Llamó la atención entre los agentes policiacos de la ciudad el doble asesinato cometido la madrugada del pasado lunes en las inmediaciones del exclusivo fraccionamiento Campestre, ahí donde rentó una residencia el alcalde, Cruz Pérez Cuéllar, para luego ser desalojado por la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua en medio de una investigación por enriquecimiento ilícito en su contra y también de su arrendador, Daniel Pando Morales.

Les sorprendió no porque las víctimas viajaran en un vehículo Porsche, ni por el número de balas que les dispararon o por los calibres que los homicidas utilizaron; la razón de su asombro radicó en que fueron los mismos policías quienes se toparon con el automóvil a media calle con los hombres asesinados en su interior, ya que nadie llamó al 911 para reportar alguna balacera.

Los ocupantes de una unidad de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) daban su rondín por el sector, cuando de pronto observaron el automóvil particular y, al acercarse a verificar por qué estaba a la mitad del cruce de Calzada Senecú y Del Fresno, la calle donde justo vivía el presidente municipal, fue cuando se percataron del doble homicidio.

Aunque las armas usadas en ese ataque son de las llamadas de grueso calibre y, por lo tanto, muy ruidosas, al parecer nadie se dio cuenta de lo que pasó, hasta que los agentes encargados de la vigilancia en ese sector se toparon con la escena del crimen.

Entre los mismos policías municipales comenzó a circular la versión de que es muy posible que los asesinos hayan utilizado silenciadores para sus armas en un afán por, literalmente, no hacer mucho ruido en esa violenta incursión.

Aunque ese aditamento no funciona como en las películas, donde inhiben por completo el sonido de la percusión, los efectivos afirman que sí reducen el ruido y puede llegar a confundirse con otra resonancia, como cuando algo cae al suelo o incluso un golpe proporcionado a una persona.

Los elementos de la corporación, conocedores del tema, comentaron que la eficacia de los supresores, como también se les conoce, varía entre un diseño y otro; sin embargo, un buen silenciador puede eliminar casi completamente el sonido producido por los gases al salir del cañón.

Dijeron también que son más eficientes en calibres pequeños, pero pueden ayudar a sofocar el ruido en los de capacidad mayor porque lo que llaman el estampido sónico es apenas una fracción del ruido generado, así que un buen supresor puede reducir bastante el sonido de la detonación de un arma.

Ese ha sido todo un tema entre los policías quienes, a pesar de estar acostumbrados a tratar este tipo de sucesos, todavía se topan con sorpresas en las escenas de los crímenes que se cometen en esta frontera.

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El director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, publicó ayer martes un artículo en el que, entre otras cosas, anuncia la inminente inauguración del Hospital General Regional de Ciudad Juárez.

El anuncio del funcionario nos llega cuando ya falta poco más de un mes para que termine la actual administración, la cual, igual que las anteriores recientes, le habían prometido a Juárez la construcción de un superhospital de especialidades, pero nunca hicieron realidad esa promesa.

La falta de un hospital con especialistas en diversas materias médicas, con camas suficientes y quirófanos debidamente equipados, obligaba a los derechohabientes del IMSS radicados en nuestra frontera a viajar hasta la capital del estado, si no es que a Torreón, Monterrey o México, a recibir una intervención quirúrgica.

¡Imagínese viajar 800, mil o tres mil kilómetros, de juaritos hasta la Comarca Lagunera o a la CDMX aquejado por una enfermedad, y con el nerviosismo propio de quien está por entrar al quirófano!

Todo lo anterior aunado al trato injusto que se le daba a la segunda frontera más poblada del país, pues es bien sabido que la mayor parte del casi millón de trabajadores asegurados del estado radica en Juárez.

O sea, los trabajadores juarenses pagaban su cuota al IMSS, pero no tenían un hospital “suficiente” en su ciudad. ¡Más injusticia no se podía!

En su artículo, publicado en un medio de la capital del país, Robledo comenta que estuvo el viernes pasado, junto con el presidente AMLO, en el nuevo Hospital General Regional del IMSS.

¡Qué cosas! Menciona en su texto que esa unidad que comenzó a construirse en 2008; siete años después, en el 2015, fue inaugurada pero en condiciones de obra negra. O sea, no estaba en condiciones de atender la más pequeña de las consultas.

El hospital, ya “inaugurado”, aunque todavía en ciernes, tendrá 260 camas y 34 especialidades y “será el más grande en todo el estado de Chihuahua para la atención de derechohabientes del IMSS”.

Qué bien, buena noticia para Juárez. Ahora solo falta que nos aseguren que no será otro más de esos nosocomios del Seguro Social donde falta de todo: desde los medicamentos más sofisticados, hasta los materiales de curación.

Vaya, hay clínicas y hospitales que no tienen ni agua para beber o papel higiénico en el baño. A ver si no nos la hacen igual.

Celebremos el nuevo hospital, pero estemos atentos a que nos den lo que merecemos, a que la justicia en materia de salud, sea acorde a las aportaciones de los juarenses y también de sus necesidades.

