Muy bien se sintetiza al interior del Ayuntamiento juarense, el revoltijo partidista, el rampante chapulineo, el pleito por las cuotas de representación política, el apetito controlador y la rebatiña por los espacios de poder.
Eso se ve en lo que viene, es decir, en la forma en que se conformará el próximo Ayuntamiento con base en el resultado de la pasada elección y la política de alianzas, pero también en lo que pasó con el cuerpo colegiado que termina periodo.
Cruz Pérez Cuéllar llegó al poder en 2021 en una coalición de Morena con el PT y Partido Nueva Alianza Chihuahua, que ya ni registro estatal tiene. Por esos acuerdos partidistas, en su planilla de regidores iban únicamente cinco espacios de Morena, tres del PT y tres de Nueva Alianza.
Al final de la gestión, unos petistas terminaron haciéndose morenistas, y otros más bien crucistas de corazón, como se repitió en el caso de quienes representaban al partido de los profes del Panal.
Los petistas Hugo Avitia Arellanes y Pedro Alberto Matus, se volvieron tan crucistas como los morenistas Antonio Domínguez, Ana Estrada, Paty Mendoza o Mary Adame. Mayra Castillo llegó por Morena como cuota para pueblos originarios, pero ya está en el grupo de Cruz con fidelidad jurada.
En el caso de Cecilia Reyes Castro, del PT pasó a Morena, pero si fue la única regidora que no pudo ir por la reelección, fue precisamente porque no entró al redil crucista. Tuvo el cobijo del grupo de Ariadna Montiel y eso le alcanzó para una diputación suplente.
Por el lado de Nueva Alianza, tanto Karla Escalante como Jorge Bueno y Vanesa Mora, también se volvieron seguidores de Cruz. Mora en un momento hizo mancuerna con Reyes Castro para volverse morenista, aunque se suponía que no del bando crucista. Sin embargo, al final terminó bien maiceada en el redil del alcalde.
Karla Escalante y Jorge Bueno están hoy en la planilla de Cruz, como si fueran morenistas. Vanesa Mora también se incluyó, aunque como suplente y en la lista partidista para las “plurinominales”.
En el equipo crucista que va a repetir en el Cabildo, también se puede contar a Tania Maldonado, quien llegó al Ayuntamiento bajo las siglas de Movimiento Ciudadano, pero Cruz fue quien la cobijó para seguir otro trienio.
Así que en general, salvo el caso de Reyes Castro, todos llegaron como cuota de sus partidos políticos de origen, pero van a seguir en el Ayuntamiento luego de haber jurado lealtad al alcalde neomorenista Cruz Pérez Cuéllar.
En ese mismo terreno están Pedro Matus y Hugo Avitia, aunque estén bien amarrados en la estructura del PT. Los Matus, Avitia y Aguilar, son los apellidos mandones en ese partido.
A propósito de control familiar, por lo visto hijo y papá serán al mismo tiempo regidores. Hugo Avitia Arellanes va en la planilla, pero su papá Hugo Avitia Corral, se colará también por la lista de “pluris”.
Y es que como si no fuera suficiente el control de Pérez Cuéllar en el Ayuntamiento, la última reforma electoral le dio espacios “pluris” a los ganadores. Por esa vía Cruz tendrá dos regidores afines más, el del PT y la posición de Alejandro Acosta, quien va en primer lugar de Morena en la lista partidista.
El control será total, ya que otra aliada de Cruz, la dirigente local del Partido Verde, Laura Fernanda Ávalos Medina, también será regidora “pluri”.
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Una vez concluido el conteo de las actas de escrutinio para la elección de Ayuntamiento en Juárez, varios datos llaman la atención de este Mirone.
El primero es el número de votantes que acudieron a las urnas, que en esta jornada fue mayor a la que se presentó en 2021, cuando se contabilizó un total de 437 mil 529 votos, incluidos los válidos, los emitidos por candidaturas no registradas y los nulos.
El pasado 2 de junio, 595 mil 461 personas fueron las que llegaron a las casillas para emitir su sufragio, lo que aumentó la participación con relación a la anterior jornada electoral; es decir, se registró un incremento de 157 mil 932 ciudadanos ejerciendo este derecho.
Ese crecimiento se refleja también en las variables de votos para candidatos no registrados y nulos; en 2021 el primer rubro fue de 426 y el segundo de 11 mil 413. En la jornada 2024, los números en estos conceptos fueron de 503 y 32 mil 233 respectivamente.
Lo curioso es que mientras los votos para candidaturas no registradas en ambos lapsos fueron muy similares, ahora los nulos se dispararon casi al triple, lo que debe motivar un análisis respecto a si fueron anulados de forma consciente, como alguna forma de protesta, o simplemente reflejan errores a la hora de marcar las boletas.
Es de llamar la atención también que los sufragios que alcanzó el candidato de la coalición Morena-PT, Cruz Pérez Cuéllar, sumaron 141 mil 349 votos más el pasado 2 de junio, que los que consiguió en los comicios de 2021, aliado entonces con PT y Nueva Alianza.
En aquella fecha registró en total 213 mil 073 votos, mientras que ahora llegó a 354 mil 422.
