Del maquillaje al cabello, el contouring es una tendencia que amarás si estás pensando en hacerte un cambio de look.
Su juego entre tonos claros y oscuros se encarga de crear sombras en lugares estratégicos y aporta luz en otros, logrando el efecto de una nariz respingada, pómulos marcados o rostro esbelto.
¿Cómo conseguirlas?
El Hair Contouring va más allá de las babylights, pues se concentra en lograr matices más claros que aparecen de una forma muy natural, como cuando te pones bajo los rayos del sol.
Su clave es que no existan más de cuatro tonos de diferencia entre el color base y el tinte, y su elección dependerá de la forma de tu rostro.
Por ejemplo, una cara redonda puede verse más estilizada si se agregan mechones ligeramente más claros en la parte frontal, ya que enmarcará e iluminará dicha zona.
Si quieres realizarte este procedimiento es mejor que te acerques con tu estilista para que sea él quien te asesore, así conseguirás añadir dimensión y movimiento a tu melena para que luzca abundante y con un efecto tridimensional.
Tonos recomendados
¿Tu piel es clara? Apuesta por los rubios dorado y oscuro, el bronde –demasiado claro para ser castaño y demasiado oscuro para ser rubio- y por los platinos o cobrizos. A las morenas les resultará más favorecedor un degradado o un balayage brunette que termine más claro en la parte de enfrente.