Pocas veces, el conocido refrán popular que dice “genio y figura, hasta la sepultura”, se pudo aplicar tan apropiadamente como al exalcalde juarense Héctor Agustín Murguía Lardizábal, mejor conocido como “Teto”, “El Teto” o, incluso, “Teto-man”.
Incluso en el día de su funeral, celebrado este 12 de enero del 2024, Teto fue el mismo que conocimos cuando ocupó diversos cargos públicos y cuando contendió, sin fortuna, por la candidatura al Gobierno del Estado por el PRI, donde militó durante medio siglo.
Aglutinaciones en torno a él, anécdotas, recordatorios—de todo tipo—controversias y hasta evocaciones al ex Beatle John Lennon vinieron a cuenta a propósito de la ceremonia donde se le dio su último adiós.
Su estilo irreverente y polémico lo mismo le generó adeptos que detractores. Teto, quien además de distinguirse en el ámbito empresarial, llegó a ocupar cargos de elección popular, como diputado, senador y dos veces como presidente municipal, sólo le faltó la gobernatura para consolidar su sueño.
Como senador, se le recuerda por haber votado en contra del aumento al IVA, de un 15%, desde un 10% en el que estaba antes del “Error de diciembre”.
Su refranero no podía faltar en esa que era la última aglomeración de políticos en torno a él: aquella que decía “son muchos los diablos y poca el agua bendita”, refiriéndose a los recursos que tenía el municipio.
Ayer, en “Tetolandia”, su oficina de operaciones, dieron inicio las honras fúnebres a las que acudieron personajes del ámbito político, empresarial y gubernamental, que sin distinción partidista, acudieron a dar el pésame a la familia.
Hubo sí, muestras de cariño; también de respeto así, a secas y de condolencias hacia la familia del político que enfrentó a los gobiernos estatal y federal en aquella aciaga época de la guerra contra el narco del entonces presidente Felipe Calderón.
Controversial por convicción, como siempre fue su estilo, Murguía Lardizábal se quedará en el recuerdo de los juarenses, desde la Plaza de la Mexicanidad en donde dejó como herencia la escultura de la X, hoy ya un icono innegable de Juárez, al borde del río Bravo, hasta el polémico periférico Camino Real, con el que logró unir la ciudad de norte a sur.
La representación del gobierno estatal, emanado del PAN, estuvo a cargo de Santiago de la Peña, secretario general del Gobierno estatal, el representante de la gobernadora Oscar Ibáñez y el subsecretario de Educación, Maurilio Fuentes.
Un amplio y bello salón al fondo albergaba un piano al lado de una pared con numerosas fotografías de Teto en su oficina de la presidencia municipal o pintado al óleo y acompañado de su esposa Paty, todo ello junto al escudo de Ciudad Juárez.
En medio del salón se encontraba el féretro cerrado y con un gran cúmulo de rosas blancas sobre él, al frente del cual estaban las caras tristes, pero con frecuentes sonrisas que su hijo e hija brindaban en agradecimiento por las muestras de cariño, abrazos y condolencias.
Así fue la vida de Teto y así continuará en el recuerdo: un hombre de polémica, magnético, discutible y discutido, del que se podrán decir muchas cosas, menos que pasó inadvertido.
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Un buen round en redes sociales es lo que desató la conocida firma encuestadora Massive Caller tras la publicación de sus proyecciones de intención de voto en Chihuahua, particularmente, las que corresponden a la elección para senadoras y senadores.
Según esa publicación, el frente PRIAN y el bloque 4T están prácticamente empatados, pues la diferencia entre ambos es de menos de 4 puntos y es justamente ese el margen de error que se autoconcede la encuestadora.
La intención favorece a la dupla Mario Vázquez y Daniela Álvarez, del frente partidista “Fuerza y Corazón por México”, pero solo con un 40.1% de las preferencias.
Muy de cerca, aparecen Andrea Chávez y Juan Carlos Loera, de la 4T, integrada por Morena, PVEM y PT, con un 37.8% de las aceptaciones.
O sea, que la distancia entre puntero y segundo lugar es de 2.3 puntos, cifra inferior al margen de error del levantamiento, que es de +- 3 a 4%.
Más se pone la lectura cuando vemos que quienes aún no deciden conforman el 15% de las respuestas, mientras que un enigmático 6% dice que “por otro” ¿Cómo por quién, por MC?
