ubica al fondo de la pequeña plaza de unos 20 negocios, en su mayoría cerrados, como otros tantos a lo largo de la avenida Manuel Gómez Morín que antes eran una explosión de luces por la noche, ahora cementerio de negocios.
¿Y la Canaco?, ausente
Canirac pelea por todos
Todos los negocios tienen su engomado de la Canaco, en los que presumen de ser censados por el Sistema de Información Empresarial Mexicano, el SIEM, cuya presidencia está en manos del empresario hotelero, Rogelio González, desde el primero de marzo de 2019.
González es el gran ausente en esta pandemia, contrario a defender los intereses de las micro y medianos empresarios, afiliados a la Canirac, decidió no verlos ni oírlos.
Apenas un débil balbuceo hace cerca de una semana, cuando le dio permiso el gobernador Corral a llamar a la reapertura.
Sólo por la batalla emprendida por los afiliados a la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), se pudo abrir brecha para la reapertura de negocios en Juárez, pese a que el organismo no pertenece a la Canaco.
La resiliencia
«Si es cierto que podremos abrir de nuevo, será para mantener el negocio no para obtener excedentes, esa es la expectativa de muchos de nosotros», afirma Calzada y agrega: «Calculamos que así estaremos por lo menos de aquí a marzo de 2021».
Ese mismo día, el coordinador de comunicación social, Manuel del Castillo, dijo que este tipo de negocios no reiniciarían este lunes; Calzada y otros empresarios ya se afanan en levantar su empresa, pese al desastre de la pandemia y el del Estado. Es la resiliencia de los juarenses, levantarse del suelo.