Comienzan a caer los primeros rayos del sol sobre el albergue del Buen Samaritano y a esta hora es cuando los niños que viven dentro aprovechan para utilizar el patio y los distintos espacios como su área de juego.
La mayoría de los adultos que aquí viven, se encuentran trabajando, por lo que los niños son momentáneamente amos y señores del patio.
En el columpio, tres niñas juegan alegremente, suben y bajan al tenor del viento que roza sus mejillas, llenas de restos de azúcar, debido a los dulces que comieron.
Ayer fue día de brujas y alcanzaron un buen botín, ejemplo de ello, son los “bolos“ que aferran a sus manos mientras se sujetan a los cadenas del juego.
En el dormitorio preparado para las familias, Liam, de poco más de un año, utiliza el suelo como vía para su tren de juguete, mientras en una de las camas, su hermana menor, Cristina, quien cumplió dos meses de haber nacido, permanece acostada junto con su madre, Estefania.
Ellos comenzaron su camino desde Guatemala hace poco más de dos meses, Estefania aún tenía en su vientre a Cristina. Salió de su país con la intención de que su hija fuera estadounidense, pero el destino tuvo planes diferentes.
Cuando llegó a esta frontera, pese a que todavía no estaba programado su nacimiento, las labores de parto se adelantaron y Cristina nació en territorio mexicano.
“Usted debió haber nacido allá, pero se adelantó, ¿verdad?“ le dice Estafania tiernamente a su hija, mientras la bebé ríe.
No obstante, un dejo de orgullo sale de su ser al afirmar reaciamente que su hija es “toda una mexicana”.
Al hablar sobre las elecciones de Estados Unidos, sobre su mente se centra una pregunta trascendental, “¿y qué va a pasar con nosotros?”.
El próximo martes 5 de noviembre, los estadounidenses escogerán a su nuevo jefe de Estado.
Del lado republicano, Donald John Trump busca su segundo mandato al frente de los Estados Unidos de Norteamérica. Desde el primer momento ha mostrado un discurso abiertamente antiinmigrante.
En múltiples ocasiones, ha mencionado que de volver a la presidencia, se intensificarían las deportaciones masivas y las acciones de contención en la frontera entre México y Estados Unidos.
Además, debido al comentario que el comediante Tony Hinchcliffe lanzó en un mitin del candidato republicano, llamando a la isla de Puerto Rico como una “pila de basura“, causó el descontento de la comunidad latina estadounidense y generó una división casi total entre el candidato y sus potenciales votantes.
Sin embargo, del otro lado de la contienda tampoco se vislumbra un halo de esperanza.
Kamala Harris, representante del bando demócrata, ha señalado que el sistema migratorio estadounidense está “roto“ y que es necesario realizar una reforma legislativa.
Se posicionó en contra de las violaciones a derechos humanos en las detenciones de migrantes, pero eso no significa que abrirá la frontera; al contrario, ha prometido sanciones más duras para los migrantes ilegales.
Aunque considera que es necesario que haya más medidas legales para que las personas puedan regularizar su situación migratoria y vivir “legalmente“ en los Estados Unidos.
Por ahora, Cristina, Liam y Estefanía pueden estar tranquilos y disfrutar los frutos del Halloween; será en los próximos cuatro días cuando, en miles de urnas alrededor de los Estados Unidos, se definirá gran parte de su futuro.
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