Carlos Gardel cantaba en su clásico tango Volver “que 20 años no es nada”, pero la Promotora de la Laguna S.A. (PASA) casi los cumple prestando su pésimo servicio en Ciudad Juárez, 17 años para ser exactos, que en la culminación de su contrato mantiene a nuestras calles, avenidas y barrios atiborrados de basura.
A partir de este día en que usted, estimado lector, se encuentra leyendo esta columna, falta una semana para que por fin PASA termine su contrato y los juarenses le demos la vuelta a esa cochina página.
O tal vez no, porque será precisamente en los días venideros cuando habremos de demostrar de qué estamos hechos los fronterizos, nuevamente ante esta adversidad de la ausencia en la recolección de desechos domésticos. Al menos en lo que se establecen las nuevas empresas.
Mirone quisiera no ser ave de mal agüero, pero las acciones, o mejor dicho, la inacción de PASA en las semanas recientes así lo indican. La ausencia cada vez más evidente en las colonias, los cada vez más diferidos recorridos, demuestran que, la malagradecida compañía simplemente está botando la chamba y el mensaje es más que claro: ahí háganle como puedan.
Que PASA se vaya, no significa pues, que cuando lo haga se lleve el desmadre –porque no hay otra palabra para calificar lo que hizo– que dejó. Ese tiradero habremos de recogerlo los juarenses, nos guste o no, y que la experiencia sirva para que no se vuelva a repetir el embuste y el latrocinio al Municipio.
Y no solo hacemos mención de la entidad de Gobierno, sino de todos sus habitantes, ya que podríamos enfrentar en los próximos días un desajuste con la prestación del servicio de aseo urbano que actualmente está dejando PASA, una empresa que fue de más a menos y que en sus últimos días nos brindó un servicio de pésima calidad a la comunidad juarense.
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Más allá de los números, que dejan muy mal parada a la compañía PASA, ya que a lo largo del contrato que tuvo por 17 años, se llevó la nada despreciable cantidad de poco más de 3 mil 500 millones de pesos de las arcas juarenses, su herencia a la ciudad que tanto le dio estará enmarcada por la falta de compromiso en el servicio, que en los últimos años de su contrato perjudicó a cientos de miles de juarenses, creando focos de insalubridad y de mala imagen urbana.
Según datos del 2020 que constan en el Plan de Manejo Integral de Residuos para el Relleno Sanitario del Municipio de Juárez, ya acumulábamos una cantidad cercana a las 750 mil toneladas de basura al año.
De acuerdo al Plan, la ciudad produce diariamente cerca de 2 mil 13 toneladas, en las aproximadamente 450 mil viviendas, de las cuales miles de kilogramos fueron dejados a su suerte, por PASA, en las calles y en los hogares.
Esa ausencia, derivó en la generación de infinidad de basureros clandestinos, que se pueden observar por toda la mancha urbana, pero que se recrudecen al suroriente de la ciudad.
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Pero ahora que PASA por fin se va, ¿cuáles son esas empresas que inician una nueva etapa en esta ciudad y cómo habrán de operar?
El pasado 31 de julio, la administración Municipal a través del Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Gobierno municipal determinó que las empresas Aseo Urbano de Chihuahua S.A., Aseo Municipal S.A., así como la asociación integrada por los grupos Reciclados Integrales de Occidentes S.A. de C.V. y Hermer, fueron las que presentaron las propuestas económicas y técnicas más convenientes, para brindar los servicios de recolección y traslado de basura. En ellas recaerá pues la total responsabilidad a partir del próximo 5 de septiembre.
El comité también votó a favor de la persona moral Repanor de México S.A., para la contratación de los servicios de arrendamiento de 100 contenedores de basura.
El Gobierno municipal determinó que la recolección de basura estará dividida en cuatro zonas. Los nuevos camiones que recolectarán la basura son blancos y llevan el escudo del Municipio de Juárez en sus puertas, con la leyenda “Heroica Ciudad Juárez”.
