Y siguen las eternidades reinando en los linderos geográfico-político-económico-sociales-reciclables, enojables e impacientales de nuestra verdaderamente heroica frontera.

Mientras que en un lugar de la mancha urbana, de cuyo nombre ya no quieren acordarse las huestes arquitecto-ingenieriles que parieron el contrastantemente célebre BRT-2 (ahí les hablan Gustavos Elizondos, Pedros Citales, y Luises Felipes Siqueiros) los quijotescos ciudadanos seguimos topándonos de frente contra los molinos de huracanados vientos y retumbantes desaciertos que tal obra sigue gestando.

“Para abril o para mayo”, dice una conocida canción sesentera que viene como anillo al dedo a lo que las autoridades a cargo del proyecto transporteril le cantan hoy con endulzado acento al oído, a los miles de juarenses que se mueven a diario como amontonadas sardinas en latas con ruedas, clara y certera imagen del indigno transporte público que padecemos.

“Para enero o pa’ febrero, ve-e-e-réeeee, que me ofrezcas una nueva… posposición…” O más certeramente como dice un tal Alejandro Sanz: “Te dejaré una ilusión envuelta en una promesa de eterna pasión.”

Mironianas fuentes afirman que de nueva cuenta la puesta en marcha de la fase operativa del ahora conocido como BRTerno, se pospone “por causas de fuerza mayor” hasta empezando el 2023… y eso si bien nos va.

¿Razones? Las que surgen como interminables ases bajo la manga de hábiles tahúres que barajan declaraciones vacunadas contra toda crítica o protesta justificada.

¿Manita de gato o garrita de tigre?

Seis millones costará el nuevo chistecito de reparar y reponer lo robado y/o vandalizado de las terminales que -no nos gusta decir se los dijimos, peeeeeeeero sí se los dijimos- por falta de vigilancia y exceso de confiada dejadez, fueron víctimas de vándalos y amantes de lo ajeno.

Mientras tanto, y a tono con la ya tradicional tendencia de eternizar la obra pública cual baches que crecen al sonoro rugir del nubarrón:

“Hasta abril o hasta mayo… renegarás, cuando venga una nueva posposición. Tan, tan.

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Qué equivocada anda la señora gobernadora, al afirmar que “hay otra forma de gobernar”, porque la única aceptable y correcta es gobernar bien. Hacerlo mal, no es gobernar, por lo tanto, es errado decir que hay otras opciones.

Maru Campos lo dijo el miércoles pasado, durante el primer informe de la fracción panista del Congreso del Estado, donde afirmó que “sí hay otra forma de gobernar”, refiriéndose sin duda al desastre que dejó la pasada administración en la entidad.

Sin embargo, alguien debe decirle que la acción de gobernar no admite claroscuros ni categorías intermedias.

La academia la describe de manera contundente: La palabra gobernar se deriva del término en latín gubernare, que significa pilotear un barco, y se le asocia a la política por la analogía de que el Estado es como una nave que debe ser bien comandada.

Por lo tanto, no le queda bien decir que hay otra forma de gobernar, solamente para diferenciar un gobierno del otro, pues en ambos casos la navegación de las naves ha sido errática, sin rumbo que lleve a puerto seguro a los gobernados.

Ahora bien, si Maru lo dijo porque este primer año de su gobierno ha sido de esbozos, proyectos, planes y muchas mentiras, y ya se decidió a comenzar a gobernar bien, es otra cosa, porque lo que ha hecho hasta ahora es administrar mal la estructura del Gobierno.

No lo dice Mirone, lo dice la percepción de los chihuahuenses, que ha sido plasmada en las encuestas realizadas por diversas empresas consultoras de opinión pública, donde ponen al gobierno de Maru por los suelos.

La más reciente encuesta de El Financiero de septiembre, le da a la gobernadora de Chihuahua un 42 por ciento de aprobación, tres puntos menos que la encuesta de agosto realizada por Consulta Mitofsky, donde la calificaron con 45.1, números que la mantienen fuera de la tabla de los 10 mejores y en caída libre.

Esa percepción no es reciente, sino que desde principios de año la viene persiguiendo, porque de acuerdo con Arias Consultores, en enero registró un 32.7 de aprobación, que la situó en la posición número 15 de todos los gobernadores del país.

