El obispo emérito de Chilpancingo Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, fue encontrado en el hospital general “José G. Parres” de Cuernavaca, donde los exámenes toxicológicos revelaron la presencia de cocaína y benzodiacepinas en su cuerpo, según un reporte médico, difundido por medios locales.
Rangel Mendoza fue reportado desaparecido desde el sábado 27 de abril y fue encontrado en una pizzería del municipio de Emiliano Zapata, para luego ser llevado al hospital el lunes por la tarde por una ambulancia de la Cruz Roja.
El secretario de gobierno en funciones de gobernador, Samuel Sotelo Salgado, puso en duda el secuestro exprés del obispo y reveló que fue visto por última vez en una pizzería del municipio de Emiliano Zapata, donde se reunió con un trabajador de ese negocio.
La Conferencia del Episcopado Mexicano emitió una alerta y pidió el apoyo de los gobiernos para localizarlo, mientras que el fiscal Uriel Carmona confirmó que el obispo fue víctima de secuestro exprés y drogado con el fin de privarlo de dinero a través de cajeros automáticos.
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