La especialista en temas internacionales Guadalupe Correa Cabrera, insistió en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere posicionar nuevamente a dicho país como una potencia hegemónica y lo hace a través de la presión a las naciones, como lo es México, donde le impone sus condiciones y éste acepta
Dijo que las órdenes ejecutivas que firmó van encaminadas a lo mismo, tanto las comerciales, de migración o la de nombrar a los cárteles como organizaciones terroristas internacionales.
Afirmó que Estados Unidos necesita redefinir su relación con el mundo, restablecer la hegemonía por lo menos en el continente de Las Américas, por el avance de China en la economía.
Dijo que las órdenes ejecutivas que firmó van encaminadas a lo mismo, tanto las comerciales, de migración o la de nombrar a los cárteles como organizaciones terroristas internacionales.

Anular a China
Señaló que Trump tiene la idea de restablecer su economía y de hacer una especie de sustitución de importaciones en algunos sectores para eliminar la dominación de China en temas comerciales.
Anotó que la aplicación del 25 por ciento de arancel a los productos mexicanos también sería un golpe mortal para Estados unidos, si lo aplica de manera inmediata, porque vendría un desabasto e inflación, pero de igual forma es un instrumento de negociación, como ya ocurrió con el presidente de Colombia.
Sostuvo que en el corto plazo sí puede aplicar los aranceles y ya con esa causa un desajuste en las economías locales, aunque a largo plazo ya no sostendría dichas medidas.

Te digo Juan, para que…
Consideró que lo ocurrido con Colombia es un mensaje a México y el gobierno de México ya aceptó las deportaciones de personas no mexicanas a su territorio, así como el programa Quédate en México.
Correa Cabrera comentó que más allá de los discursos patrioteros que hagan los presidentes de los países, como ocurrió con Andrés Manuel López Obrador y ahora con Claudia Sheinbaum o de otros países, en la práctica se ven obligados a sucumbir ante Estados Unidos.
Señaló que una cosa es lo que se diga en las conferencias mañaneras del Gobierno federal y otra muy diferente lo que sucede en la realidad.
En ese sentido, la académica comentó que la denominación de organizaciones terroristas internacionales para los cárteles mexicanos, es una forma de presionar para que se les combata en México por parte del mismo gobierno.
Dijo que al Gobierno de Estados Unidos le conviene que México entre en un esquema de combate al narcotráfico, además porque le seguirían vendiendo armas y seguirían teniendo una injerencia directa e indirecta en la política de seguridad de este país que a ellos les conviene, eso es una economía belicista.
“Entonces, vamos a desplegar nosotros al Ejército por presión de ellos”, subrayó.

El arma de la negociación
Explicó que una posible incursión de Estados Unidos en México tendría que ser aprobada en el Congreso de dicho país, lo cual no se descarta, sin embargo, considera que lo principal es la presión para que Claudia Sheinbaum haga un despliegue del Ejército mexicano y las fuerzas de seguridad, bajo la conducción de Omar García Harfuch.
Enfatizó que todo es un arma de negociación para Trump, porque consigue sus objetivos de que se frene la migración aquí mismo en México, cuidándoles su frontera sur, que se reciba a los deportados incluso que no sean mexicanos y que se comprometan a tener la categoría de “tercer país seguro” con el programa Quédate en México, como ya se acordó.
Correa Cabrera reiteró que las conferencias mañaneras “se hacen para alimentar a la base”, que son los mexicanos, sin embargo “por atrás se les tiene que decir que sí a los estadounidenses, porque es dependiente de dicho país y es el principal socio comercial, por el tamaño de su economía, donde ellos siempre llevan “la batuta”.
Subrayó que la guerra contra los cárteles la va a hacer México a través de las fuerzas armadas mexicanas, sin embargo, tiene la duda sobre los resultados que se vayan a obtener, al considerar que algo similar ya ocurrió en los tiempos de Felipe Calderón, donde resultó que muchas de las instituciones estaban infiltradas y no se avanzó mucho.
“En realidad cuando le pegas al avispero, sabes lo que pasa, salen las avispas y te pican, va a estar complicado los primeros años”, anotó la especialista en temas internacionales.