Esa misma encuesta, que reveló que el 62.2 % de los chihuahuenses piensa que la gobernadora es una mentirosa, mientras el 70.5 consideró que no se combate a la corrupción, es la misma donde el 78.7 de la población opinó que en Chihuahua no hay seguridad.

Lo acepte o no, todos esos números son indicadores de un mal gobierno, o más bien, de que no ha gobernado en sus primeros 12 meses, si le aplicamos la premisa del significado de gobernar. Así de simple.

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Tremendo bajón le dieron al capitán Centinela, perdón, Gilberto Loya, para que no hiciera acto de presencia en la inauguración del Primer Congreso Nacional de Justicia Alternativa, realizado ayer en esta ciudad.

La gobernadora envió como su representante personal al fiscal general Roberto Fierro, por lo que, este no permitió que el secretario Loya se apareciera y le hiciera sombra, como suele hacerlo en todos los eventos públicos.

Por lo mismo, Gilberto Loya tuvo que regresarse a sus oficinas en el eje vial y la carretera a Casas Grandes, a donde llegó enmuinado, según comentarios de algunos chismosos subalternos.

El evento fue presidido por Fierro Duarte, acompañado por la presidenta del Congreso del Estado, Adriana Terrazas; así como por Myriam Hernández Acosta, magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado; Luis Villegas Montes, magistrado consejero presidente del Poder Judicial del Estado de Chihuahua; y Rubén Aguilar Gil, director del Instituto de Atención Temprana y Justicia Alternativa del Poder Judicial del Estado.

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No es un asunto menor la orden ejecutiva emitida el miércoles por el gobernador de Texas, Greg Abbott, en la que declara a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas y solicita al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que haga lo mismo.

Y decimos que no es menor, por el simple hecho de que compartimos frontera con Texas y por esta región, se han detectado los más grandes contrabandos de fentanilo, la droga sintética que está causando más muertes por sobredosis, que ninguna otra.

Baste saber que en el 2021 murieron en los Estados Unidos 107 mil personas por su adicción al fentanilo, un 15 por ciento más de las que fallecieron en el 2020.

Tan solo en ese año, el Departamento de Seguridad Pública de Texas reportó un incremento de decomisos del 950 % de fentanilo en la frontera sur, procedente de México, “suficiente para matar a todas las personas en Texas y California juntas”, informó en aquella ocasión el gabinete del gobernador Abbot en un comunicado.

De acuerdo con la DEA, el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, son las organizaciones delictivas mexicanas con mayor presencia en la Unión Americana, y a los que se les adjudica la mayor parte de la producción y tráfico de fentanilo a Estados Unidos.

Ser declaradas organizaciones terroristas, implica que en Texas todas las corporaciones policiacas del Estado y de los condados, tomarán acciones inmediatas para detectar y detener a los integrantes de estos cárteles y a sus socios, así como para congelar sus bienes y recursos financieros.

En la carta enviada a Biden, Abbott le dice: “Es necesario, ahora más que nunca, que usted designe al Cártel de Sinaloa, al Cártel de Jalisco Nueva Generación y a cualquier cártel mexicano de la droga en una situación similar, como organizaciones terroristas extranjeras en virtud de la Sección 219 de la Ley de Inmigración y Ley de Nacionalidad (INA)”.

Agregó: “Esta medida nos ayudaría a luchar contra estos terroristas e interrumpir sus ataques mortales contra Estados Unidos».

Esta es la segunda ocasión que el gobernador texano pide a Biden incluir a los cárteles mexicanos en la lista de organizaciones terroristas y aplicarles la Ley Patriota, decretada en el 2001 contra el terrorismo.

De involucrarse también el Gobierno federal norteamericano, las acciones trascenderán fronteras, porque a los terroristas se les persigue hasta en sus propios países de origen, además de atacar a todos sus lavadores de dinero, que a lo largo de la frontera han de ser miles, de ambos lados.

Si solamente lo hacen las fuerzas del estado de la estrella solitaria, denlo por seguro que, por lo menos, volverán otra vez las revisiones tortuosas en los puentes internacionales.