El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, tomó protesta el domingo a los llamados comités de defensa de la Cuarta Transformación en la Ciudad de México, que promoverán los logros del presidente Andrés Manuel López Obrador, para que no tenga resultados adversos en la consulta popular de revocación de mandato que se realizará en todo el país en marzo del 2022.

Los activistas de Morena recorrerán el territorio nacional organizando reuniones con la ciudadanía para dar a conocer los avances que se han tenido en el gobierno de AMLO.

Se supone que esta cruzada viene acompañada de una estrategia mediática, además de la promoción directa y en redes sociales, que tendrá una duración de 5 meses, a partir del pasado domingo.

En Chihuahua, las baterías estarán enfocadas indudablemente en los sectores que reciben beneficios de la Secretaría del Bienestar, mujeres, adolescentes y adultos mayores.

Es de esperarse que, después de la elección a la gubernatura que perdió Morena en la entidad, se reorganizarán sus cuadros en los municipios donde la votación no les favoreció, con excepción de Juárez, donde Cruz Pérez Cuéllar arrasó y mantiene el control de la dirigencia morenista.

Falta ver lo que harán los partidos de oposición, que promueven la revocación de mandato y que, por obvias razones, no se quedarán cruzados de brazos mirando el trabajo que los comités de defensa de la 4T vienen a realizar.

Muchos temas de la agenda social, como el desabasto de medicamentos para niños con cáncer, la desatención al problema de la explotación de migrantes en su cruce por la entidad, la imparable violencia de la delincuencia organizada y la falta de obra pública federal en las principales ciudades, entre otros, serán magnificados y explotados en la opinión pública, como contrapeso de la estrategia de Morena.

Falta ver si eso les funciona, porque de acuerdo con la última encuesta Mitofsky, el nivel de aprobación de López Obrador subió en Chihuahua en los últimos 3 meses, después de haber permanecido a la baja hasta junio.

Según el último estudio de opinión realizado en el estado, AMLO obtuvo un 56 por ciento de aprobación en septiembre, cinco puntos arriba de lo que registró en agosto de este año.

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Carlos Manjarrez, jefe estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC), sigue haciendo leña del árbol caído con el tema de la defensa del agua. No ha parado de compartir imágenes de su presencia en la zona del conflicto el día ocho de septiembre, en el complejo de la presa la Boquilla.

En un reciente post en sus redes sociales, se jactó de ser protector del campesinado, pero la realidad de las cosas es que, bajo su mando, la CNC no da una. Tampoco su labor como dirigente del organismo ha sido efectiva, empezando por que ha faltado operación política para mantener la unidad del gremio y evitar el éxodo de militantes a Morena y a otros partidos. 

Según sus compañeros, su gris desempeño ya no convence ni a los que siguen firmes en la otrora poderosa Confederación Campesina.

Le critican su falta de proyecto para regresar al redil a quienes se fueron a Morena, sobre todo cuando se da la oportunidad por el descontento generalizado que hay en las principales regiones agrícolas del estado con la Cuarta Transformación. 

El priista ha brillado por su ausencia en las movilizaciones que buscan la liberación de Andrés Valles y tres campesinos, presos tras su participación en el choque con federales en La Boquilla, durante el conflicto por el agua de la presa. 

Cabe recordar que Manjarrez entró de panzazo a la organización campesina del Partido Revolucionario Institucional, cuando no hubo consenso para entregar la directiva a Guadalupe González ni a Carlos Arrieta Lavenant. Este último hizo su berrinche cuando se le negó la dirigencia cenecista y se cobijó primero en el Partido del Trabajo y luego en el Partido Encuentro Solidario. 

Desde el edificio de la calle Melchor Ocampo, en la ciudad de Chihuahua, se ventila que Manjarrez entró como dirigente de la confederación, no por méritos propios, sino por el solo hecho de rendirle sumisión a Chela Ortiz.

Manjarrez ha sido protagonista de varios escándalos desde que asumió la secretaría general de la CNC estatal. En julio de este año provocó un accidente vial cuando conducía en estado de ebriedad en Santa Eulalia y tuvo que pasar algunas horas en chirona, hasta que se le bajaran las copas.

Carlos tomó posesión como líder agrario en febrero de este año, y aunque ya presidió en agosto pasado su primer congreso estatal cenecista, aún no ha sido capaz de plantear una agenda de trabajo en las comisiones relacionadas con el campo del Congreso del Estado, a pesar de las muchas necesidades por la que atraviesa actualmente el agro chihuahuense.

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Finalmente la Fiscalía General del Estado realizó ayer por la tarde los nombramientos de los fiscales de la entidad. En la Zona Centro fue ratificado Mario Jiménez Ortiz; a la Zona Occidente pasa Edgar Chaparro Venzor, quien ocupaba la fiscalía sur.

En la fiscalía sur fue nombrado Juan Antonio Olague Barraza, quien fungía como titular del órgano interno de control del ayuntamiento de Chihuahua.

A la Zona Norte llega Jesús Manuel Carrasco, quien venía ocupando el mismo cargo en la Zona Occidente. Es licenciado en Derecho, con maestría en sistemas de seguridad pública y especialización en investigación criminal y litigación de juicio oral.

De esta manera se reactiva otra vez el trabajo en las oficinas de la Fiscalía Norte, donde todo estaba detenido, porque sin firma del titular, o cuando menos del encargado de despacho, que tampoco lo había, muchos expedientes y trámites están atorados.

Ahora siguen los cambios en las comandancias y coordinaciones del Ministerio Público, donde también hay mucho rezago.