La actualización del Plan Director de Desarrollo Urbano Sostenible (PDUS), el cual marca los lineamientos técnicos y jurídicos del crecimiento urbano de nuestra ciudad, reconoce retrocesos, oportunidades y grandes desafíos que los juarenses enfrentaremos durante los próximos veinte años.
El Municipio, a través del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), presentó una propuesta que se encuentra en la etapa de consulta pública, con la finalidad de que los juarenses participen en la actualización de dicho instrumento que tiene un horizonte de planeación hasta el año 2040.
El documento, que puede consultarse en la dirección electrónica del IMIP (imip.org.mx), contiene diversas modificaciones a la estrategia de desarrollo de la ciudad, que de entrar en vigor en febrero o marzo del próximo 2024, supondría mejoras en la calidad de vida de la población.
Compactación vs dispersión
En la última década, el espacio territorial de la ciudad creció más que su población. Los analistas del IMIP identificaron que en los últimos treinta años, la superficie de la ciudad se expandió y dispersó en mas del doble, incrementando su territorio de 14 mil 49 hectáreas en el 2009 a 34 mil 642 hectáreas en el 2020.
Todavía en el 2010, la ciudad medía 30 mil 605 hectáreas que estaban ocupadas por 43.16 habitantes en cada un una; diez años después, en el 2020, la dispersión de la mancha urbana acumuló 34 mil 612 hectáreas y alcanzó una densidad de apenas 43.34 habitantes por hectárea.
En esa década, la dispersión urbana sumó 4 mil 36 hectáreas con un aumento de la población muy poco significativo en comparación con el grado de expansión.
Frente a esta realidad, con la política urbana del 2016, los técnicos del IMIP llegaron a la conclusión de que la ciudad no creció en términos espaciales, no obstante, prevalecieron las mismas condiciones que impidieron avanzar con la densificación del territorio.
Observaron que una de las problemáticas de la ciudad es la gran cantidad de predios baldíos y subutilizados, localizados en la zona de la ciudad donde el Municipio quiere incrementar la población por hectárea.
Por otro lado, el uso industrial se consolidó y se estima que en los próximos años la inversión privada se incrementará.
Que la ciudad no siga “engordando tierras”
De cualquier forma, los urbanistas consideraron que el nivel de densificación deseado no se alcanzó debido a que fueron escasos los conjuntos urbanos y habitacionales que se construyeron.
Derivado de lo anterior, explicaron que el PDUS contiene 98 polígonos de actuación, de los cuales aún quedan más de 40 sin desarrollar.
La propuesta del IMIP considera afianzar el paso que nos llevó a avanzar en la contención del crecimiento de la ciudad dispersa, aislada y desconectada, para que el Gobierno de la ciudad genere incentivos fiscales y criterios que alienten el desarrollo deseado.
Proponen facilidades para propiciar la construcción de vivienda en zonas de la ciudad más equipadas, y con más y mejor infraestructura para diversos estratos sociales, como una de sus principales estrategias contra la dispersión.
Con el propósito de intensificar la ocupación del suelo, también se plantea la propuesta de que los propietarios de los predios paguen al erario público una sobretasa acumulable anual en el impuesto predial.
Funcionarios del IMIP consideraron que si estos predios no se desarrollan, lo único que estamos provocando son más problemas a la ciudad.
El reino de la maquila durará otros 20 años más
Actualmente, Ciudad Juárez se encuentra sobre una superficie construida y urbanizada que asciende a 39 mil 908 hectáreas; además de otras 19 mil 662 hectáreas autorizadas para que se puedan llevar a cabo proyectos de desarrollo.
Es tanto el suelo disponible que, entre 2007 y 2016, solo se ocuparon mil 191 hectáreas, de acuerdo con el diagnóstico del IMIP.
Sin embargo, las perspectiva de los urbanistas es que se intensificarán las inversiones de la industria maquiladora en los próximos veinte años.
Para ello promueven el establecimiento de un corredor industrial en el surponiente de la ciudad y el desarrollo de la llamada “ciudad Vallina”, al extremo norponiente; además de las oportunidades que plantea la atracción turística de Samalayuca y el corredor que conforma el Puente Internacional Guadalupe-Tornillo en el Valle de Juárez. Esta estrategia de intervención se considera a mediano y largo plazo.
Particularmente la actualización del PDUS propone la continuidad del instrumento que tiene vigencia desde 2016, en materia de administración de las vastas reservas autorizadas para el crecimiento de la ciudad.
Al respecto, se plantea que se mantenga la incorporación, autorizada el 2020, al crecimiento de la ciudad, de la zona de Los Kilómetros, Lomas de Poleo y algunas áreas del Valle de Juárez.
También incluyeron la totalidad de la superficie del Plan Parcial de El Barreal, Plan Parcial Independencia 21 y se agregaron dos planes maestros: Border Park y Hacienda Milenio.
Una de estas incorporaciones que busca retomar esta nueva estrategia, es la incorporación de una franja de mil 500 hectáreas, Corredor Jerónimo, con el que se pretende conectar la Plataforma Logística Border Park, planeada al surponiente de la ciudad, con la zona del cruce internacional Jerónimo-Santa Teresa donde los investigadores del IMIP tienen identificada una fuerte tendencia de desarrollo al poniente de la ciudad.
