Entre lágrimas y angustia, banda de “La Chely” recibe sentencia por asesinato

En la sala 12 de Ciudad Judicial, todos escucharon atentamente la maraña de conceptos legales que mencionó la jueza, Evangelina Zúñiga Ortiz, tratando de dilucidar el significado de aquellas palabras, aunque la presentación de pruebas del Ministerio Público, apunta a que el resultado no sería favorable para los acusados.

El juicio oral 104/25 en contra de Félix Iván L.C., Joana Michelle A.G., Jorge G.M., Jaqueline Seremi B.A., Michelle Angélica P.V., identificada como “La Chely”, y Edgar R.R., por el delito de homicidio calificado agravado, estaba a punto de terminar ante la resolución de la autoridad tras semanas de juicio.

Michelle Angélica, señalada como la líder de una facción criminal de los “Artistas Asesinos”, quien fue detenida en la ciudad de El Paso, Texas, por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), permaneció inquieta durante gran parte de la audiencia.

Mientras su abogada daba sus alegatos de clausura, y durante la explicación de la jueza para su resolución, se acomodaba constantemente el cabello; deshacía y hacía su cola de caballo tratando de mantener su cabello quieto, aunque en su mirada, que recorría toda la sala, predominó la ansiedad.

“El Querubín”, Edgar R.R., juntó sus manos y profirió breves rezos antes de que la jueza terminara de dar su explicación; mientras, desde la capital del estado, vía remota, se observa en una pantalla que Jorge y Félix Iván estaban atentos desde su celda, en el penal de Aquiles Serdán.

Por su parte, “La Jacky”, o Jaqueline Seremi, solamente mira hacia al frente, directo a la jueza, sin moverse. Cuenta con un abogado particular, y parece convencida de que podría conseguir su libertad, aunque el relato del testigo protegido, así como el resto de evidencias, señalan que efectivamente tiene una relación con el resto de los imputados.

Sin embargo, no se estableció que ella, de manera directa, hubiera golpeado o participado en el homicidio de la víctima o en los actos posteriores: La mutilación del cuerpo y el abandono de los restos en un terreno baldío.

La jueza se hizo cargo del argumento, presentado por su defensor. No obstante, resaltó que esa relación, y el hecho de que ella tuviera conocimiento de lo que estaba sucediendo, la hacía también plenamente responsable del homicidio cometido en contra de Jorge Rentería Rodríguez, la tarde del 5 de diciembre de 2023, al interior de un domicilio en la colonia Hacienda de las Torres Universidad.

Al escuchar esa manifestación, el sonido del llanto se adueñó de la sala, “La Jacky” se recargó sobre sus piernas, en posición fetal, y se rompió frente a la jueza.

Mientras explicaba los detalles de la audiencia de individualización de sanciones, los sollozos se incrementaron. A su lado, “La Chely” trataba de consolarla, pero en su mirada también se notaba la tristeza de saber que tendría que pasar los próximos años en prisión.

Los policías procesales se prepararon para el término de la audiencia y sacar lo más rápido posible a los acusados.

Mientras el público era desalojado de la audiencia, los familiares de los sentenciados esperaron hasta el último momento para despedirse y consolar, aunque fuese con la mirada, a quienes enfrentarán un cúmulo de años de cárcel todavía no determinado.

Las muestras de ADN claves para la sentencia

En su explicación de su determinación, la jueza señaló que el Ministerio Público logró demostrar más allá de toda duda razonable que los imputados, de manera organizada y con un reparto en las actividades, habían cometido el asesinato de Jorge Rentería Rodríguez.

Según el testimonio del testigo protegido, la tarde de aquel 6 de diciembre, Michelle Angélica había seducido a la víctima y lo había llevado hasta la casa donde lo mataron, incluso, pagándole un “Uber” para que llegara de forma más cómoda.

Una vez ahí, la víctima pasó un momento a solas con la imputada en la sala de la casa, no obstante, señaló que todo era parte de una trampa montada por los imputado, quienes lo sorprendieron y, con armas en mano, lo amarraron de manos y pies y comenzaron una tortura física y psicológica.

