El gran campeón mexicano Julio César Chávez anunció anoche a través de una entrevista con el periodista David Faitelson que ya no se llevará a cabo la pelea de “El último adiós”, agendada para el próximo 24 de junio, debido a una lesión que tiene en las costillas y a que sus hijos no están listos para presentarse.
“Informarle a toda la gente que no voy a poder hacer la exhibición definitivamente, no puedo recuperarme de mi lesión en el cartílago del lado izquierdo muy pegado al corazón. Traté de descansar un poco para ver si se regenera el cartílago, pero realmente me ha costado mucho trabajo, no me siento bien la verdad, y no les quiero regalar una mala actuación, no quiero hacer el ridículo”, señaló el ídolo del boxeo.
Sus hijos, mal. Chávez tomó al ‘toro por los cuernos’ y enfrentó la polémica de su hijo Julio Jr., quien a través de unos videos en Instagram señaló que su familia lo quiere volver a anexar, con el fin de repartirse su fortuna.
“Y también informarles que (…) ha habido muchos rumores sobre una recaída de Julio, unos videos que andan ahí divulgándose, que Julio también grabó … mi hijo Julio, como todos saben acaba de salir de un programa de recuperación, estuvo un año internado y, desafortunadamente, sufre de depresión, se tomó un ansiolítico, tenía dos días sin dormir y empezó a delirar, se le inflamó el cerebro y volvió para atrás, haz de cuenta que volvió a consumir, pero sin consumir, pero como es adicto, se tomó tres y eso le hizo ya detonar, y empezar a recordar cosas del pasado … y empezó a hablar puras pendejadas, que es lo que hace uno cuando su cerebro se inflama”, aclaró y dijo que mientras tenga vida seguirá apoyándolo.
De Omar, que también se presentaría ese día dijo “que no ha querido entrenar… yo esta exhibición la iba a hacer para ver el regreso de mi hijo Julio, limpio, sin una sustancia en el cuerpo y retirarme de una forma bonita y llevarme ese recuerdo”, pero ya no podrá ser.