La falta de conciencia sobre su conservación y el uso racional, nos acerca cada vez más al llamado “Día Cero”, ese momento en que el suministro libre de agua termina y el líquido comienza a ser racionado
¿Cómo concientizar a los usuarios de la posibilidad de llegar al “Día Cero” si no se toman acciones de ahorro y uso racional del agua?
¿Cómo hacerlo en una ciudad que, pese a vivir en condiciones de calor extremo, está acostumbrado a contar con el servicio las 24 horas del día, los siete de días de la semana?
Por Luis Carlos Ortega | 17 junio, 2022
A lo largo de la historia humana, uno de los principales factores para el surgimiento de toda civilización ha sido la disponibilidad de agua.
Desde remotos tiempos, el destino y permanencia de los pueblos ha estado marcado por una estrecha relación con la abundancia o la escasez del vital líquido.
Toda ciudad tiene actualmente una relación estrecha y dependiente con el agua, relación que, sin embargo, ante la falta de conciencia sobre su conservación y uso racional, nos acerca cada vez más al llamado “Día Cero”, momento en el que el suministro libre de agua termina y el acceso al líquido comienza a ser racionado.
En la lista de 189 países del mundo, México ocupa el preocupante lugar 24 en camino a esta condición, el segundo con mayor índice de toda América Latina después de Chile.
Según datos de la Conagua, 42.11 por ciento de los mantos acuíferos del país están sobreexplotados, con muy poca disponibilidad de agua y un ritmo de extracción que excede un 10 por ciento su capacidad de recarga.
Entre los primeros diez estados del país en riesgo de crisis hídrica, Chihuahua aparece en el octavo puesto.
La capital del estado se encuentra desde hace varios años en una condición de disponibilidad sujeta a horarios, y Ciudad Juárez, aún y cuando no llega a ese punto, sí empieza a ser considerada para una medida similar.
Cada juarense consume 320 litros al día
Juárez: anormalmente seco
Factor de preocupación es que, por segundo año consecutivo, el Monitor de Sequía de América del Norte ubica a Juárez como un municipio en condición de anormalmente seco, y con grandes posibilidades de mantenerse en esa situación si la temporada de lluvias no arroja precipitaciones que contribuyan a mejorar el panorama.
Sergio Nevárez, director ejecutivo de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) de Ciudad Juárez no duda en calificar como crítica la situación actual.
Lo atribuye a una combinación de factores adversos entre los que destacan el cambio climático, la fuerte ola de calor, la sequía, y la falta de una auténtica cultura del agua en la población, entre otros.
“Estas cuatro circunstancias nos obligan a tomar medidas urgentes y que la realidad que traemos ahorita es provocada por esas cuatro cosas, aunada a otras cosas más, por ejemplo, la falta de inversión, una infraestructura vieja, falta de cultura del agua, y falta de conciencia… esos son factores presentes en la circunstancia que tenemos ahora con respecto al agua”, señala.
A diferencia de otros municipios del país, las condiciones climáticas extremas de la ciudad obligan a una excesiva demanda de vital líquido durante el verano, una situación que implica la activación, durante los meses de calor, de los 360 mil aires evaporativos existentes en la ciudad.
Cada aire tiene un promedio de consumo de 10 metros cúbicos por unidad al mes, por lo que su uso eleva al doble el consumo normal de una familia.
Lo anterior lleva al tope la capacidad de dotación de los 190 pozos existentes, de los cuales a la fecha trabajan 145, con 40 en condición de reserva, y cinco detenidos, en procesos de mantenimiento y análisis sobre la calidad del agua.
¿Cómo enfrenta una dependencia como la JMAS un nivel de demanda tan elevado?
“Invirtiendo en infraestructura que permite modelar, en base a un modelo de presiones, a dónde se puede mandar más presión y dónde es posible restar presión, a ciertas horas del día”, advierte su titular.
Mantenimiento y grandes pérdidas por fugas
Con una red de más de 6 mil kilómetros de tubería para dotación de agua potable, que el titular de la JMAS califica de vieja en gran parte, la dependencia presenta un alto nivel de pérdida de vital líquido, debido a una gran cantidad de fugas.
Se trata, según el funcionario, de un reto permanente, pues a la fecha se recibe un promedio de 2 mil 200 quejas de fugas al mes, lo que representa atender 74 fugas al día.
“En ese término estamos trabajando muy duro, yo me he echado el compromiso de en un año a partir del mes de julio a julio del año que entra, poder entregar un resultado de una reducción mínima de mil, a través de invertirle en equipo que nos ayude a controlar la fuga, a través de tecnología que nos permite despresurizar y desestresar la red”, señaló.
Una parte de esta situación radica, según el funcionario, en la falta de control de los niveles de presión metidos a la red por efecto del funcionamiento de los pozos, que mantenía estresada la infraestructura, debilitando con el tiempo las uniones.
Esto ha llevado a la dependencia a invertir en nuevos métodos de procedimiento y a la contratación de una empresa dedicada a la medición ultrasónica de los flujos subterráneos de agua, con tecnología de origen israelí, que ha hecho más efectiva la detección de fugas sin necesidad de abrir tramos enteros de calle.
“¿De dónde lo estamos haciendo? De la cartera vencida que estamos recuperando”, comenta el directivo.
A través del Departamento de Cultura del Agua, la JMAS trabaja fuerte para concientizar a la gente de que en las actuales circunstancias el ahorro es indispensable, y que hacer cosas como llenar una alberca con manguera, regar los jardines a deshoras, o barrer la calle con una manguera, entre otras acciones, son actividades que no pueden ser toleradas.