Por medio de una videollamada que realizó “La Chely” con una persona al interior del Cereso, cuestionaron al imputado acerca de las razones por las que había puesto una demanda.

El testigo recordó que el hombre le pidió perdón al de la videollamada diciendo que no sabía lo que hacía, que no iba a pasar de nuevo, pero sus suplicas solo dieron como resultado una golpiza en todo su cuerpo por parte de los hombres, así como burlas por parte de las mujeres que estaban en la casa, entre ellas, quien lo había seducido.

A lo largo de tres horas, el testigo mencionó que los imputados estuvieron tomando cerveza, drogándose con cocaína y realizando diversas videollamadas, en las que pedían “luz verde” para cometer torturas en contra de la víctima.

Antes de cometer el asesinato, los imputados se colocaron bolsas de supermercado en los pies y cubrieron sus manos con guantes de látex, unos de color rojo, de cocina, y otros blancos.

En ese tiempo de descanso, señaló, llegó “La Jacky”, quien portaba un arma de fuego y era acompañada por “El Diablillo”. Ellos llegaron, tomaron cerveza, se drogaron y se fueron, enfatizando que “quedaban pendientes” de cualquier posible intervención de la policía.

Al final, el cuerpo de la víctima fue movido a una regadera, la mitad dentro y la otra afuera. Con un cable eléctrico, “El Checo” (Félix Iván) y “La Chely” intentaron asfixiar a la víctima, mientras otra mujer, identificada como Paola, saltaba encima del cuerpo del hombre, tratando de sacarle el aire.

La víctima no murió al instante, pero si perdió el conocimiento. Dejó de tener signos vitales cuando “El Checo” le clavó un cuchillo en el cuello y se desangró, mientras le cortaban la cabeza.

Después de que falleció, se inició la carnicería, aunque intentando borrar la evidencia.

El testigo afirmó que, al mismo tiempo que cortaban el cuerpo en partes, utilizaron el agua de la regadera, así como productos de limpieza como cloro y pinol, en un intento por limpiar la evidencia, así como las armas que usaron para que no quedará huella de la sangre en el piso de la casa.

Utilizando bolsas de plástico negro, así como una cobija roja con dorado y amarrada con un cable, se llevaron los restos de la víctima hacia un automóvil, en el que llegaron hasta el cruce de las calles Hacienda El Remanso y Libramiento Regional, donde abandonaron los restos la madrugada del 6 de diciembre de 2023.

Si bien, para la juzgadora el relato del testigo era parte de un testimonio singular, con el que no se podría determinar responsabilidad penal a los imputados, detalló que había evidencia suficiente para respaldar su versión.

En específico, citó los dictámenes en genética forense, que encontraron que el ADN de los restos hallados la mañana del 6 de diciembre en el lote baldío por agentes ministeriales, coincidieron con manchas de sangre localizadas al interior del domicilio de Hacienda de las Torres Universidad en un cateo hecho el 12 de diciembre de 2023.

También coincidió con el hallado en un corazón humano que estaba dentro de una caja de cartón en una casa que fue intervenida por agentes ministeriales en el fraccionamiento Sierra Vista.

De acuerdo con la versión presentada por el Ministerio Público, los imputados habrían confesado que el órgano había sido extraído de la víctima como un sacrificio en honor a la santa muerte.

La defensa trató de desacreditar el testimonio del testigo protegido, señalando que se trataba de una versión inverosímil, sacada de una película, con la que intentaba culpar a otros para evadir su responsabilidad en el homicidio.

Sin embargo, la jueza respondió que el testigo declaró con miedo, sabiendo de las potenciales consecuencias de sus actos y que, en su momento, fue amenazado por los miembros de la banda para que participara en este y otros homicidios.

De negarse, dijo, su esposa o cualquier miembro de su familia podría sufrir una muerte similar.

Además, resaltó que los argumentos y pruebas presentadas por la defensa fueron insuficientes para desvirtuar la versión presentada por la Fiscalía General del Estado (FGE), por lo que no tuvo más opción que establecer la plena responsabilidad penal de los seis imputados.

La autoridad fijó para el próximo viernes 26 de diciembre la audiencia de individualización de sanciones, en la que dará a conocer el tiempo que los responsable deberán permanecer en prisión.