Los vehículos llevan en sus cajas diseños que representan a los monumentos y esculturas más conocidas en la ciudad, tales como Monumento a Benito Juárez, La “X” de la Plaza de la Mexicanidad, la escultura ecuestre Los Indomables y El Umbral del Milenio, y cada uno de ellos fue asignado a una zona de la ciudad.
En total, en las cuatro zonas que incluyen el Valle de Juárez y Samalyuca, se cubrirán 275 rutas, con 145 camiones de basura, la mayoría de ellos, 120, completamente nuevos y el resto, con una antigüedad no superior a los 7 años.
La Zona 1 de recolección comprende el Centro Histórico, Parque El Chamizal, Parque Borunda y Parque Las Tortugas. Esta zona será atendida por la asociación de empresas Grupo Integral y Reciclados de Occidente S.A. de C.V. y Grupo Hermer, los cuales se identifican como Girsa S.A.; la Zona 2 incluye el poblado de Samalayuca y estará en manos de la empresa Aseo Urbano de Chihuahua S.A.
Mientras que las Zonas 3 y 4 fueron asignadas a la empresa Aseo Municipal S.A. Sus servicios principalmente se enfocarán en los fraccionamientos de accesos controlados y privados. También atenderá el Valle de Juárez que incluye los poblados de El Sauzal, San Isidro y Loma Blanca, San Agustín, Jesús Carranza, San Francisco y El Millón.
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En esta semana que concluye y la que comienza, el presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar habrá de liderar y lidiar con la etapa final del problemón que le fue heredado por administraciones anteriores, que no pudieron, no supieron o simplemente no quisieron resolver la cancelación del contrato contra la ineficiente Promotora de la Laguna S.A.
Para contrarrestar el vendaval de desechos en las calles juarenses, el alcalde aceleró la participación de las empresas ganadoras de la licitación para prestar el servicio de recolección de basura y desde el miércoles pasado activó una fase preoperativa, la cual consiste en ir incorporando camiones en aquellas colonias donde han pasado semanas en el olvido.
En la primera fase, dentro de la zona 2 de recolección, se activaron cinco camiones en las colonias donde existe mayor retraso, ¿y en cuáles no? Y ya para el jueves eran 10 los vehículos alcanzando las zonas 3 y 4, en tanto que para el viernes arrancó la participación de otras diez unidades en la zona 1.
Una de las ventajas que se supone, deberá tenerse ante este proceso de transición entre PASA y las nuevas compañías, es que el total de la plantilla humana (operativa) de la primera, se incorporará a las segundas, toda vez que concluya su contrato.
¿Esto qué quiere decir? Que el proceso de adaptación de los nuevos prestadores de servicio deberá acelerarse al contar con gente con experiencia en los recorridos y la distribución de las zonas en las que fue dividido el municipio.
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A menos que las empresas que lleguen a sustituir a PASA tengan una varita mágica o vengan con plan ya trazado que permita suplir las carencias, los juarenses debemos estar listos para enfrentar, al menos por unas cuantas semanas, la crisis de limpieza mientras las nuevas prestadoras de servicio se familiarizan con la ciudad.
Para ello se va a requerir más que de la buena voluntad del Gobierno y de las promesas de las compañías, y es aquí donde también habrá de requerirse la cooperación y el orden entre los juarenses.
Limpiar el frente de la casa, cuidar que los animales domésticos no rompan las bolsas, exigir a los pepenadores que van calle por calle, hacer lo propio y mantenerse alertas ante los llamados que pudieran hacerse por parte de las autoridades, son algunas de las medidas que se deben ir tomando desde ya.
Ningún plan a ejecutarse tendrá efectividad si no se aplican las sanciones a quien lo incumpla. El Gobierno municipal deberá estar muy atento del actuar de las compañías y a no dejar que la inercia del servicio proporcionado por PASA vuelva a pasar.
Errores garrafales como los que durante 17 años se cometieron por parte de la compañía que pronto pasará a la historia, pero también por las omisiones y complicidades que se dieron dentro del Gobierno local, deben encendernos las alarmas desde ya a los juarenses para estar pendientes de que nuevos abusos no sean cometidos.
