En el Día de Muertos, rememoran momentos con Ismael, a un año de su asesinato

A unos días de que se cumpla un año del homicidio del fotoperiodista Ismael Villagómez Tapia, su familia se ha reunido para elaborarle un altar del Día de los Muertos.

Se encuentran dos de sus hijos, su esposa, una de sus hermanas y su madre.

En plática con Norte Digital, mencionan que esperan que el alma de “Tiger”, como también se le conocía, repose, pero también que en esta tierra se haga justicia, porque quienes le arrebataron la vida no tenían derecho a dejar a varios seres humanos sin su padre y a una familia completa destrozada.

Por eso buscan que no sea exonerado ninguno de los tres sujetos que llegaron a ser involucrados –Jesús Adrián C.L. alias El Monky, Carlos Miguel H.H., así como

Joan Eduardo C.B. (éste último es señalado como quien facilitó el arma de fuego).

Pretenden que los hombres paguen con prisión ejemplar lo que hicieron aquella madrugada del 16 de noviembre del 2023.

Para Ismael, la noche anterior era un día como cualquiera, porque aparte de trabajar para un medio de comunicación local –El Heraldo de Juárez– durante el día, por las tardes y hasta la madrugada, daba servicios de transporte privado en un vehículo.

Había estado en su hogar con su familia, jugando con su hija de 11 años, a quien se negó a llevar con él cuando en eso le apareció un viaje. Era común que lo acompañara a la hora de trabajar, pero aparte de que era noche, la pequeña estaba algo enferma y se optó porque se quedara a descansar.

Salió Ismael de su casa, sin saber que ya no regresaría.

Lágrimas ruedan

Mientras reviven lo ocurrido, resulta inevitable que los sentimientos empiecen a removerse y las lágrimas afloran.

A cada uno de los presentes, se les humedecen sus ojos en algún momento y de repente dejan rodar las gotas cristalinas por sus mejillas.

“Aún no lo superamos ni lo creemos, sí nos hace mucha falta”, dice Adriana, quien solo alcanza a decir eso y ya le es imposible continuar con la plática.

Luego, doña Alicia, la madre de Ismael, es quien continúa. Se adelanta a recordar que su hijo era un apoyo seguro para la familia, que estaba siempre dispuesto a ayudar en cualquier problemática que se presentara.

La mujer se remonta muchos años atrás y menciona que cuando Ismael empezó con la espinita del periodismo, ella se opuso. Le dijo que a eso no, “porque los mataban y mejor se dedicara a la maquila”. Recuerda que le contestaba: “Ay, amá, no se apure, cuando le toca a uno, le toca’, esas eran sus contestaciones”.

“Nos quitaron muchos momentos”

Alicia, una de sus hermanas, anota que Ismael era muy familiar, que por eso les ha calado tanto su ausencia, ya que estaban muy apegados con él.

Menciona que era factor de unidad en todo momento, porque se encargaba de reunirlos para todo, incluidas visitas a la alberca, al cine, a comer o a la feria.

“Nos quitaron muchos momentos, es por eso que se nos hace muy difícil, porque… todo, todo, todo y… vino la feria y (pensábamos) ya no va a ir con nosotros y ni fuimos, ni nos da ánimos”, afirma.

“Su niña cumplió los 11 años y se nos hizo horrible que él no estuviera”, subraya.

Necesitaba dinero para reparar auto y para sacarse una muela

La esposa de Ismael recupera el aliento y ya puede continuar. Comenta que el 15 de noviembre del año pasado, “Tiger” se tenía que ir a trabajar y su hija Ariadna quería irse con él, como lo hacía regularmente, sin embargo, tenía viruela y consideraron que no era conveniente sacarla.

Él acababa de llegar de Ahumada, de una cobertura periodística.

“Llegó y nos trajo quesos y se sentó un rato aquí (señala un sillón), estuvo jugando con la niña y luego ya le salió un viaje y se salió y pues ya lo demás ya lo sabe”.

Según mencionan, Ismael tuvo que recurrir a ese segundo empleo, para poder juntar dinero para reparar la transmisión de su vehículo.

Consiguió prestado el auto con un sobrino y con ese estuvo laborando como chofer, con el objetivo de juntar 16 mil pesos, pero apenas tenía dos semanas cuando ocurrió la tragedia y fue poco el recurso que reunió.

Además, necesitaba dinero para hacerse una cirugía de muela y con el salario de periodista no le alcanzaba.

El fatal momento

Doña Alicia estaba en su domicilio, cuando agentes ministeriales llegaron en una camioneta preguntando por Ismael, que si lo conocía. Una vez que se identificó como su madre, no le dijeron nada, sino que pidieron hablar con alguien más y fue a la otra Alicia a quien le dijeron lo ocurrido.

Al sobrino, al dueño del automóvil, le mandaron hablar y fue él quien reconoció las fotografías del cuerpo de Ismael, recargado en el asiento del vehículo, el cual quedó en el cruce de las calles Artículo 27 y Sinaloa de la colonia Fronteriza Alta.

“Gritó, dijo ‘¡noooo!’, y ya se puso a llorar cuando le enseñaron las fotos”, dice.

Cambian a fiscal que lleva caso de periodista

Acerca de la audiencia contra los detenidos por el homicidio de Villagómez Tapia, explicaron que se pospuso la fecha y están esperando que les definan.

Mencionaron que les preocupa que cambiaron a la fiscal que llevaba su caso y no han tenido comunicación con la nueva. El cambio se hizo desde el pasado 15 de octubre.

Dijeron que les preocupa que no esté tan “empapada” de la carpeta y que no se haga la acusación como debe ser, a fin de que sean castigados con más de 50 años de cárcel, como corresponde a quien asesine a un periodista.

Subrayaron que buscan que se sancione a los tres presuntos implicados, tanto a los dos que subieron al auto de Ismael, como al que facilitó el arma, ya que además del domicilio de este último fue de donde pidieron el automóvil de alquiler.

Agregaron que, a la desdicha de haber perdido a su ser querido, se sumó el hecho de que no tenía ningún seguro de vida por parte de la OEM para la que trabajaba y además a un año del hecho, no han podido siquiera entregarles el finiquito que le correspondía.