El fenómeno de las terrazas-jardín clandestinas en Ciudad Juárez es incalculable, declaró el director de Gobernación estatal, Alejandro Jiménez Vargas.
Tan solo la semana pasada se clausuraron cuatro de este tipo de negocios por no contar con los permisos requeridos para la venta y suministro de cerveza, vino y licores.
Agregó que del 31 de julio al 6 de agosto se llevaron a cabo 64 inspecciones, de las que se derivaron nueve actas administrativas con seis clausuras de establecimientos y un refrigerador, acto que se considera como una clausura parcial.
También se hizo el decomiso de 37 unidades de cerveza, mientras que las dos restantes fueron por omitir mostrar en tiempo y momento los permisos para la venta y suministro de bebidas alcohólicas.
Entre las clausuras se encuentran cuatro terrazas-jardín, donde se permitió que los eventos que se llevaban a cabo finalizaran para enseguida proceder con la clausura, especificó.
Informó que las multas que se aplican a este tipo de establecimientos cuando son detectados violentado la Ley de Alcoholes van desde 26 mil hasta 68 mil pesos.
El funcionario señaló que el número de terrazas-jardín que operan en la ciudad es incalculable, ya que funcionan en instalaciones acorde a esa línea de servicio o en casas habitación, donde los propietarios las rentas para que se realicen eventos sociales, incluso en zonas de clase media y media alta.
En muchas ocasiones, dijo, se detecta que esas propiedades son rentadas para realizar diversos tipos de reuniones y, en su gran mayoría, funcionan de forma clandestina.
“Consideramos que es incalculable el fenómeno de las terrazas-jardín, incluso algunas las tratan de camuflar… es un fenómeno que se potencializó con la pandemia, es una realidad social”, declaró.
En ocasiones, las personas rentan el porche o patio de viviendas grandes, donde realizan sus eventos pagando una cantidad módica de 3 mil a 5 mil pesos.
Jiménez Vargas mencionó que cuando se detecta una casa habitación que fue rentada para realizar una fiesta ajena, se les realiza una amonestación verbal, ya que muchas personas desconocen la normatividad que tienen que observar para esta actividad.
En la actualidad, estos establecimientos deben contar con los permisos que otorga el Gobierno municipal, mientras que los permisos para suministrar o vender cerveza cuesta, en la Dirección de Gobernación estatal, 3 mil pesos, mientras que para vino y licor vale 6 mil pesos.
Por lo tanto, un evento con todos los requisitos cubiertos podría costar desde 15 mil o más pesos, indicó.
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