Es licenciado en Educación Física, fue instructor de coros, obtuvo una maestría en la Normal Superior, además de ser conferencista, catedrático tanto de la UACH, como de la UACJ, en esta última como investigador. Se llama Joel Rosales Chávez y desde ayer su nombre quedó inscrito en la Rotonda de los Maestros Ilustres.
También se ha desempeñado como locutor del programa Esencias y ha obtenido premios como la mejor clase en el 2016 y la medalla de reconocimiento por su clase en tiempos de la pandemia, “Lee tú y juega”, misma que solo tres docentes recibieron.
En el marco del Día Mundial del Docente, que se celebra el 5 de octubre desde 1994, fue develada la placa en honor al profesor Joel Rosales Chávez.
El profesor Manuel Quiroz Carbajal, secretario general de la Sección 42 del SNTE, dijo que el maestro premiado es un ejemplo de vida, ya que de 72 mil maestros federalizados obtener ese reconocimiento significa que ha hecho un buen trabajo.
Durante el homenaje, Joel Rosales, expresó que tenía muchas emociones encontradas, pero que tenía mucho agradecimiento con Dios, quien era el arquitecto de la vida, y agradecía, además, a su familia.
“En el 2014, en la Rotonda de los Maestros Ilustres, entronizaron a mi hermano, me hubiera gustado que viviera lo que yo, que fuera en vida”, expresó con la voz entrecortada, palabras que arrancaron los aplausos de los presentes.
Agregó que su placa es un legado que queda para él y su familia, además de muchas personas, entre ellos sus alumnos, los que calcula que a lo largo de su vida fueron más de 500 personas que seguramente les impartió alguna clase, no sólo en primaria, sino a nivel universitario e incluso a algunos maestros con capacitaciones de diverso tipo.
Citó al gran filósofo griego Aristóteles, quien en su tratado “Poética”, habló sobre la tecné, “saber hacer”, “-ya que está tatuada la filantropía en servir con lo que se sabe, ya que no es solo mental, sino en la acción-”.
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