Aunque se encuentra en ruinas y abandonado, el edificio de la estación de radio XEJ aún se mantiene en pie, como los viejos árboles que renuncian a la muerte y pese a las embestidas del tiempo, no dejan de embellecer el paisaje que alrededor contrasta.
Sus instalaciones dieron fama a nuestra ciudad durante la primera mitad del siglo 20, por considerarse la segunda estación de radio al aire en todo el país y la primera que emitía señal desde la provincia de la república mexicana.