Son encuestas y, ya lo hemos apuntado, no son predicciones, ni mucho menos elecciones, pero ¡ah qué buen tiro se dieron en redes los simpatizantes de ambos frentes! Al menos en ese sentido le quitaron un poco lo aburrido a estas modorras campañas.
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El exgobernador Javier Corral Jurado hizo otra de las que tanto le gustan: presentarse en un medio nacional, ante una entrevistadora o entrevistador “amigo” y darse gusto hablando de cuanto tema se le ponga enfrente, siempre que no impliquen cuestionamientos a su controversial mandato en Chihuahua.
El pasado jueves, se aventó media hora de programa con Tatiana Clouthier, la vocera de la campaña de Claudia Sheinbuam, donde hasta panecito le sirvieron, así como para hacerlo sentir en casa.
Desatado el hombre, sin periodistas de Chihuahua que le irriten—nada más de verlos—, el ex muchos cargos, casi todos plurinominales, y siempre por el PAN, le tundió duro a la dirigencia de su ex partido, particularmente a Markito Cortez, por aquello del acuerdo firmado con el PRI para repartirse hasta el anillo del poder y la isla del tesoro en el estado de Coahuila.
“Con este nivel con el que está perdido todo nivel toda causa, están en la negocia de intereses, de posiciones, de migajas”, decía Corral, mientras la “tía Tatis” le ofrecía una pieza de pan.
Por lo visto, ya se le olvidó que él fue un beneficiario de esos arreglijos a trastienda, como aquel que le permitió ser senador de la República, pese a que quedó últimas en la elección interna del PAN.
Entrados en gastos, se dio vuelo hablando de su amistad con la actual aspirante presidencial, Claudia Sheinbaum, a quien—comentó—le regaló cuatro ejemplares del inventario de su librería: La Viuda Negra; Pancho Villa, por Friedrich Katz y Tras las huellas del Cristo Jesús, de Camilo Daniel y “Política y sociedad”.
No conforme con andar de presumido de sus cercanías con la dueña del “Bastón de mando”, todavía se lució al decir que, supuestamente, el presidente AMLO ya lo había invitado a su gabinete, pero que él—o sea, Corral—no aceptó en aquel momento.
¡Cómo lo iba a aceptar, si este presidente paga poco y en una de esas, así en plan cruel y despiadado, hasta lo pone a trabajar”!
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En semanas próximas, la Comisión Estatal de Derechos Humanos presentará su diagnóstico sobre la situación en que se encuentran los 11 centros penitenciarios del estado y, en particular, sobre las áreas dedicadas a la reclusión de mujeres.
El informe ha causado expectación, pues se espera el detalle sobre lo observado por ese órgano protector de los derechos humanos durante y después de la fuga-masacre ocurrida el 1 de enero del 2023 en el CERESO número 3, ubicado en Juárez.
Si bien la CEDH ya emitió recomendaciones relacionadas con la actuación de autoridades de diverso orden, quienes y fuera por negligencia o por abuso de sus funciones contribuyeron al desarrollo de esos terribles hechos, donde murieron 17 personas.
Lo que ha despertado también un particular interés es el capítulo que se le dedicará a las áreas de reclusión exclusivas para mujeres, pues a la fecha no se ha generado un informe detallado sobre ese particular.
A reserva de ver los resultados, el informe más reciente del INEGI referente a la población penitenciaria del país nos indica que, hay en Chihuahua 548 mujeres en calidad de Personas Privadas de la Libertad, las PPL.
Habrá que estar atentos, porque son sectores de los centros penitenciaros a los que se les dedica poca atención, pero que han cobrado una particular trascendencia por el tipo de delitos que le atribuyen a sus internas, como las condiciones en las que viven.
Por ejemplo ¿sabía el respetable público lector de esta columna que en las cárceles del país viven 548 niñas y niños menores de seis años y, de esa cantidad, 12 corresponden a Chihuahua.
O bien, que al corte más reciente—del año 2021—había 293 mujeres embarazadas o en período de lactancia y 336 que vivían con sus hijos en el penal.
El reporte del INEGI indica que en Chihuahua hay 8 mil 966 PPL, pero la capacidad instalada da para recibir a solo 7 mil 691.
Es decir, que trae una sobre población muy pronunciada, y las áreas de mujeres no son la excepción.
Interesantes los puntos, pero habrá que ver las decisiones y las políticas públicas que se deriven de ese estudio de la CEDH.