Un hombre que falleció en la esquina de las calles La Paz y Miguel Ahumada, en la zona centro de la ciudad, permaneció tirado durante seis horas porque la Fiscalía General del Estado (FGE) se negó a levantar el cuerpo, por ser sospechoso de Covid-19.
El hecho fue reportado a las 9:00 horas de la mañana, tiempo en que agentes municipales tendieron un extenso cordón de seguridad mientras llegaban los agentes de la Fiscalía a revisar el cuerpo.
Los policías municipales recabaron información en las inmediaciones y se enteraron que el hombre fallecido, de 65 años de edad, estaba clasificado como sospechoso de estar contagiado, por lo que abandonaron la escena y dejaron el cadáver cubierto con una sábana.
A las 10:30 horas arribaron al lugar un par de agentes de la Fiscalía pero se negaron a revisar el cuerpo y a observar la zona en la que el hombre quedó sin vida, por lo que se quedaron expectantes y a distancia.
Cerca de las 11:00 horas, llegó una hermana de la persona fallecida, quien confirmó la enfermedad de su pariente y pidió a los agentes que la ayudaran, a lo que los policías se negaron
Para esa hora el cordón de seguridad ya rodaba por el suelo y los peatones iban y venían a unos cuantos metros de distancia del muerto, quien murió sentado y recargado en un muro, en medio de puestos de fritangas y otros establecimientos comerciales.
«Lléveselo usted señora (al muerto), es mejor, si no le va a salir más caro con los trámites y su pena va a ser más dura»…Los agentes «terapiaban» a la hermana en un intento de convencerla y librarse de las maniobras que deberían realizar.
A las 14:00 horas, el sitio y sus inmediaciones ya eran una verbena popular y comercial: vendedores de papas fritas, burros de cinco pesos, de cerrillos y de transeúntes, que rodean el cadáver para no tropezar con él.
A esa hora, llegó a toda velocidad una carroza de una funeraria, con dos empleados que viajaban en los estribos de la camioneta y apenas bajar, realizaron negociaciones para el levantamiento del cuerpo.
Segundos después, al lugar llegaron agentes de la funeraria Ríos, quienes entraron en disputa con sus colegas del ramo: ocho mil pesos sin importar las medidas de seguridad, la primera; 15 mil pesos con todo el protocolo de protección, la segunda. Ganó el precio.
A las 15:00 horas los empleados de la funeraria sin nombre levantaron el cuerpo, sin mayor protección de unos guantes, sin overol y sin cubrebocas.
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