Haber convertido en letrina la Acequia Madre tuvo su justificación más o menos entendible por parte de las autoridades de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), avaladas por la Comisión Nacional del Agua.

Lo que no tiene justificación alguna es que no se haya previsto debidamente un plan de remediación ambiental, ante el impacto generado al verter en la acequia el caudal de un colector de aguas residuales que entró en trabajos de sustitución.

Se supone que la situación era temporal por el remplazo del colector Norzagaray, obra en curso para ponerle precisamente fin al problema de contaminación ambiental y de salud por el flujo y los derrames de aguas negras a cielo abierto.

Se actúo ahí más por la presión de Estados Unidos, ya que las aguas del colector colapsado iban directo al río Bravo. Así que mejor dijeron no dejamos correr el agua contaminada hacia el río para no tener problemas con los gabachos, pero metemos la porquería a la principal acequia de la ciudad, que al cabo ahí no pasa nada.

El problema es que sí pasa. No únicamente son los fétidos olores en todas las zonas habitacionales que cruza la acequia, están todos los agentes contaminantes, desechos orgánicos con bacterias, gérmenes virus y parásitos que pueden causar enfermedades, aparte de los desechos químicos que también son comunes en los drenajes.

Es innegable la afectación en la calidad del aire y del suelo. En pocas palabras, tenemos un desastre ambiental con afectaciones a la salud pública en toda la ciudad.

Sin embargo, hasta hoy, no se ha visto por ningún lado que las autoridades responsables tengan definido el plan de remediación para mitigar el impacto ambiental.

Desde la semana pasada, informó la JMAS que, al concluir una primera fase de los trabajos de reposición del nuevo colector, se dejaba de evacuar el agua negra hacia la acequia, pero todavía está corriendo y en ningún momento se ha visto al personal de la descentralizada realizar algún tipo de trabajo.

La descentralizada simplemente consideró en su momento “limpiar” la acequia y esparcir cal “para descontaminar y evitar malos olores”. Ni la Comisión Nacional del Agua, ni la Junta Central de Agua y Saneamiento, ni siquiera la Dirección de Ecología Municipal, le dieron importancia al problema. O simplemente quisieron minimizarlo, cuando requiere la mayor atención posible.

Quizás sea necesario que el reclamo original de vecinos de la zona se convierta en denuncia formal, ante autoridades ambientales del Gobierno Federal. Las autoridades de Salud también deberían tomar cartas en el asunto.

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Apenas comentábamos aquí el fin de semana sobre las omisiones gubernamentales para hacer realidad el derecho a la movilidad segura, y el sábado hubo movimiento en el área de Desarrollo Urbano del Gobierno Municipal.

Las banquetas bloqueadas, obstruidas o invadidas es uno de los grandes problemas de movilidad y accesibilidad que sufren a diario los peatones en general, y particularmente las personas con alguna discapacidad.

Pues de acuerdo con el director de Administración de Desarrollo Urbano, Francisco Rodríguez, ya se actuó en contra de tres particulares que habían extendido hasta la banqueta, la construcción de sus bienes inmuebles.

“Llevamos tres demoliciones considerables de fachadas que estaban metidas en la banqueta. A raíz de estos operativos, la gente ve que realmente estamos trabajando y vamos en serio contra todo ese tipo de denuncias, y voluntariamente han estado ellos retirando cualquier obstrucción”, declaró el funcionario.

Ojalá que eso esté ocurriendo realmente. Cuando publicamos que Juárez es la ciudad que menosprecia a sus peatones, señalamos precisamente que no se veía una acción de autoridad consistente y permanente para hacer cumplir la ley, poner orden y garantizar la movilidad segura.

Lo comentamos entonces, tomando en cuenta el antecedente de una específica intervención que llevó a la demolición de un barandal y pilares de concreto y acero que invadían la banqueta en la calle Martín Luis Guzmán, de la colonia Infonavit Casas Grandes.

En ese caso, el propietario ignoró múltiples notificaciones de que retirara la construcción por su propia cuenta, dentro de un procedimiento administrativo iniciado en su contra, precisamente por parte de la Dirección General de Desarrollo Urbano.

El punto es que en infinidad de colonias y desarrollos habitacionales se dan ese tipo de invasiones, especialmente con las cocheras de las viviendas, aparte de que las banquetas se bloquean por puestos de comida, infraestructura en desuso, vehículos estacionados (muchas veces yonqueados) semáforos y hasta poste de las plataformas de videovigilancia.

Ojalá que la actuación no sea flor de un día, que la autoridad haga valer la ley, libere los espacios que son públicos y se tome en serio el garantizar la movilidad y la accesibilidad para todos.

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El fin de semana fue de bastante actividad en el estado para el alcalde Cruz Pérez Cuéllar, quien se dejó ver en varios municipios.

Desde el viernes tuvo actividad el presidente municipal en la capital del estado, donde todo mundo se hizo presente, incluyendo la gobernadora Maru Campos, para la toma de protesta de Hugo Molina Martínez como nuevo presidente del Tribunal Estatal Electoral.

Ese mismo día se fue para Cuauhtémoc, donde se reunió con liderazgos como el de Sigfredo Corral, de la organización Cuauhtémoc Unido. Para el sábado regresó a Chihuahua capital y sostuvo un encuentro con un grupo de empresarios organizado por Antonio Akel.

Después se fue el alcalde hasta El Molino, Namiquipa, a entregar mobiliario escolar a nombre del Municipio de Juárez, además de un camión recolector de basura. El mismo sábado entregó en Gómez Farias, más mobiliario y una ambulancia.

Le siguió en Ignacio Zaragoza, con otro camión recolector y acabó en Buenaventura con la entrega de más mobiliario escolar.

Para el domingo estuvo en Nuevo Casas Grandes, tanto en reuniones con líderes del sector agropecuario (incluyendo a representantes de las comunidades mormona y menonita) como en encuentros con actores del sector educativo. La gira cerró en la ciudad de Ahumada.

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También en el Partido del Trabajo hubo movimiento el fin de semana. El PT realizó en esta frontera su Congreso Anual, como inicio del proceso de renovación de su dirigencia estatal.

Aquí estuvieron delegados municipales, militancia activa y liderazgos del partido rojo y amarillo, para analizar el panorama político local y trazar estrategias de representación territorial y liderazgo social que consoliden su presencia estatal.

Encabezó la mandamás del PT, la diputada federal Lilia Aguilar, junto al coordinador político municipal, el regidor Pedro Matus Peña. Tampoco podían faltar la diputada local Irlanda Márquez, y lo regidores en el Ayuntamiento juarense Héctor Hugo Avitia Jr. y los hermanos Sandra y Eduardo Valenzuela. El que sigue sin verse por motivos de enfermedad, es el regidor Héctor Hugo Avitia padre.

Quién sabe por qué, pero para el Congreso en Juárez, no estuvo la dirigente formal del PT a nivel estatal, Tania Aguilar, una de las hermanas de Lilia.

Se ve que ya traen mejor organización y hasta más recursos provenientes de sus prerrogativas. El evento realizado en la colonia El Granjero estuvo bastante nutrido y bien organizado, luego de que la diputada local Irlanda Márquez y los regidores le han entrado duro a la talacha partidista en tierra.

“Este Congreso es el primer paso hacia una transformación estratégica del partido en el estado. La renovación de la dirigencia estatal es fundamental para seguir defendiendo las causas ciudadanas y fortalecer nuestra capacidad de acción política”, dijo en su participación, la diputada Lilia Aguilar, quien trae una apuesta importante en Juárez para sus proyectos políticos.