Este ha sido un verano de mucha poesía y en este tenor, ahora les hablaré de otro poemario. Alí Calderón (Ciudad de México, 1982) es un poeta y crítico literario mexicano, es Doctor en Letras Mexicanas por la UNAM, miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 2013, ha recibido varios premios, entre los que se encuentran los siguientes: Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde en 2004 por Imago Prima; Premio Latinoamericano de Poesía Benemérito de las Américas 2007 por De ser en el mundo; en 2014 recibió en China y Estados Unidos el Poetry East-West Award. Sus libros de ensayo: La generación de los cincuenta (2005), Del poema al transtexto. Ensayos para leer poesía mexicana (2015), Piedras para una poesía trasatlántica (2017), Poesía panhispánica. Apuntes para una constelación (2021). Actualmente es profesor de literatura en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
En esta ocasión les hablaré un poco de El sin ventura Juan de Yuste (2024), de Alí Calderón, y les digo un poco porque se trata de un libro complejo, a pesar de ser un libro de unas sesenta páginas más o menos. En la cuarta de forros, Mijail Lamas señala que se trata de un libro que habla de un conquistador que cae en manos de la resistencia indígena en 1520, es decir, esta historia se ubica esta antes de la caída de México Tenochtitlan; sin embargo, para dar cuenta de ella, Calderón ha creado, empleando otra citando a Lamas, “un arriesgado monstruo verbal”, en el mejor sentido de la palabra, ya que el libro remite al lector a las crónicas de conquista, a saber, emplea un lenguaje parecido al que se halla en las cartas de relación de Hernán Cortés, en las crónicas de Bernal o de otros cronistas. A ello se suma el empleo de diferentes formas poéticas e incluso de lenguas indígenas como el náhuatl y el totonaco.
¿Nos obliga Calderón a recurrir la Historia de la Conquista de México para comprender su libro? No nos haría daño, pero podemos sumergirnos en esta máquina del tiempo que presenta Alí Calderón para imaginar ese momento convulso, ese choque entre mundos tan distintos, como las lenguas mismas, la colisión de culturas de las que nosotros somos el resultado, con sus virtudes y vicios. Antes de cerrar la entrega les dejo unos versos en que el protagonista habla: “Soy Juan de Yuste/ Soy el postrer cristiano de la tierra/ Vuelan derredor/ pajarillos raudos/ Ya parece una franja de luz al horizonte”.
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