Por lo que respecta al PAN, quien en esta ocasión se juntó con un PRI venido a menos y con un PRD todavía tantito peor, no tuvo grandes diferencias con relación a las elecciones de 2021.
Rogelio Loya Luna obtuvo 111 mil 185 votos en la jornada de hace dos domingos, mientras que hace tres años el candidato, únicamente del PAN y PRD, Javier González Mocken, alcanzó 8 mil 767 sufragios más con 119 mil 952.
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Mención aparte merece el inesperado por algunos y deseado por otros, tercer lugar alcanzado por Jaime Flores Aguirre, conocido como Máquina de Fuego, representante del recién conformado Partido Pueblo.
El más joven de los contendientes obtuvo 36 mil 443 votos y rebasó a la representante del Partido Movimiento Ciudadano, Esther Mejía Cruz, quien logró 34 mil 266. El rebase del youtuber, influencer y rapero de Anapra fue de 2 mil 177 sufragios sobre la síndica.
Ni con tenis naranja “fosfo-fosfo” prestados le alcanzó a Mejía Cruz para ganarle a su competidor Máquina de Fuego, quien presume ser nacido en Anapra.
Consciente de que iba a luchar contra estructuras partidistas que por décadas se han disputado las sillas de gobernantes y las curules en los Congresos, Máquina le apostó a llevar un mensaje dirigido a las minorías, esas que prefieren no votar ante el desencanto provocado por el engaño y/o la decepción de quienes una vez que asumen los cargos, se olvidan del elector.
Su campaña se basó principalmente en el carisma que le ha generado más de 1.6 millones de seguidores en su cuenta de Facebook. Y aunque es sabido que los ‘likes’ no cuentan como voto, a Jaime Flores sí le sirvieron para obtener el 6.1 por ciento de la votación válida emitida.
Les guste o no a los opinólogos, los números ahí están y esos no mienten.
Sin embargo, pese al buen desempeño de Máquina de Fuego, la votación estatal menor al 3 por ciento no le alcanzará a Pueblo para conservar su registro.
Flores Aguirre tiene actualmente 26 años de edad, nació en Veracruz y a los 2 años llegó a Juárez, la que considera su ciudad.
Su discurso fue tan disruptivo como sus tatuajes y hoy su futuro político es impredecible, aunque seguramente seguirá dando más de qué hablar. Él ya dijo en alguna ocasión que le gustaría llegar a ser alcalde, antes de cumplir treinta.
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La alerta emitida por autoridades estatales a consecuencia de las altas temperaturas que se esperan para el próximo jueves será también una prueba de fuego para la infraestructura, tanto de la JMAS como de la CFE.
Obligadamente se disparará el consumo de agua y electricidad para tratar de contrarrestar el calor, que prevén llegue hasta 43 grados Centígrados en esta frontera.
Ya en anteriores temporadas de calor los fronterizos han enfrentado severos impactos por la falta de alguno de esos servicios o de los dos al mismo tiempo, lo que le complica a la gente hidratarse y procurar un ambiente más fresco, no por comodidad, sino para prevenir padecimientos típicos bajo estas condiciones climáticas.
Aunque ni el verano ni la canícula han llegado, las fallas en los suministros ya comenzaron: se reportan cortes de electricidad en distintos sectores de la ciudad que imposibilitan el funcionamiento de los aparatos de enfriamiento y también de los pozos de agua.
En algunas industrias hasta turnos se han tenido que suspender ante la imposibilidad de continuar laborando bajo tales condiciones adversas.
Durante la presente administración estatal, la JMAS ha expuesto de forma reiterada que, si el sistema de agua potable falla, se debe a los cortes de electricidad que sufren sus instalaciones,
Eso suena lógico. Lo que no lo es, es que aún sin la suspensión del flujo eléctrico, en algunas partes de la ciudad la gente tiene que arreglárselas con el chorrito que les llega y, en ocasiones, únicamente de noche.
En lo que tienen razón es que, sin electricidad, pues los pozos no funcionan. Ahí es donde entran las fallas de la CFE.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) hizo, a nivel nacional, un análisis de la situación luego de que el año pasado fue uno de los peores con relación a la fiabilidad de la Red Nacional de Transmisión de la CFE, instrumento que debe ser extendido para enfrentar la problemática.
La propia CFE determinó que la interrupciones en el servicio se deben al incumplimiento de las metas propuestas en infraestructura en las gerencias Regionales de Transmisión de Baja California, Noroeste, Norte (a la que pertenece el estado de Chihuahua), Noreste, Occidente, Central, Oriente, Sureste y Peninsular, lo que genera voltajes insuficientes.
Los especialistas consultados por CMIC concluyeron que las fallas ponen en evidencia la urgente necesidad de revisar y fortalecer la infraestructura de transmisión eléctrica del país, ya que el impacto de estas interrupciones no solo afecta a los usuarios domésticos, sino también a la industria, al comercio, a la productividad y a la economía en general.
Mientras el Gobierno Federal pone manos a la obra para reforzar el servicio eléctrico, los fronterizos tendrán que buscar opciones para enfrentar los calorones que se vienen y que, al parecer, “tronarán” otra vez el suministro ante la incapacidad de la CFE para satisfacer la alta y lógica demanda de la temporada.