Los sangrientos hechos del domingo pasado en el Cereso No. 3, escenario de masacres, motines y fugas desde el 2000, puso en evidencia dos hechos: por un lado, el poder de fuego y desafío sin límites a la autoridad y por el otro, la descoordinación y falta de servicios de inteligencia de las corporaciones policiacas, que otra vez fueron reactivas tras ser sorprendidas y rebasadas por los delincuentes de afuera y del interior del penal.
Muy al estilo de las holliwoodescas películas de acción, los malandros ejecutaron un ataque al penal y llevaron a cabo el rescate, ahora sí como dice el vulgo, a sangre y plomo.
Como en todos los hechos violentos que se han registrado en el penal de negra historia, hubo sin duda, complicidades desde el interior, para informar a los delincuentes el estado de fuerza y el armamento con que contaban los custodios. Eso lo demuestra el hecho de que los guardias no hicieran un solo disparo y que 10 de ellos fueran literalmente fusilados por los pandilleros.
El factor sorpresa que utilizaron los delincuentes para llegar en 7 vehículos, supuestamente blindados, tomar por asalto las instalaciones y pasar todos los filtros del penal a balazo limpio, generó miedo, pero sobre todo el descontrol en las fuerzas de seguridad, que tardaron 30 minutos en llegar al lugar, a pesar de que el cuartel militar se encuentra a un lado del reclusorio y los disparos que hicieron los asesinos se escuchaban a mucha distancia, según los videos que circularon en las redes sociales.
Ese descontrol se hizo más evidente cuando en el recuento de los daños, dijeron que había 14 muertos, 20 heridos y 22 reos fugados, incluyendo el líder de un grupo criminal, Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, alias El Neto.
Después corrigieron e informaron que el total de muertos en el ataque fue de 17, 10 de ellos custodios, 13 heridos y 27 reos fugados. Finalmente, volvieron a corregir a 30, la cantidad de presos que escaparon. En cualquier crisis lo menos que puede permitirse es la desinformación.
Nada justifica ese error sobre el saldo del ataque, por el simple hecho de que toda la información la tenían las autoridades ministeriales y militares en un sitio confinado, no en la calle ni en diferentes escenarios, como ocurrió en agosto del 2022, durante el Jueves Negro, que fue el primer intento de rescate de El Neto.
Si a la sorpresa del asalto respondieron con torpeza, hasta para contar las bajas y el número de evadidos, nada bueno podremos esperar y mucho menos rápido, para lograr la recaptura del asesino evadido y de los sicarios que cometieron la masacre intramuros.
Lo más peligroso de todo, es que después de los hechos se hablaba que el rescate del Neto no lo hicieron solamente los pandilleros adictos y alevosos, que tiene en su ejército de sicarios, sino que tuvieron los servicios supuestamente de mercenarios, que hicieron la planeación y coordinaron de la ejecución del ataque.
En esa planeación, que incluyó provocar la fuga masiva de reos para distraer a las policías buscándolos, incluyó también el robo de las camionetas blindadas en otros estados de la república, para no calentar la plaza antes de la ejecución del plan de rescate.
Del despliegue que hicieron al llegar a las puertas del penal, entrando sin titubeos y disparando sus armas contra los guardias, así como colocando vigías en las camionetas de las que nunca se bajaron los choferes, según los testimonios de la gente que estaba afuera del penal, demuestra una logística táctica a nivel terrorista de pega y huye, muy socorrida también en la guerra de guerrillas.
Mucho tendrán que informar los cuerpos de seguridad, sobre todos los cabos sueltos que deja este insólito asalto al penal, que con mucha razón despertó miedos e incertidumbres en la población, aunque las autoridades insistieron en decir que todo estaba bajo control, cuando lo cierto es que nunca tuvieron el control, porque el sangriento saldo lo hace evidente.
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Entre las explicaciones que tendrán que dar los responsables del sistema penitenciario del Estado, es el hecho de haber mantenido en el penal al peligroso líder criminal, a pesar de que en agosto del año pasado trataron de rescatarIo, realizando ataques simultáneos en la ciudad, en lo que se conoció como el jueves negro, que dejó un saldo de 11 muertos.
Lo más grave de todo, es que la misma Comisión Nacional de los Derechos Humanos había emitido, a partir de esos hechos, un diagnóstico de los problemas de gobernabilidad detectadas en el Centro de Reinserción Social Estatal No. 3, donde se mencionan principalmente la sobrepoblación, la insuficiencia de personal de seguridad y custodia, así como la práctica tolerada de actividades ilícitas y de cobros de extorsión y sobornos.
De acuerdo con el Diagnostico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) 2021, estas condiciones evidenciaron el autogobierno en el penal estatal de esta ciudad, que no garantizaba la integridad de los mismos reos, por el hacinamiento que significa tener una población de 3 mil 500 reclusos, cuando la capacidad es de 3 mil 100.
No faltarán, a partir de lo ocurrido el domingo, los especialistas y genios que vengan del altiplano a recomendar medidas de seguridad y control, pero a toro pasado, cuando el ridículo ya lo hicieron y el desafío de los pandilleros se impuso a todos los servicios de inteligencia del Estado, de la Federación y del Ejército, lo primero que deberán hacer es la recaptura de El Neto y sus compinches, así como del resto de los fugitivos, que aprovecharon el río revuelto para comenzar el año en libertad.
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Sobre el mismo tema, la diputada federal Daniela Álvarez les dijo carroñeros a los líderes de Morena, porque tratan de politizar el trágico evento solamente para golpear a la gobernadora del Estado.
Al expresar su solidaridad con el alcalde Cruz Pérez Cuéllar y con la gobernadora Maru Campos, la legisladora hizo un llamado a la madurez política y a la civilidad, para generar estrategias y dar paz y seguridad a los juarenses, más allá de partidos políticos, niveles de gobierno o intereses particulares.
Aunque se fue grande al decir que Juárez se encuentra de luto, porque fue miedo e incertidumbre lo que el ataque al penal generó en la población, cuando las autoridades fueron sorprendidas y rebasadas, su mensaje tuvo como destinatarios a los líderes de Morena en el estado que aprovecharon los sangrientos hechos para tratar de llevar agua a su molino.
“Es inadmisible que después de los acontecimientos suscitados en nuestra ciudad, existan actores políticos como los de MORENA que solo busquen utilizar un tema tan lamentable y doloroso para fines electorales, no permitiremos que sus intenciones carroñeras afecten las decisiones y estrategias del Gobierno”, dijo en tono fuerte, que, sin duda les retumbó en los oídos de los dirigentes de la 4T en la entidad, entiéndase Juan Carlos Loera, su sobrina Brigitte Granados de la Rosa y el francotirador del congreso del Estado, Cuauhtémoc Estrada.