Cuando Rubén “El Potro” Campos era niño y jugaba con sus amigos en la colonia Eréndira, le emocionaba ver las peleas de box que sus familiares veían los sábados por la noche en casa. Le llamaba la atención la técnica utlizada, los guantes y hasta las narraciones de los comentaristas.
Con el paso de los años, en la secundaria, un día a la hora de la salida se peleó con un adolescente, y ahí se dio cuenta que tenía poder en la pegada. Luego hubo otro tiro del que todavía recuerda que bastaron tres derechazos para que su contrincante quedara en el suelo.
Campos tiene hoy 26 años y su golpe favorito es el gancho al hígado. Lleva cinco combates profesionales, todos ganados por la vía del cloroformo. Es peso supermediano, que va desde los 72.5 hasta los 76.2 kilos.
“De niño veía los agarrones que se daban en las tradicionales peleas sabatinas, y comencé a imaginarme cómo me vería yo peleando, y las cosas se dieron solitas, primero cuando me di cuenta en la secu que era bueno para los trancazos y después, cuando conocí la disciplina del box, supe que a eso me iba a dedicar”, relata en una entrevista con con Norte Digital.
Para Rubén Campos el deporte en una ciudad como Juárez es muy importante, sobre todo porque aleja a la juventud de los riesgos que conllevan las pandillas.
El boxeador juarense recuerda los tiempos en los que caminaba a los 13 años en la calle Oro, sin que nadie lo molestara.
“Mi niñez fue muy bonita, en la Eréndira nunca nos metíamos en problemas con nadie, yo recuerdo que nos íbamos caminando a la Oro y conocíamos, pero eran otros tiempos, ahora está un poquito difícil la cosa, por eso bueno hacer cosas positivas, y el box es una de ellas”, añade.
El peleador fronterizo llamó la atención de comentaristas en el Pepsi Center WTC de la Ciudad de México, tras su victoria sobre Israel “El Chito” Resendiz. Pese a la altura de la capital del país, se le observó sobre el cuadrilátero muy rápido y seguro.
Don Abel y Jesús Contreras son sus entrenadores, dos hombres pugilistas con bastante experiencia en Juárez.
“De ellos dos he aprendido lo importante que es la sencillez y la humildad. En nuestro gimnasio se vive un ambiente fraterno y nos ayudamos con consejos, trabajamos muy agusto”, cuenta el deportista.
Llegar a cinco peleas ganadas por nocaut no ha sido fácil, porque ahora todo en su vida es disciplina.
“Cuando subo al ring entrego todo, porque me gusta darlo todo, cada esfuerzo, para que la gente disfrute también del espectáculo, y para eso entreno todos los días, corro muy temprano y terminando me voy a entrenar con las perillas y todo lo demás”, contó.
Rubén se levanta todos los días a las 6:00 de la mañana y se prepara un desayuno ligero, compuesto por unas claras huevos y un café negro. Una hora después llega al lugar en el que corre para trotar entre 45 y 60 minutos. A las 8:00 de la mañana ya está en el gimnasio, donde pasará otras dos horas con manoplas, costales, estrategias de contragolpe y trabajos de coordinación.
SUS ÍDOLOS
Es admirador de boxeador ucraniano, Vasyl Lomachenko, quien fue campeón mundial pluma de la WBO y superpluma de la WBO, además campeón mundial de la WBA, WBO, y WBC Peso Ligero hasta el 17 de octubre de 2020. El europeo tiene su récord en 16-2 con 11KO.
“Me gusta mucho la pegada de Vasyl, es zurdo, y cómo se mueve en el ring, sus ataques y la defensa, es muy sorpresivo, algo muy importante en esto del box”, explica el de la Eréndira.
Entre sus ídolos se encuentra Julio César Chávez, a quien considera mucho mejor peleador que Saúl “El Canelo” Álvarez.
“Julio César fue un guerrero, alguien que siempre peleó con los mejores, es mi ídolo, su nocaut era fabuloso, tenía una gran capacidad para poner fuera de combate a sus rivales con el poder de sus puños”, dice mientras alza los suyos en señal de combate.
A nivel local, dice que le llama la atención cómo ha crecido el fronterizo Bryan ‘El Niño Maravilla’ Flores, quien tiene la misma edad que él, y marcha invicto y se acerca cada vez más a la parte alta de las clasificaciones mundialistas.
AMOR POR JUÁREZ
“Yo quiero poner el nombre de mi ciudad en lo alto, porque Juárez es una ciudad que me ha dado todo, es una ciudad amigable, y por eso sueño con un campeonato mundial, lo soñé de niño y estoy poniendo todo mi empeño para lograrlo”, asegura el boxeador.
Para “El Potro” no hay nada como el deporte para sacar adelante a una comunidad.
“Tener una actividad como el box, o como cualquier otra en el deporte, te ayuda a enfocarte en las cosas positivas, estar siempre enfocado en una meta, en un objetivo, eso te ayuda como ser humano, y serás un mejor ciudadano”.
Campos espera rival para el 14 de octubre en el Neri Santos, por eso ha redoblado sus entrenamientos.
El 14 de octubre se enfrentará a un rival todavía desconocido en el Neri Santos. Será su sexta pelea y también la quiere ganar por nocaut.
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