La muerte violenta del agente de migración, Luis Alberto Olivas fue el cerrojazo del triste, tenebroso, mortal y, hasta ahora, impune paso de Francisco Garduño como titular del Instituto Nacional de Migración, el INM.

La muerte del oficial, que apenas horas antes había recibido una condecoración por sus 30 años de servicio al INM, no solo se pudo haber evitado, sino que no debió ni estar cerca de ocurrir, de haberse corrido los procedimientos establecidos para efectuar operativos de persecución y aseguramiento de extranjeros que entraron al país de manera ilegal.

Según información proporcionada a Mirone, por personas del INM, el procedimiento establecido indica que, para salir a “cazar” migrantes, es necesario que se forme un convoy integrado por agentes de esa corporación federal, conjuntamente con la Guardia Nacional, precisamente para prevenir o atajar ese tipo de sucesos, como el que ahora lamentamos.

Sin embargo, los mandos del INM en Juárez, gente muy, pero muy ligada a Garduño, mandaba a los oficiales a realizar volantas sin apoyo de la Sedena ni de la Guardia Nacional.

¿Por qué?, porque no le interesa la seguridad de los empleados a su cargo, solo abultar las estadísticas de migrantes detenidos, sin compartir créditos con nadie, para ir a lucirse ante los altos jefes del Gobierno Federal.

Lamentable que en el tiempo extra de Garduño al frente del INM, sus prácticas imprudentes y sin escrúpulos continúan en la oficina de Juárez, a través de su amiga, Zaira Carrasco, quien sigue en su cargo como comisionada en nuestra frontera.

La gente del INM juarense anda triste por la pérdida de un compañero que gozaba de una amplia estimación, pero sobre todo, están que echan rayos y centellas contra la tal Zaira, porque de ella fue la instrucción a los oficiales, para que no se quedaran en el Precos y que fueran a capturar a migrantes aunque no llevaran la compañía de las fuerzas federales.

El resultado está ahí. El cuerpo de Luis Alberto Olivas fue encontrado tendido en el llano, ya sin vida, víctima de un presunto ataque de un par de indocumentados que poco o nada hubiera podido hacer si hubiese llevado la compañía de algún compañero.

Así termina, y esperemos que sea la última. Así se va Garduño, un hombre que nunca debió regresar a la administración pública después del fatídico incendio de la Estación Migratoria que dejó 40 migrantes fallecidos en Ciudad Juárez, y que a estas alturas debería estar por lo menos sentado ante un juez para responder por esa tragedia.

No está y, por lo visto, ni estará bajo proceso penal, al contrario: sigue moviendo los hilos de una madeja enmarañada llamada Instituto Nacional de Migración.

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El grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, el PAN, tiene al día de hoy, seguros, los votos necesarios para ganar en el pleno del Congreso y sacar adelante sus decretos… casi todos.

Dispone, obviamente, de sus 14 obedientes diputados, que dicen que “sí le cambian comas” al proyecto de Paquete Económico que envía el Ejecutivo… pero no llegaron ni al 1% del total del Presupuesto de Egresos para el 2025.

Esos no son problema, pues. Todos están uniformados, peinados y formados por la derechita (¡derechísima!).

De los del PRI, ni hablar. El antiguo partidazo al que solo le falta poner un letrero “Venta de liquidación” afuera de su edificio se reconoce a sí mismo como parte de la bancada del PAN.

Son el PRIAN, pues, ese término que tanto les molestaba a muchos priistas en la década de los 90, cuando su partido comenzó a postular a candidatos que tenían un perfil más empresarial y un fuerte tufo a panista descafeinado.

Ahora no, ya no se ofende: al contrario. Les dan carguitos de ínfimo nivel, de pobre presupuesto, de escasísimo personal bajo su control. Les “dan permiso” de proponer algunas reservas al Presupuesto de Egreso para redireccionar unos cuantos millones al Presupuesto de Egresos y ya con eso se sienten parte del partido en el poder. Ternuritas.

No hay problema, son cuatro votos y con ellos ya son 16.

De los dos de MC, ni qué decir: son de casa. Francisco Sánchez “Pancho Pistolas” es el más rabioso antagonista de la 4T, al grado tal que se apunta antes que nadie para subir a tribuna a echarles pestes. Tampoco hay problema: van 18 y con esos son suficientes para aprobar una ley.

Sí, una ley, pero no la Constitución. ¡Ah qué caray!, qué tiempos aquellos cuando tenían fácil y hasta de sobra la mayoría calificada, hasta hace unos meses, y en algún momento hasta se daban el lujo de contar entre sus votos al del PT, antes de que la diputada Jael Argüelles se revelara y se pasara a las filas de Morena.

Ahora no: la 4T tiene 12 votos de los diputados de Morena y, seguro, lo que se llama seguro, uno del PT, el de la diputada Irlanda Dominique Márquez Nolasco, del Distrito VI de Juárez.

¿Y el otro? Pues es el de la diputada América Aguilar Gil, integrante de la misma familia que lleva más de 30 años dándole su voto en el Congreso al gobierno estatal en turno y pues, en esta ocasión no ha sido la excepción. Van 19. Cerca ya, muy cerca de las dos terceras partes que sí reformas constituciones.

