La violencia doméstica en Ciudad Juárez ha adquirido las dimensiones de un serio y dilatado problema que demanda políticas públicas efectivas y asertivas.

Doloroso debería resultar para toda la comunidad que la violencia intrafamiliar se posicione como el delito de mayor incidencia en esta frontera, incluso por encima de los robos y el narcomenudeo.

Se sabe que durante el 2021 más de 17 mil 200 personas, en su mayoría mujeres y niños, denunciaron ser víctimas de este tipo de violencia. No es una sorpresa que Riberas del Bravo, sea la colonia que acapara el mayor número de casos.

Tampoco el hecho de que la Azteca y la División del Norte, dos colonias enclavadas en el poniente de la ciudad también destaquen por la gran cantidad de agresiones a mujeres y niños.

Esas 17 mil 200 denuncias representan apenas la punta del iceberg de un problema de mayores dimensiones, al que poca atención se le ha prestado en décadas y que continúa arrojándonos sin cesar mujeres y menores maltratados y asesinados.

Si bien, la incansable lucha de las mujeres a lo largo de dos décadas, pareciera que no ha rendido frutos, hay que reconocer que han hecho visible la problemática aunque poco se avanza en frenarla.

Las cifras que recién dieron a conocer las autoridades municipales obligan al compromiso oficial, a abrirle un mayor espacio para promover e implementar la políticas públicas que ayuden a revertir, frenar esas manifestaciones de violencia contra las mujeres y los niños. Es hora de que los tres niveles de Gobierno asuman su responsabilidad en la solución a este enorme problema.

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Hoy se cumplen 63 días del asesinato de los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, así como del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez, y hasta hoy ni con cientos de soldados, elementos federales y estatales, han podido detener a José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”.

Ayer otra vez la comunidad jesuita puso el grito en el cielo para hacer un duro reproche a las autoridades de los tres niveles de Gobierno, la falta de justicia y seguridad en la Sierra Tarahumara, pues, insisten, sigue presente el miedo y la incertidumbre en la población.

“Hoy se cumplen dos meses del doloroso asesinato de nuestros hermanos Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar y seguimos exigiendo a los tres niveles de gobierno justicia y seguridad para la Sierra Tarahumara, ya que sigue presente el miedo y la incertidumbre en la población”, dijeron.

La comunidad religiosa aseguró que “sin voluntad de justicia no permeará la reconciliación y la paz”. La verdad que este incidente y otros tantos que ocurren en todo el estado de Chihuahua son un claro ejemplo de que la estrategia de seguridad con la que contamos no ha resultado efectiva para terminar con la violencia y la impunidad, o al menos para disminuirlas..

Lo más que se ha logrado en este caso específico es una que otra detención de los operadores de “El Chueco”, pero hasta ahí. El presunto narco todavía se dio el lujo de mandar hacer un video para sostener que él sólo iba pasando por la iglesia donde ocurrió el doble homicidio, culpando a un sacerdote por los actos criminales.

Es importante que las autoridades estatales y federales le metan el acelerador a sus investigaciones y trabajo operativo. De lo contrario, este caso pronto podría terminar apilado, con muchos otros, que se han convertido en muestras palpables y vergonzosas de que la impunidad sigue siendo el sello distintivo de nuestros gobiernos.

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Este lunes miles de alumnos de preescolar, primaria y secundaria regresan a las aulas, por lo que es importante tomar las precauciones debidas para llegar con tiempo a su destino.

Para nadie es un secreto que las pésimas condiciones de nuestras calles y avenidas han provocado mayores congestionamientos que nos impiden los traslados de manera adecuada.

Un BRT que no termina de andar y cuyas estaciones vinieron a acortar y densificar nuestra principal calle en la ciudad, es el más claro ejemplo de que el caos vial seguirá siendo nuestro talón de Aquiles.

La Coordinación General de Seguridad Vial (CGSV) anunció que implementará un operativo especial para agilizar el flujo vial.

Las acciones relacionadas con el regreso a clases contarán con la participación de 25 policías viales, ocho unidades y cinco motocicletas, para atender el flujo de más de medio millón de automotores que circulan por nuestras calles.

Pero ningún operativo tendrá éxito si no se cuenta con la participación y el compromiso ciudadano. La cordialidad y los buenos modales, serán claves en este regreso a clases.

Salga con tiempo, trate de trazar una ruta que le permita llegar con seguridad y no abuse de la velocidad, tampoco no se estacione en doble fila, tenga consideración y respete tanto al peatón como a los otros automovilistas, especialmente cuando lsd arterias viales se vean saturadas durante las horas de entrada y salida de las escuelas.

Es importante que los padres y madres de familia tomen en cuenta los tiempos de traslado y el aumento de vehículos en las calles, para que se preparen y salgan con anticipación de sus casas para evitar contratiempos. Y sonría, verá que empieza mejor su día cuando alguien al lado tiene un gesto amable.

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Han pasado ya seis años de que Alberto Aguilera Valadez, Adán Luna o Juan Gabriel, como usted prefiera nombrarle abandonó el mundo terrenal y dejó un hueco en la música mexicana que difícilmente alguien más podrá llenar.

El Divo de Juárez, como se le conocía a nivel internacional, pese a no haber nacido en esta tierra, sino en Parácuaro, Michoacán, vio aquí su nacimiento como artista siendo apenas un adolescente, ese jovenzuelo que caminaba por las calles del centro con una guitarra y decenas de canciones en su mente, tocando puertas, buscando espacios para difundir su arte, fue el claro ejemplo de que la constancia y la disciplina, pueden hacer alcanzar los sueños.

El hijo predilecto de Juárez, nombrado así por el Honorable Ayuntamiento local, siempre tuvo a esta frontera en su mente, la ciudad fue su musa inspiradora y a donde quiera que iba la llevaba en su alma.

Por eso es que Juárez ha sido reconocida como fuente de talento, como tierra prometedora y forjadora de esperanza, Juan Gabriel no era sólo un músico, sino un claro ejemplo de la bondad y el amor que esta tierra tiene para las personas buenas.

Porque si bien es cierto que la historia negra de la ciudad se cierne como un manto de luto permanente, también hay personajes como el Divo, que han logrado dignificar y enaltecer el vapuleado nombre de esta ciudad, de este paraje en medio del desierto, aún después de haber fallecido.

Una semana de festejos en su memoria no bastan para recordarle, porque en cada calle, en cada fiesta, en cada lugar de este terruño, sus canciones siguen alegrándonos.

La ciudad aún le llora a Juan Gabriel, y no deja de nombrar, ni de cantarle al Divo que estará por siempre en nuestra mente.