También se proponen cambiar la vocación de tres áreas: la zona de integración ecológica que se propone orientarla a criterios de uso de suelo habitacional.
Asímismo busca que se potencialice el uso de suelo en el corredor Talamás Camandari, al suroriente da la ciudad, como una zona de establecimiento de actividades industriales.
En esa misma zona, sobre la avenida Miguel de la Madrid, se planea el crecimiento de una franja de un kilómetro al sur, orientada a servicios industriales, también como límite de crecimiento del centro de población.
En esta zona descartaron la construcción de vivienda por los escurrimientos pluviales, así como la conservación de diversos puntos donde se acumula el agua de lluvia, en forma de lagunas, en el polígono de El Barreal.
En esta nueva vocación que los urbanistas proponen que esta franja industrial que crecerá en los próximos años, sirva como un muro de contención de la expansión de la mancha urbana.
Las alertas están presentes en el nuevo PDUS
Sin embargo, consideraron que la ciudad se encuentra en una etapa delicada como en el tema hídrico y energético, y tienen que ser tomadas en cuenta de manera inmediata.
Con respecto a la oferta de vivienda, vieron que todavía muchas de estas propiedades se encuentran abandonadas, sobre todo en la zona del suroriente, además que esta problemática está estrechamente relacionada con el tema migratorio en la frontera.
Los urbanistas de la ciudad ven esta situación como un problema muy serio que no se ha podido resolver.
Plantean que la estrategia de movilidad sea uno de los ejes del desarrollo de la ciudad, y por este motivo propusieron que se implemente, por ser uno de los seis ejes fundamentales que determinan el desarrollo sostenible de la ciudad.
Con respecto al cumplimiento de este derecho humano, reconocieron que no se han alcanzado los beneficios esperados, pese a que en los últimos años se construyó infraestructura que responde a la jerarquía de la movilidad sostenible, la cual prioriza al transporte no motorizado y al sistema de transporte público, por encima del vehículo particular.
El IMIP insistió en que se conecte la red de ciclovias al sistema del carril confinado de transporte público de pasajeros.
Este sistema se encuentra dotado con una capacidad instaladas para ofertar 150 mil viajes de personas diariamente.
Ocho ciudades en una
En cuanto a las condiciones prevalecientes en el territorio urbano, los urbanistas identificaron zonas con problemáticas muy diferentes entre sí.
La parte norte-centro y la zona de integración ecológica nororiente, son las más privilegiadas porque concentran el mejor equipamiento y servicios, además de las mejores condiciones de vivienda; a diferencia de las zonas que se encuentran alrededor y en la orilla de la mancha urbana, tales como el poniente, norponiente, sur y suroriente donde prevalecen grandes déficits de equipamiento, conectividad y movilidad.
Los investigadores urbanos propusieron una política de desarrollo para la atención diferenciada de cada escala, con la finalidad de que se diseñen políticas de intervención prioritaria.
A pesar de que el PDUS del 2016, consideró la implementación de esta política diferenciada, es conveniente sostener esta estrategia durante los siguientes diez o veinte años, hasta alcanzar condiciones de consolidación urbana muy diferentes a las prevalecientes actualmente, establece el nuevo documento.
Sin embargo, consideraron que contuvieron la expansión y se lograron algunas mejoras, pero aún así se tiene que trabajar en la misma línea hasta alcanzar el objetivo.
Para ello, propusieron que en los asentamientos localizados en la orilla del suroriente de la ciudad, se mantenga la tendencia a la atención del equipamiento, desarrollo de vivienda, el tema de movilidad y la atención a la problemática social relacionada con la inseguridad y la violencia intrafamiliar.
En el surponiente, diagnosticaron que continúan los rezagos en equipamiento e infraestructura .
El IMIP plantea que en esta zona periurbana se mantenga la estrategia de autorización de la Plataforma Logística Border Park, promovida en el 2015 y 2016, la cual también servirá como uno de los límites al crecimiento controlado de la ciudad.
La zona norponiente también presenta las mismas necesidades de equipamiento, vivienda, normatividad e infraestructura.
Crecimiento se ha desbordado en la periferia
El diagnóstico presentado en la primera audiencia pública, definió que hoy en día la mayor parte del suelo construído en la ciudad se desbordó de manera desordenada hacia el poniente de la ciudad.
Lo anterior se debió a que en esos años no hubo oferta de vivienda de interés social y los asentamientos irregulares proliferaron en los últimos años.
Respecto al crecimiento industrial, diagnosticaron que el circuito vial periférico se consolidó con actividades de la industria maquiladora, principalmente en la avenida De las Torres donde las compañías existentes ampliaron sus operaciones.
La mirada de los planificadores puesta en el 2040, es que Ciudad Juárez debe continuar en el camino que marca el PDUS del 2016, con respecto a la continuidad de la densificación de la ciudad; pero, debe ser con un criterio de sostenibilidad mediante el cual se armonice la propuesta de abrir el crecimiento de nuevas zonas de la ciudad, sin comprometer los recursos naturales con los que contamos.
Finalmente, la iniciativa –que incorpora los objetivos del desarrollo sostenible de ONU Hábitat–, hace hincapié en que se dejen de autorizar los cambios de usos de suelo para que se pueden desarrollar usos de suelo mixtos de vivienda, equipamiento e industria y pide la actualización del Plan Maestro de Aguas pluviales que tiene una antigüedad de 20 años.