¿Quiénes serán los que completen el 22? Lo veremos muy pronto, en marzo, a más tardar, cuando inicie el período ordinario de sesiones. 

El problema para el PAN es que, en diciembre pasado, antes de irse, regaron el tepache e hicieron enojar, y en serio, al menos a dos diputadas del Congreso por el trato rudo y hostil que recibieron de personalidades panistas. Así, tal parece que se tendrán que conformar con sus mayorías simples.

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Pobres productores agrícolas y ganaderos de Chihuahua, sobre todo, los micros, los que trabajan la tierra y el corral nada más para sacar el sustento propio.

A la intensa sequía, a la falta de apoyos de los órdenes de gobierno y, en muchos casos, del asedio de organizaciones delictivas, ahora se suma la dificultad que tienen para circular en la red de carreteras estatales.

Se trata de los “campiranos” que se manejan a bordo de una camioneta “nacionalizada”, pero que aún no tiene las placas de circulación nacional, por lo que, a ojos vistas de cualquier autoridad de vialidad, parece un vehículo ilegal, “chueco”, pues.

Malo para ellos si, en plena carretera y en despoblado, les cae una revisión de alguna de las fuerzas del orden para que respondan por el origen de la troca, ya que, al no contar con láminas de identificación, no pueden transitar en carreteras, ni estatales, ni federales.

Recientemente, el Congreso del Estado hizo un exhorto “respetuoso” a todo el mundo: a la Secretaría de Seguridad Pública estatal, a los 67 Ayuntamientos de la entidad y a la mismísima Guardia Nacional, para que les echen la mano y les permitan continuar con su camino.

Para ese efecto, le piden particularmente a los municipios y a la policía estatal que celebren los convenios respectivos para darles permisos provisionales para que los vehículos puedan circular por vías públicas, hasta en tanto concluyan los trámites necesarios para la obtención de las placas correspondientes.

Así mismo, se dé la difusión pertinente, para que el productor agropecuario tenga conocimiento, respecto al otorgamiento de dichos permisos.

En el mismo documento, le piden más o menos lo mismo a la Guardia Nacional, a la Subsecretaría de Transporte Estatal, a la Subsecretaría de Movilidad y a los 67 Ayuntamientos del Estado, para que le bajen la orden a sus operadores, para que brinden facilidades a los pequeños productores.

No es mucho lo que les piden, nada más que los dejen circular y trasladar insumos, mercancías, productos y ganado dentro del municipio, sin que estos reciban actos de molestia por parte de las diversas corporaciones.

Buen punto el del Congreso, pero hasta ahora, solo ha contestado la Guardia Nacional, y ha sido, hasta donde se sabe, con el clásico “estamos haciendo nuestro trabajo”.

Otra vez: pobres campiranos, ahora sí que, cuando no les llueve, les llovizna, aunque ahora ni eso.

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Curiosas, por decir lo menos, son las cifras que arrojó la encuesta publicada por un periódico de la Ciudad de México, sobre las percepción que la gente tiene respecto a lo que recibió del año 2024 y lo que espera del 2025.

Por un lado, un 78% no vio mal al año que terminó hace unas horas, pues para el 39% fue mejor y para otro 39% fue igual que el 2023.

Solo un 20% dijo que le fue peor y otro 2% no contestó y mandó al diablo la encuesta.

Al menos en el ámbito general, el 24 trajo consigo una serie de sucesos que marcaron el trayecto de la vida nacional y la internacional, con la elección de la primera mujer a la Presidencia de la República, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y el recrudecimiento de las guerras que ya venían desde años atrás.

Aun así, con todo y los eventuales disparos de inflación y los abundantes “disparos” de balas, de las de a deveras, la mayoría de la gente la vio bien o más o menos.

Sin embargo, respecto a lo que se espera del 2025, las cifras son realmente de llamar la atención, sobre todo, por el optimismo rebosante que no necesariamente se sustenta en los hechos y las cifras que están a la mano.

A pesar de todos los pesares, el 71% confía en que el próximo año será mejor, el 12% considera que les irá igual y solo el 8% cree que les irá peor, mientras que el 9% respondió que no sabe o no tiene una opinión al respecto.

¡Qué cosas! Pensar que, alrededor del mundo, los frentes políticos están con el alma en vilo a la espera de ver cómo viene el segundo mandato de Donald Trump en la Presidencia de los Estados Unidos, de qué curso tendrán las guerras en Ucrania, Medio Oriente y la ya desatada guerra comercial entre China y nuestro vecino del norte.

Acá en el rancho, estamos comiéndonos las uñas por las oleadas de migrantes deportados que podrían llegar a nuestras fronteras, por una sequía que se ha recrudecido en los últimos dos años y que apunta a ponerse peor, justo en el 2025, cuando nos toca pagar el Tratado Internacional de Aguas.

Si algo faltara, nos tenemos qué aventar el inédito proceso electoral para designar a jueces y magistrados y seguir, por desgracia, toreando con la delincuencia y sus funestos efectos.

Así que bueno, a lo mejor, esos encuestados saben algo que nosotros ignoramos, no hay qué ser, pásenos el dato completo, para andar todos igual de contentos.

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Mirone agradece a los lectores su preferencia, y les desea que este 2025 llegue con un saco repleto de alegrías, salud y amor. ¡Feliz Año Nuevo!