Cuando se transita por la calle Francisco Baca de la colonia El Jarudo, pasando la Parroquia San Juan Evangelista, se observa un parque que a lo lejos no luce mal; dos canchas de fútbol rápido con canastas de basquetbol, un espacio amplio con gradas, jueguitos, mesitas y hasta algunas máquinas de ejercicio.
Sin embargo, conforme se comienza a explorar el lugar también salen a la luz el evidente descuido que ha habido en el lugar.






Para comenzar, es prácticamente imposible hacer una “reta” de basquetbol debido a que en las dos canchas hay al menos un tablero que desapareció desde hace meses y solamente se puede jugar de un lado.
Además, según la estructura que está en las gradas, estas deberían tener una sombra o algo que cubra a los visitantes del sol, pero solamente quedan algunos cables que sostenían una lona que cumplía esa función, pero que hoy están completamente inservibles.







En el suelo hay un pequeño camino que sirve para conectar todas las zonas del parque, pero la maleza ha comenzado a crecer sin importarle sí es su espacio y no y se ha esparcido alrededor de las canchas y del resto de mobiliario.
Incluso, en un espacio destinado para descansar, abundan las plantas de “toritos” que hace que sea complicado el sentarse a pasar el rato.





Uno de los principales problemas que se identificó son los daños en el mobiliario. No solo es la falta de canastas, sino que vecinos y algunos visitantes aseguran que desde hace meses se han encontrado con bancas dañadas, que permanecen en el fondo del parque, así como con grafiti que proporciona una mala imagen del parque.
Los habitantes comentaron que el espacio tiene potencial de ser un sitio seguro para las familias. No obstante, señalaron la necesidad de que se ofrezcan las condiciones dignas para poder disfrutarlo.
