Para Rosky Durán, quien se identificó como la dueña de Fina y Chico, los dos perros que esta semana fueron sacrificados por personal de la Dirección de Bienestar de Atención y Bienestar Animal (DABA), el proceso fue injusto y se incumplieron los protocolos necesarios.
Indicó que, efectivamente, como se observa en distintas imágenes compartidas en redes sociales, sus dos perros de raza pitbull, macho y hembra, salieron de su casa el pasado 8 de mayo y atacaron a un perro que se encontraron en la calle, quitándole la vida.

Si bien reconoce su responsabilidad y su falta de cuidado, culpó al dueño del otro can, por “tener a su perro afuera de su casa”.
Tras este incidente, la mujer y su esposo fueron citados a las oficinas de DABA, donde se les advirtió que, en caso de futuros incidentes, se actuaría penalmente en su contra.
Ambos canes salieron de la dependencia con chips de identificación y rastreo.
Transcurrieron dos semanas y el día 27 de mayo, fueron citados nuevamente para una valoración, debido a que se habían recibido nuevas quejas vecinales en contra de los perros.
La mujer se quejó de que, pese a que en ningún momento se les mostró evidencia de las denuncias, llevaron a sus mascotas a DABA para la valoración. Ahí fueron dejados y se les informó que podrían pasar días después por ellos.
Sin embargo, cuando fueron por ellos, Alma Arredondo, directora de DABA, les informó que procederían a la eutanasia dado a la agresividad de los perros.


Rosky denunció que sus perros murieron en condiciones crueles, lejos de casa y separados de sus seres queridos, asustados y prácticamente encarcelados.
Reprochó que no le dejaron despedirse de las mascotas, a quien considera “miembros de su familia” y que tenían nueve y seis años de compartir su vida y que servían de apoyo para su hijo con Síndrome de Down.
Consideró que lo que sucedió fue injusto, principalmente, porque ya habían llegado a un acuerdo con la dirección municipal.
“Exijo los cuerpos de mis perros, se encuentran en la Dirección de Bienestar Animal (DABA), así como las evidencias que NO nos enseñaron, donde se mostraban más ataques a perros con supuestamente “dueños”.
Indicó que ella quería dar a conocer el caso de forma pública porque sus mascotas son parte de su familia.
“En mi opinión, considero que cada quién tiene culpa, nosotros por tener la irresponsabilidad de que salieran y los otros dueños por traer a sus perros en la calle sin protección”, comentó.
Sobre el caso y la postura de Rosky que fue difundida por redes sociales, la titular de la dependencia, Alma Arredondo, argumentó que el sacrificio se hizo porque los perros demostraron comportamientos altamente agresivos que, incluso, ponían en riesgo la integridad de sus propios tutores.
Señaló que cuenta con evidencia de que anteriormente los perros habían atacado a médicos veterinarios de la ciudad y que estuvieron involucrados en al menos cinco situaciones de agresión, tanto a personas como a otros animales.
Tras un “estudio exhaustivo” de la situación, se tomó la decisión de sacrificarlos como única medida para “garantizar la integridad de la comunidad” y aseguró que se llevaron a cabo los protocolos legales y éticos correspondientes.
