Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como “El Jefe de Jefes”, cambió para siempre la historia del narcotráfico en México, de acuerdo con notas periodísticas.
Un juez le concedió la prisión domiciliaria, quien permanecía en el penal de “Puente Grande” en Jalisco.
El narcotraficante llevaba preso desde 1989 por el asesinato de Enrique Camarena, agente de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA), también es señalado por delitos de narcotráfico.
En sus años de esplendor durante las décadas de los años 70 y 80 fue el narcotraficante más poderoso de México, dueño de las principales rutas de comercio de droga en la mitad del país y centroamérica.
Fue el primer mexicano en exportar cocaína a gran escala a Estados Unidos a través de México.
En 2016 fue entrevistado por Noticias Telemundo en el penal federal de Jalisco. En ese entonces llevaba 32 años encarcelado.
Allí cumplía una condena de 37 años por el asesinato del agente de la Agencia Antidrogas de EU (DEA) Enrique “Kiki” Camarena en 1985, pero él continúa defendiendo su inocencia.

“Ignoro el por qué se me relaciona, porque ese señor (Camarena) no lo conocí. Yo no soy una persona de armas. Lamento mucho porque sé que era un buen hombre”, dijo a la televisora.
“Cuando no has cometido un error, no tengo por qué arrepentirme. No participé en un hecho así”, aseguró.
De hecho, pese a ser considerado por la DEA como uno de los fundadores del cartel de Guadalajara, Félix Gallardo negó incluso la existencia de este grupo.

“Nunca existió cárteles en Guadalajara. Quién sabe ahora. O sea, llevábamos una vida de familia. Traía a mis hijos a la escuela. Nunca hubo cartel. No tengo pronóstico de vida ninguno. Perdí todo (…). Yo soy un cadáver el cual no espera más de ser enterrado en la raíz de un árbol”, declaró.
Y así como nunca aceptó que había participado en el asesinato, tiene un inicio en la historia del narcotráfico mexicano.
Nació en 1946 en Culiacán, Sinaloa, en el noroeste de México. Cuando era joven, trabajó en la Policía Judicial del Estado como “madrina”.
Es el nombre que se da en México a personas protegidas por agentes policiales que realizan tareas ilegales en las investigaciones, como torturar detenidos o extorsionar a sus familias.
En los años 60, fue guardaespaldas de los hijos del entonces gobernador Leopoldo Sánchez Celis (1963-1968).
De acuerdo con BBC, especialistas como Luis Astorga, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), creen que fue entonces cuando el capo empezó en el negocio de las drogas.
Félix Gallardo se asoció con algunos de los principales capos de esa época, como Manuel Salcido Uzeta, conocido como El Cochiloco.
Otros de sus socios fueron Ernesto Fonseca Carrillo, alias Don Neto, y Rafael Caro Quintero.
Durante 15 años el Jefe de Jefes creó una poderosa organización que controlaba el tráfico de amapola y marihuana en Sinaloa, Durango, Jalisco, Guerrero, Chihuahua, Baja California y Nayarit.
A principios de los años 80 estableció contacto con bandas de Colombia, a quienes empezó a comprar cocaína para enviarla a Estados Unidos.
De los colombianos aprendió la estrategia de mover la droga en pequeñas aeronaves.
De hecho, fue el primer traficante mexicano en establecer un puente aéreo entre Sudamérica, América Central y el norte de México.
De allí, la mercancía se enviaba por tierra a los contactos estadounidenses.
La técnica fue utilizada a gran escala por uno de los sucesores del capo, Amado Carrillo Fuentes, conocido como “El Señor de los Cielos”.
Un imperio como el de Félix Gallardo, citó BBC, solo pudo construirse con el apoyo de autoridades, coinciden especialistas como Diego Osorno, autor del libro “Memorias de un capo”.
“Esta protección le permitió mantener una intensa vida social. En Sinaloa y Jalisco se presentaba como empresario y ganadero, e inclus oformó parte del consejo local del desaparecido Banco Somex”, indicó el sitio de noticias.
El capo aparecía con frecuencia en las páginas de eventos sociales de los diarios locales e incluso en Guadalajara, la capital de Jalisco, asistía a fiestas en bares de moda.
Osorno cuenta que el corrido “El Jefe de Jefes”, del grupo Los Tigres del Norte, se compuso en su honor.
“No le gustaba la canción”, le contó al periodista uno de los hijos del detenido.
En mayo de 2022, un juez rechazó su petición de reducir su condena. El primer gran capo de la historia del narcotráfico, encarcelado desde 1989, cumple dos penas en prisión que suman casi la misma edad que tiene: 76 años.
Sentenciado por el brutal asesinato en 1985 del agente infiltrado de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Enrique Kiki Camarena, y por delincuencia organizada, el padre de todos los narcos actuales buscaba lograr la indulgencia de las autoridades para salir libre en siete años —le faltan todavía 44—, alegando un frágil estado de salud. Pero el gran estratega del imperio criminal de la droga ha perdido su última batalla.
Los abogados de Félix Gallardo persigían desde hace años un privilegio similar al que obtuvo otro de los líderes del cartel, también acusado del asesinato de Camarena, Ernesto Fonseca Carrillo, más conocido como Don Neto, quien obtuvo la prisión domiciliaria en 2017. Félix Gallardo, Don Neto y Rafael Caro Quintero fueron los tres cabecillas de la organización criminal más poderosa de los ochenta y noventa, el cartel de Guadalajara, que fueron condenados por el asesinato del agente.
Interpretado por Diego Luna en Narcos México, en Netflix
La noche del 15 de septiembre de 1978, la fiesta nacional de la Independencia de México, que celebra todo el país, tropezó en Culiacán, Sinaloa, con un suceso que aceleró el ascenso de Miguel Ángel Félix Gallardo en la pirámide del narcotráfico en México, dio a conocer Infobae, días antes de que se inaugurara la serie Narcos: México, secuela de Narcos, la exitosa producción de Netflix centrada en la historia de los capos colombianos de la droga.
“Esa noche, a la ciudad de Culiacán llegó la noticia de un enfrentamiento por el rumbo conocido como la Y griega. Allí, en una emboscada del Ejército, había sido abatido el legendario Pedro Avilés Pérez, conocido como El León de la Sierra, un personaje que desde los años cuarenta, del siglo XX, tendió los primeros puentes con la mafia italoestadounidense para el tráfico de heroína y marihuana”, agregó el sitio de noticias el 9 de septiembre de 2018.
Don Pedro, como lo llamaban, había formado un clan que trabajaba para su servicio. Entre ellos estaba Miguel Ángel Félix Gallardo, un agente de la policía judicial de Sinaloa que se desempeñaba como escolta de la familia del entonces gobernador Leopoldo Sánchez Celis (1963-1968).
A aquel hombre alto y enjuto lo distinguían su inteligencia, su buen trato y su capacidad para corromper políticos. Por su cercanía con el poder del estado y sus dotes personales, Don Pedro lo convirtió en su enlace con la clase política de Sinaloa.
Esa es la historia que se contó en la serie Narcos: México. Féliz Gallardo fue interpretado por el actor mexicano Diego Luna.

