Son al menos nueve organizaciones criminales, las que Estados Unidos tiene identificadas como parte de los grupos que serán designados como terroristas, debido a sus actividades actuales o pasadas.
Estas agrupaciones son los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG), Sinaloa, cártel de Juárez, también conocido como La Línea, cártel del Golfo, cártel del Noreste, Guerreros Unidos, La Familia Michoacana, Los Rojos y la Organización de los Beltrán Leyva.
A todos ellos, se les acusa de ser responsables de introducir a la unión americana varios tipos de estupefacientes, así como del tráfico de personas, algunas de ellas con perfiles delictivos, desprendiéndose de ellas ganancias anuales de hasta 29 millones de dólares.
Además, dichos grupos sostienen alianzas criminales con organizaciones transnacionales y con bandas delictivas radicadas en Estados Unidos.
Durante su toma de posesión como el presidente número 47 de los EU, Donald Trump aseguró que los cárteles ponen en riesgo la seguridad de su país y de sus ciudadanos.
El consumo de drogas en el vecino país arrebata la vida hasta a 100 mil personas al año.