Quise evitar el símil, por manido y obvio, pero forzó la entrada y se metió en el texto. Los carteles de la droga son como la hidra de Lerna, aquel monstruo imaginado por los griegos: si a esa serpiente se le cortaba una cabeza le renacía otra, y otra más, de modo que la única manera de acabar con ella era cortárselas todas a la vez