Hay que recordar que no fue sino hasta los primeros meses de la actual administración local que se aplicó una multa por un millón de pesos, por todas las omisiones cometidas por la Promotora Ambiental de la Laguna, lo cual fue menos que quitarle un pelo a un gato, si se toma en cuenta las carretadas de dinero que se echó a la bolsa en todo este tiempo.
El año pasado, el 26 de septiembre, cuando la Comisión de Servicios Públicos aprobó un dictamen para infraccionar por segunda ocasión a PASA con un millón 548 mil 546 pesos, por omisiones en la recolección en 86 colonias, todo quedó en palabrerías. PASA se pasó por el arco del triunfo la decisión colegida emitida por los integrantes del Ayuntamiento, y a quienes, parece, también les pasó de noche que les pintaran la cara.
¿Cómo es posible que no se tuvieran los suficientes pantalones para sancionar a esta empresa a lo largo de su fallido contrato? Resulta increíble que la administración municipal se haya dejado manipular como muñeca de trapo y fuera prácticamente ignorada por esa empresa, pese que a través del Cabildo se le dictaron dos multas y solamente una se dignó a pagar. ¿Cómo ocurrió eso? ¿Con la tolerancia o permisibilidad de quién?
Ahora más que nunca debe de quedar claro que es el interés social el que debe anteponerse al de unos cuantos y aplicar las sanciones y multas que correspondan, y en su caso, ahora sí rescindir los contratos a aquellos que sean omisos en sus compromisos y responsabilidad, para que no nos vuelva a PASAr.
A Mirone le viene a la mente el caso de la empresa Klifer, allá por octubre de 2021, en la ciudad de Chihuahua, donde el Gobierno municipal les aplicó una multa por incumplimiento del servicio, por 900 mil pesos, algo así como el 60 por ciento de lo que se le cobraba a Chihuahua mensualmente por la recolección de basura.
Estas medidas deben aplicarse no solo a las empresas que se han echado tremendo compromiso a cuestas, sino también a los propietarios de espacios que son utilizados como basureros clandestinos, esas extensiones territoriales que carecen de barda o malla ciclónica y que son las favoritas para que también, por qué no decirlo, malos ciudadanos las usen para arrojar sus deshechos domésticos.
Pero también debe involucrarse al sector empresarial, comercial y turístico, cuya derrama económica se queda siempre en sus carteras y poco es lo que se observa en retribución a la ciudad.
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Estimado lector, cuando llega a usted a Ciudad Juárez vía terrestre, ¿qué es lo primero que ve?
Además del asombroso paraje desértico que abre sus puertas a las oportunidades y la esperanza, hay, entre el Umbral del Milenio y la Garita del Kilómetro 20, una nada agradable alfombra de basura que se extiende a lo largo de ambos lados de la carretera, producto del descuido de los camiones de las empresas prestadoras del servicio de recolección de desechos.
Son aspectos que deben tomarse en cuenta desde el primer día. Se debe generar un plan integral que exija puntualmente que esas omisiones o descuidos vuelvan a ocurrir y en este sentido regidores y legisladores deben apuntar hacia ahí sus esfuerzos.
La ciudad debe dejar de ser un basurero gigante, ya no más basureros clandestinos, que han sido permitidos y tolerados a través de los años y que hoy, por primera vez en décadas, tenemos la oportunidad de cambiar.
El presidente municipal lanzó un mensaje cuando presentó en días pasados los camiones recolectores nuevos: “Vamos a hacer todo lo posible para lograr un servicio de excelencia. Estoy muy optimista con este cambio de servicio, ya llegó el momento, no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague. Sepan los juarenses que vamos a estar pendientes de este servicio”.
Eso esperamos y exigimos los ciudadanos de bien, señor alcalde, que su administración no repita los mismos errores de antaño, que lo de PASA no nos vuelva a PASAr.