La primera secuencia tiende el tema: la policía entra a un departamento en la que un hombre vive con su hija adolescente, a la que pide vestirse y maquillarse como mujer. Ella lo defiende gritando que está con él por gusto.
Zelda Samson, la protagonista hoy de 14 años, se pone frente a la cámara del zoom para hablar del largometraje. Algo raro para ella si se toma en cuenta que no desea ser actriz, sino astrofísica.
“Es importante tratar el tema y no sólo ver película de diversión. Está bien ver Avatar o Barbie, pero es también importante ver otras cosas y que luego venga la discusión con los adultos. La película la vimos en mi salón de clases y luego la discutimos; la maestra intervenía y yo también, hablamos del tema y eso es lo importante”, comenta.
Cuando realizó el casting nadie sabía de qué trataría la historia. La realizadora optó por no decir nada, temiendo una baja demanda actoral. Fue hasta la segunda ronda que soltó la trama a los elegidos.
“En el anuncio no se hablaba del tema de incesto y en cuanto supe me sentí más motivada y pensé que tratandolo podía ayudar agente que ayudara la situación. De niña había leído algo, pero no me daba cuenta de lo que era realmente. Una tarde con mis padres hablamos de eso y me preguntaron si me sentía bien o mal al hacer la película, pensé lo importante de hacerla”, recuerda Zelda.
La actriz tuvo de cerca una coach que la ayudaba a entrar y salir del personaje en las secuencias y con la directora se reunía una vez por semana para ensayar el guión.