En estos tiempos en los que la impunidad se pasea por todos los espacios de la sociedad mexicana el terror parece el arma más usada por los criminales y peor, por las autoridades, como se ha develado recientemente tras la aprehensión del exfiscal corralista Francisco G.A., quien es acusado de tortura y quien a su vez denuncia que la forma en que fue detenido, provocó la muerte de su padre.

Lo cierto es que en las historias que narran las presuntas víctimas de “Panchito” y lo que él mismo describe como un acto de extremo terrorismo en su detención que, asegura, precipitó la muerte de su padre a causa de un infarto, hasta el viento tiene miedo.

Lo cierto es que en este juego en el que se busca la justicia ha quedado excluida la premisa fundamental del debido proceso.

El péndulo de terror entre acusados y acusadores, de interrogadores que ahora son interrogados, dejan al descubierto un mundo escalofriante en el que la búsqueda de justicia se queda atorada en alambres de impunidad y en la instalación de un universo de martirio sin fin que solo engendra resentimiento y anhelos de venganza.

La audiencia de Francisco G. A. dejó ver, de un tajo, la carne podrida de nuestro sistema judicial, en el que el ideal del debido proceso apegado a los derechos humanos es mancillado por el maltratado y un infernal martirio para justos y pecadores.

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La aplicación de un doble racero para juzgar y otorgar la prisión preventiva causó una singular discusión entre el diputado Oscar Castrejón, de Morena, y Rocío Sarmiento, del PAN.

El primero pedía la comparecencia de la fiscal anticorrupción, Nidia Aidín Orpinel Pizarro, para que explique por qué le negaron la prisión preventiva en el caso de la exfuncionaria del gobierno de Javier Corral, Araly Cristina L.A., porque había razones de sobra para presumir que se podía, o mejor dicho, se puede eludir de la acción de la justicia.

A diferencia de otras discusiones, que suelen ir subiendo de tono, el diputado Castrejón y la diputada Sarmiento intercambiaron elogios y expresiones de aprecio, pero se enfrascaron en su postura de, el uno, traer de la oreja a la fiscal, y la otra, de no pedirle una explicación por un acto que le corresponde al juez de control que lleva la causa.

Lo que el diputado Castrejón dejó sobre la mesa es la doble vara para medir el caso de la exfuncionaria corralista, quien habría otorgado contratos millonarios a empresas con las que tenía relación, y el del exfiscal de Derechos Humanos, Francisco G. A.

“Panchito”, como le llaman sus amigos, detenido en ciudad Delicias, no recibió el beneficio de la libertad bajo caución ni siquiera para asistir el funeral de su señor padre.

Por lo demás, se trata de un catedrático universitario que tiene arraigo en su ciudad de residencia y de un abogado reconocido que conoce a detalle las consecuencias de emprender la graciosa huida.

Acaso ambas partes tengan razón, pero la negativa del PAN deja abierto el sospechosismo de que el caso de “Panchito” es uno de esos asuntos donde se le echa todo el aparato de justicia encima a los casos de consigna.

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Ahora sí, como dice la raza, los de la Aduana Mexicana se soltaron la greña y están autorizando el paso de toda la fayuca que quepa por el puente de la avenida Lerdo y el cruce de Santa Teresa, claro está, con su respectivo pago para los aguinaldos y las “crismas”.

Solamente este fin de semana, porque comienza la mayor venta del año en las tiendas paseñas, con el “Black Friday”, el personal de todas las garitas fiscales tiene luz verde de Luis Rivera y Ramón Gómez Leal, los operadores de confianza del Administrador de la Aduana, el general Cecilio Martínez Arcos, para “vacunar” a los particulares que crucen con sus compras.

Fuentes picudas de la Aduana, informaron a Mirone que el cruce de camionetas pick-ups y vans conocidas como “venaditas”, cargadas de llantas usadas, licor, cigarros, zapatos tenis, pacas de ropa usada y bicicletas y electrónicos, fue concentrado en los dos cruces mencionados porque el general Cecilio Martínez Arcos no quiere se le vaya nadie sin pagar, o que se le bañen sus subalternos con las mordidas.

Solamente los autos usados que traen de los remates en lotes norteamericanos, siguen cruzando por el puente Guadalupe-Tornillo.

Nos revelan también que para esta “Operación Santa Claus”, desde la semana pasada se duplicaron los cruces después de las 7 de la tarde, aunque los que mejor pagan tienen horario libre, porque el billete manda.

Sin embargo, hay quienes se están saltando las trancas y las instrucciones del general administrador, por lo que ya comisionó a su brazo derecho y contador, Ramón Amatán, a ponerle marcación personal al cruce de Zaragoza, donde por cierto ahora también se concentran los ingresos de la fayuca.

Las instrucciones que recibió el personal destacamentado en el puente Lerdo y Santa Teresa, fue en el sentido de acelerar los cruces de la fayuca de la temporada navideña, antes de que se instalen en dichos puntos los elementos de la policía estatal.

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No la va a tener nada fácil el alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, en su comparecencia de hoy ante el Congreso del Estado, para explicar la revaloración catastral del Municipio de Juárez y demostrar con números, que el aumento al impuesto predial será del 13 por ciento, cuando mucho.

De entrada, la fracción panista del Congreso ha ratificado su postura de no apoyar ningún aumento del predial, a la que ya se sumó el diputado solitario del Movimiento Ciudadano, Francisco Sánchez.

Su principal detractor en la tribuna será sin duda el diputado Gabriel García Cantú, quien prendió la mecha en contra del aumento del predial en un recorrido que hizo por colonias de Juárez.

Tendrá también en contra el presidente municipal, a los diputados corsarios que responden a las órdenes de Juan Carlos Loera y que, por tratarse de un grupo de Morena opositor al proyecto político de Cruz, irán en contra de su propuesta, principalmente Benjamín Carrera.

El alcalde tiene mucho oficio político y es obvio que ya operó con los aliados que tiene dentro del Congreso, pero, aún así, todo indica que la balanza se inclinará a su favor solamente si convence a los panistas, porque los fieles a Loera querrán crucificarlo.

Por lo pronto, el agarrón principal del munícipe juarense con los corsarios de Loera ha despertado mucha curiosidad en los círculos políticos de la ciudad capital. Veremos de qué tamaño se ponen los guamazos.