Halloween promueve la celebración de lo terrorífico, lo oscuro y macabro para derivar en lo satánico. Abre las puertas al enemigo, al ocultismo y daña mucho la conciencia y el espíritu haciéndote sentir poderoso y capaz de dominar la brujería y la santería, orillándote así a hacer daño a tu hermano, hacer daño al otro, dice Jaime Melchor, sacerdote católico.
Agrega que por otra parte, Dios, a través de la iglesia, propone vivir la verdadera fe. Representa la luz, la verdad, el poder de Dios que da la vida eterna y para lo cual se ha nacido, no para la muerte, comenta.
El sacerdote Jaime Melchor, director del Seminario Menor o “prepa”, comentó que el nombre Halloween fue tomado originalmente de la Víspera de Todos los Santos (All Hallowes Eve), que con el tiempo derivó a Halloween, gradualmente tomando elementos paganos, es decir, no cristianos ni creyentes como espíritus y otras figuras.
Dijo que con el tiempo se fueron agregando elementos consumistas y que la iglesia católica no lo recomienda por no tener un origen cristiano.
“Es una fiesta que viene del paganismo. Muchos se han confundido y celebran todo lo terrorífico, cadavérico, oscuro y macabro que denigra en lo satánico. Va puntualizándose ahí y esto hace mucho daño a la conciencia a la larga. La iglesia no lo recomienda porque abre puertas al enemigo, al ocultismo y esto nos hace mucho daño espiritualmente, por lo que la iglesia propone vivir la verdadera fe. La víspera de todos los santos, eso es lo que nos llama la iglesia a vivir”, asentó.
“El ocultismo va abriendo puertas a la oscuridad, a lo desconocido, a la muerte, el daño al alma. Te hace buscar aquello en lo que tú te sientes dueño. Aquellos que buscan el culto al enemigo buscan poder, buscan empoderarse, con las películas se van acostumbrando a ver sangre, lo malo como bueno. Te sientes poderoso, queriendo dominar la brujería, la santería y tantas otras cosas. Quieres tener todo dominado, y eso es poder solo de Dios”, señaló Melchor.
Dijo que el Halloween presenta lo oscuro, la muerte, el terror, la sangre, la violencia en cierta manera. Dios en cambio aseguró presenta a través de la iglesia la vida, la luz, la verdad, el poder de Dios que da la vida eterna y para lo cual se ha nacido, más no para la muerte.
Reconoció que, sin embargo, en el cristianismo están la muerte y el sacrificio de Cristo, quien, dijo, murió y se entregó por el pecado del hombre.
“El Halloween lo que te va orillando es a hacer daño a tu hermano, hacer daño al otro”, aseguró.
El demonio existe
Señaló que el enemigo siempre reclama lo que es suyo, “dice, voy a cobrar lo mío”.
Por eso no recomienda las películas, juguetes, talismanes. Son puertas, dijo.
“Te metes con mis juguetes, ahora yo te voy a cobrar. Es lo que hace el enemigo, pero muchas personas lo ignoran. Si buscaste el mal, vas a terminar mal. Si quisiste vivir en el pecado, pues no esperes la salvación”, expresó.
Aseguró que el demonio existe. “Tristemente hay quien no cree en él, y es lo que él aprovecha, esa ignorancia. No recomiendo las películas de terror porque van creando la curiosidad de si eso será cierto y de ahí están a un paso de que lo hagan”, consideró.
“Hay experiencias dolorosas. Esto va creando una imaginación y va afectando la conciencia también. Hay un morbo que se va creando con este tipo de películas, quieres ver más. Se van cauterizando la conciencia y la imaginación y se van acostumbrando a ver esto”, explicó.
Otros factores que influye para que se busque algo más es el juego de la ouija, la lectura de las cartas, el espiritismo, los horóscopos. Son puertas que nos van a atar al enemigo.
La Santa Muerte es cosa del demonio
Nos hace ver lo falso como verdadero, nos confunde, nos pone en contra de Dios, nos hace sentir superpoderosos, y tristemente descubrimos después que las consecuencias son fatales para una persona que practica cosas como la Santa Muerte, que es algo del demonio y del ocultismo. A la larga se va dando y esclaviza”, destacó.
Dijo que ello era muy atrayente y difícil de evitar caer, pero consideró que sí hay formas de contrarrestarlo.
“En primer lugar, buscar a Dios (…) y alegrarte también porque el demonio no tiene el poder que tú le has dado”, declaró.
En tercer lugar, buscar una comunidad en donde tú puedas tener esta alegría de sentirte amado, de sentirte acogido.
Para los niños, recomendó, celebrar la Víspera de todos los Santos, disfrazarse de santos y aprender sobre la vida de los mismos.
“Aprendan por ejemplo, la caridad. Tenemos varios santos, Santa Teresa de Calcuta, Juan Pablo II, virtudes que vemos en una persona que amó a Dios y que sirvió desinteresadamente, que dio la vida, lo que ya se está haciendo en muchas iglesias”, manifestó.
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