Para hablar de uno de los grandes temas de la literatura: la muerte, es necesario matizarlo, cotejarlo, acompañarlo con la vida. Y esto es lo que justamente hace Elisa Díaz Castelo (Ciudad de México, 1986) en El reino de lo no lineal (2020), libro con el cual ganó el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes ese año. Otros de los libros de esta poeta y traductora son Principia (2018, poemario con el que ganó el XV Premio Nacional de Poesía Alonso Vidal), Proyecto Manhattan (2021) y Planetas habitables (2023). También ganó el Premio Bellas Artes de Traducción Literaria en 2019 por Cielo nocturno con heridas de fuego, de Ocean Vuong.
En esta ocasión comentaré grosso modo El reino de lo no lineal, que de entrada hace recordar el poema de Sylvia Plath: “Soy vertical / Pero preferiría ser horizontal”, por esa rebeldía contra lo que históricamente ha sido considerado humano, la verticalidad que sólo suma siglos de violencia y que apuesta la poeta estadounidense a replantearse, a volver a cierto origen o proponer otro, desde la vida y la muerte. Así, Díaz Castelo presenta este libro dividido en dos partes, la primera, “Vuelta”, en la que se intercalan poemas de voces cercanas a la experiencia del morir y al lado, definiciones de la palabra vida, en las que muchas veces no está eso que definen y más bien lo encontramos en el otro lado; para entender mejor la vida, parece sugerir la poeta mexicana, hay que estar lo más cerca posible de la muerte.
La segunda parte, “Ida”, trata de una serie de poemas en los que el personaje Orfelia desarrolla actividades cotidianas. Orfelia, cabe decirlo, es una composición entre los nombres Orfeo y Ofelia, el primero que bajó al Tártaro para tratar de regresar al mundo de los vivos a su esposa Eurídice; la segunda, es una mujer que muere ahogada luego de caer al río, así lo describe Hamlet, de Shakespeare.
Como vemos, se trata de un poemario muy rico que bebe de las tradiciones de la poesía y la literatura occidental y que explora formas de la poesía que van del verso libre al poema en prosa, al haikú, a los dísticos y a la definición poética, entre otros. En estas alturas del año es un buen momento para leer El reino de lo no lineal y disfrutar de la poesía.
*Los comentarios del autor son responsabilidad suya y no necesariamente reflejan la visión del medio.