Dependiendo la hora que pases, es muy frustrante cruzar de El Paso a Juárez por el Puente Libre, dijo Rosa María, dedicada a los servicios turísticos transfronterizos desde hace doce años.
La mujer, que pidió usar un nombre distinto al real para la entrevista, relató que entre semana, la mayoría de las personas cruzan por trabajo, estudios o compras y el fin de semana lo hacen para visitar a sus familias.
“El horario más pesado es de 5:00 a 7:00 de la tarde, porque del lado mexicano ponen muchas vallas”, indicó.

De diez carriles que hay para cruzar, señaló, lo limitan a dos y eso genera un embudo. “Entonces se tienen que estar alternando los carros y hay veces que uno no trae ganas de ceder el paso o de actuar con cortesía”, comentó.
Aclaró que ese embudo se forma después de la revisión del personal de la aduana. De acuerdo con su experiencia, la revisión no es el problema, porque se hace de manera ágil y participa mucho personal, tanto de la Aduana como de la Guardia Nacional.
“La revisión no es problema, es muy rápida, son muy flexibles y es mucho personal que revisa los carros, pero ya después de pasar la aduana es donde empieza el embudo”, insistió.
Contó que ella empezó a cruzar en el año 2013; después de todo ese tiempo ya se las ingenió para llevarse comida en recipientes y aprovechar el tiempo para comer o bien, acompañar el “viaje” viendo una serie en alguna plataforma de contenido videográfico.
El tiempo promedio en que se puede cruzar varía según el día de la semana y la hora. Puede ser desde una hora hasta tres horas y media, calculó.
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