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Dice Antonio P.C., que su exjefe, Javier Corral Jurado, trató de utilizarlo con fines de golpeteo político para bajar de la contienda a la entonces aspirante a la candidatura a la gobernatura de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, para favorecer a Gustavo Madero.

P.C., excoordinador de Comunicación Social, del a su vez, exgobernador de Chihuahua, Corral Jurado, citó ayer a rueda de prensa en la capital del estado para decir “su veldá”, luego de permanecer preso acusado de Uso Ilegal de Atribuciones y Facultades con penalidad agravada.

Antonio P.C., fue detenido el 23 de septiembre de 2023, en el estacionamiento del restaurante que tiene como logo tres búhos, por elementos de la Fiscalía Anticorrupción, sí, esa misma instancia que hace semanas no da señales de vida pese a tener asuntos de interés acumulados.

Cauteloso, sin dar grandes detalles en sus declaraciones, actitud entendible si se toma en cuenta que pasó casi 2 años en el penal de Aquiles Serdán y porque los procesos aún continúan abiertos, el exfuncionario afirmó que a la fecha no le han podido acreditar responsabilidad en la comisión de los delitos que se le imputan.

Y es aquí donde a don Antonio se le empezó a soltar la lengua al asegurar que uno de los casos le fue montado por la exfiscal Anticorrupción Gemma Chávez, por orden directa del Javiruchis. Ha sido tal su molestia que don Tony ya le soltó a las autoridades Anticorrupción al menos cinco ‘tips’ para que investiguen al exgobernador golfista.

Muy cauteloso, luego de agitar el agua, señaló que “sé que hubo corruptelas, no tengo pruebas, pero tampoco dudas”.

Dicho de otra manera, a los encargados de llevar las averiguaciones, ya les prendió el boiler para que se metan a bañar, mientras habrá que esperar, pues, a ver si se le da celeridad a los asuntos, o, si por la parsimonia que caracteriza al fiscal Abelardo “Bayo” Valenzuela, no hierve de más el agua.

El también periodista no mencionó que se sujetó al criterio de oportunidad para colaborar con las autoridades, prefirió mencionar que el actual Gobierno estatal lo quiere usar para meter a la cárcel a su exjefe, no sin antes asegurar que él es inocente y “el que nada debe, nada teme”.

Este melodrama político, va pa’ largo.

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Alfredo Chávez Madrid, diputado local, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, puso el dedo en la llaga a sus correligionarios partidistas.

En una carta abierta al panismo de todo México publicada ayer, hizo un recuento crudo y certero sobre la crisis por la que atraviesa el partido fundado por Manuel Gómez Morín: para recuperar al país, primero se debe recuperar al PAN.

En su misiva, el legislador refiere que, a lo largo de 85 años, el PAN enfrentó retos y adversidades encontrando en el camino triunfos y fracasos, pero nunca ninguna derrota, aunque reconoce que tras la pasada elección del 2 de junio, la situación es diferente.

Esa derrota en las urnas, no se trata nada más de un llamado a la reflexión, como apuntan otros panistas desde las alturas del partido, luego del descalabro. Por el contrario, es “una llamada a lamernos las heridas, a decir que antes éramos mejores, que hemos perdido el camino y a intentar recuperar nuestro pasado sin realmente intentarlo para no perder los privilegios obtenidos con la administración de la derrota. Estas ideas me preocupan mucho”, señala el legislador.

Y va más allá, acusa que de los aspirantes conocidos al Comité Ejecutivo Nacional del PAN, nadie plantea un movimiento que efectivamente sacuda y recupere el espíritu que por décadas caracterizó al partido.

Para el panista solo hay “un cúmulo de buenas intenciones con la idea disfrazada de llegar al CEN para ser los nuevos administradores de esa derrota que tanto beneficia a las dirigencias conformistas y poco creativas”.

También desenmascara la idea de que el partido en el que desde hace 23 años milita, no puede apostar a la recuperación desde lo interno, si ni siquiera interactúa con la sociedad, esa, a la que se debe, y mucho menos, si no tiene claro lo que significa la oposición y lo que el país espera de esa fuerza política.

Está el PAN atrapado en una dinámica interna que se avizora destructiva e inútil, suelta el legislador de tajo, no sin antes rematar diciendo que, si se quieren solucionar solo desde dentro los problemas, desde una óptica “nostálgica y autoconmiserada”, se estaría apostando por “una solución simplista, romántica, quizá muy vendible, pero estéril”.

Luego, su mensaje va directo a la cabeza del PAN: “por ningún motivo apoyar a una dirigencia que pretende mantenerse en el poder, o llegar a él, solo para negociar la derrota, administrarla y lucrar políticamente con ella como ahora sucede”.

Chávez Madrid llama al diálogo a los panistas en los estados y municipios, a ponerse a trabajar en las calles, con la pena, pues, a salir a darse un baño de pueblo, que tanta falta les hace.