Las lluvias que azotaron el norte de Chihuahua en los últimos días dejaron comunidades incomunicadas, calles convertidas en ríos y familias enteras sin techo. Ante el desbordamiento de ríos y la saturación de drenes, el Gobierno del Estado desplegó maquinaria, brigadas y apoyos de emergencia para atender a más de 350 familias afectadas en municipios como Ciudad Juárez, Casas Grandes y Nuevo Casas Grandes.
La Coordinación Estatal de Protección Civil activó sus protocolos desde las primeras tormentas, mientras cuadrillas municipales y personal de la Secretaría de Desarrollo Rural se abrieron paso entre el lodo para rehabilitar caminos y rescatar viviendas dañadas. En Juárez se reportaron más de 30 eventos de inundación, con vehículos varados y calles colapsadas.
En Casas Grandes, bulldozers y motoconformadoras trabajan para despejar carreteras y limpiar canales desbordados. En Colonia Juárez, el agua arrasó con bordos y dejó daños visibles en parcelas agrícolas y accesos rurales. “Estamos restableciendo los caminos y atendiendo a las familias que lo perdieron todo”, dijo el secretario Mauro Parada Muñoz, al supervisar los trabajos.
En paralelo, la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas envió 15 unidades de maquinaria pesada y 27 operadores para reforzar las labores de limpieza. El titular, Jorge Chanez, recorrió las zonas afectadas junto al alcalde Roberto Lucero, mientras vecinos ayudaban a sacar lodo de las viviendas.
Los apoyos humanitarios llegaron con la Secretaría de Desarrollo Humano y Bien Común, que distribuyó despensas, colchonetas, agua y kits de higiene. Su titular, Rafael Loera, aseguró que el trabajo se mantendrá “hasta que la última familia recupere su hogar y su tranquilidad”.
Mientras tanto, Protección Civil mantiene vigilancia sobre ríos y canales ante nuevas lluvias. Las autoridades piden a la población extremar precauciones y reportar cualquier emergencia.