“Todo eso –dice– son circunstancias que nos meten en apuros al resto de la ciudadanía”.
Apagones, fallas eléctricas… así las enfrentan
Uno de los grandes problemas que enfrentan muchas comunidades del norte del país es la estrecha relación que la dotación del servicio de agua tiene con el funcionamiento de la red eléctrica.
Varias comunidades de la zona de La Laguna tienen meses sufriendo las consecuencias de las continuas fallas del servicio eléctrico, tal como lo muestra la situación que se vive en la ciudad de Torreón.
Un megaapagón ocurrido el pasado 30 de mayo, provocó que se apagaran 44 bombas de extracción de agua potable, dejando sin dotación, incluso por varios días, a gran parte de su población. Y el problema es recurrente.
Aunque en una escala no tan extensa, esto ya ha ocurrido en algunas ocasiones en nuestra ciudad, afectando la dotación y la calidad del agua de la red, aspecto que se busca evitar o reducir en todo lo posible con una capacitación en materia de mantenimiento y asesoría por parte de la CFE a personal de la JMAS.
"Sin electricidad no hay agua. Porque nosotros tenemos que arrebatarle el agua al subsuelo y no se la arrebatas como en los ranchos con una noria."
Estamos haciendo un plan de mantenimiento y asesoría por parte de la Comisión Federal de Electricidad para tratar de que suceda lo menos posible”, señala Sergio Nevárez.
Cabe destacar que un reporte con corte hasta el 16 de junio de 2021, planteaba que para ese entonces se habían presentado en la ciudad casi dos mil cortes de servicio, mucho más del doble de los registrados a lo largo de 2020.
Pero en el presente año, la tendencia ha venido un poco a la baja, con solo mil 245 casos hasta el pasado fin de semana.
Alrededor de una veintena de pozos son los que presentan mayor recurrencia de fallas ante esta situación que, según Nevárez, tiene mucho que ver con la sobrecarga que representan la gran cantidad de colgados de la energía eléctrica en sectores como Riberas del Bravo, entre otros.
Recuperar la cartera vencida para retrasar los tandeos
De acuerdo al funcionario, un estudio realizado recientemente arrojó que a Juárez le quedan 15 años de agua disponible antes de que esta deje de llegar con regularidad a las viviendas, lo que deja abierta la posibilidad a la aplicación de “tandeos” o cortes del servicio como se estilan en la ciudad de Chihuahua, durante ciertas horas del día o la noche.
Uno de los grandes retos que enfrenta la descentralizada para contar con recursos destinados a retrasar la llegada del “Día Cero”, es buscar el modo de abatir la cartera vencida que se viene arrastrando desde largo tiempo, lo que la llevó, como primera medida, a una campaña de corte masivo del servicio para quienes acumulan de tres adeudos en adelante.
Y es que a finales de mayo pasado, de las 478 mil cuentas existentes en la ciudad, un total de 20 mil presentaban diversos niveles de rezago, con un acumulado de cobros de 5 mil 900 millones de pesos, deuda que, en algunos casos, proviene de cuentas con hasta 30 años de atraso.
Esto ha llevado a la dependencia a realizar acciones de tipo legal contra quienes evaden conscientemente el pago, que incluyen la incautación y puesta a remate de propiedades con muchos años de adeudo.
Pero a la vez, implementan convenios con deudores con falta de solvencia, cuyo rezago tiene otros motivos.
“La gente ha respondido muy bien, estamos recibiendo muy buena respuesta de gente que se está acercando. Para eso hay convenios, hay descuentos, tenemos una serie de herramientas que le permiten a la gente ponerse al corriente”, indicó.
Otro de los aspectos que la dependencia considera necesario, es implementar campañas de concientización llevadas a las escuelas a nivel masivo, donde se promueva entre los jóvenes la conciencia del valor del agua.
“Nosotros vamos a hacerlo y créanlo que desde la dirección ejecutiva me queda claro el reto que nuestra gobernadora me puso, de llevar el agua a aquellas personas que nunca han tenido servicio de agua”, manifestó.
¿Pero cómo concientizar a los usuarios de la posibilidad de llegar al “Día Cero”, si no se toman acciones de ahorro y uso racional del agua? ¿Cómo hacerlo en una ciudad que, pese a vivir en condiciones de calor extremo, está acostumbrada a contar con el servicio las 24 horas del día, los siete de días de la semana?
“Pues con herramientas como Comunicación Social y los medios de comunicación, abriendo la comunicación y diciéndole de frente. Porque yo siento que en ese aspecto la Junta no ha sido responsable. En su momento evitaron tocar el tema de la crisis hídrica, Yo no lo voy a hacer, voy a hablar claramente del problema que tenemos”, adujo.
El funcionario manifiesta que, si la situación lo exige, está dispuesto a ir al Congreso del Estado, y pedir medidas más enérgicas contra el robo de agua y las tomas clandestinas, un aspecto que ya no se debe permitir, según dijo.
¿A qué nos enfrentaremos los juarenses si no tomamos acción ahora?
“Al tandeo. A que cada quien tenga un tinaco donde mejor le guste ponerlo y guardar agua porque vamos a poner horario. Ojalá y no. Yo estoy trabajando muy fuerte en encontrar nuevas fuentes de abastecimiento, tratando de reducir el consumo promedio a 250 litros por habitante de los 320 que tenemos ahorita. Estamos tratando de bajarlo”, dijo.
Con las acciones que se están realizado, el funcionario confía en que, dentro de unos tres años, la JMAS pueda dar buenas noticias a la comunidad, con un alargamiento de al menos 10 años respecto al plazo que se contempla para la llegada del “Dia Cero” para Ciudad Juárez.