Ya habíamos comentado aquí el tema de Gobernación por la operación irregular y el consumo de alcohol en terrazas-jardín y salones de recepciones en zonas habitacionales de todos los rumbos de la ciudad.

Pero resulta que el asunto por el lado oficial también toca a la Dirección General de Desarrollo Urbano Municipal que dirige la corredora de bienes raíces, Claudia Verónica Morales Medina.

A Mirone le llegó un caso muy ilustrativo de la manera en que en esa dependencia municipal permiten que el desorden siga creciendo y nada hacen cuando se violentan normas de construcción o se pasa por encima de usos de suelo autorizados, en perjuicio de la paz y la calidad de vida de los vecinos.

En plena calle Plutarco Elías Calles, justo en el número 1860, traen un relajo marca diablo acondicionando una terraza, haciendo demoliciones y preparando la construcción de un salón de recepciones.

Ninguna anuncia vecinal se ha dado y ni siquiera hay permisos expedidos por la autoridad para demoliciones, construcciones o cambios de uso de suelo, pero nadie les dice nada a los propietarios, aunque traigan ahí la maquinaria pesada a la vista de todo mundo.

Incluso hay de por medio una denuncia ciudadana formalmente recibida en la propia Dirección General de Desarrollo Urbano (folio 281201) que nadie se ha dignado a atender, mientras que la obra sigue.

Lo que fue documentado por el vecino que hizo la denuncia abiertamente, el también abogado Mario Héctor Jurado Téllez, es una petición de información por medio de la Plataforma de Transparencia, confirmando que no existe en Desarrollo Urbano ningún trámite o autorización relacionada con ese predio.

Además, se documentó el derribo de palmeras y otros árboles, hecho que fue denunciado sin respuesta en la Dirección de Ecología.

El caso es que hay preocupación vecinal porque las terrazas y establecimientos que se habilitan para fiestas generan un doble problema: ruido a todas horas y problemas de estacionamiento, ya que suelen incumplir con los cajones requeridos sin que ninguna autoridad intervenga.

Por lo visto, el desorden urbano es la marca de la casa.

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A primera vista, cuando Mirone se encontró con la imagen de la propaganda municipal, pensó que se anunciaba una obra ejecutada sobre una superficie de adoquín.

Pero, no. Eran las grietas sobre el deteriorado pavimento, lo que parecía algún “diseño” sobre el cual se colocaron unos estoperoles o boyas amarillas.

Lo que se presumía ahí por parte del Gobierno crucista eran los topes reductores de velocidad, bajo el siguiente texto: “Responde Municipio petición de limpieza y señalamientos en Senderos de Oriente”.

Seguramente ha habido ahí accidentes de tránsito y por eso la queja, pero lo que vergonzosamente se mostró en esa imagen (aquí la adjuntamos), fue la condición deplorable de la carpeta asfáltica, una pequeña muestra de lo que pasa en cientos de calles por toda la ciudad.

Lo otro que se evidenció es cómo la autoridad municipal no actúa cotidianamente en lo que debe de hacer por obligación mínima, como lo es la limpieza y la señalización, sino hasta que se lo piden los vecinos.

Y, quizás lo peor de todo, es esa forma poco eficiente, responsable y racional de trabajar por encimita, al colocar un equipamiento nuevo sobre algo que literalmente se está desmoronando.

No únicamente se repite esa historia en torno a boyas o estoperoles, también suelen presumirse trabajos de remozamiento en camellones y banquetas, pero que nada más incluyen la pintura además de la limpieza.

Apenas y si pueden los trabajadores colocar la pintura amarilla sobre los cordones de las banquetas que en muchos tramos están completamente despedazados. Pero las obras no incluyen su renovación.

Es de siempre esa falta de mantenimiento en las calles, pero sí da cosa que se pongan a pintar encima de pedacería, en lugar de rehacer los cordones de concreto.

Ahora sí que eso nomás se ve en Ciudad Juárez.

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El chihuahuense que ya tiene una encomienda especial es Víctor Quintana Silveyra, exdiputado local y federal, exfuncionario corralista y excolaborador de Andrés Manuel López Obrador.

Desde el 2 de octubre despacha como director general de Tecnificación del Riego, dentro de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la instancia que se encargará de uno de los 100 proyectos que anunció Sheinbaum Pardo para el “Segundo Piso de la Cuarta Transformación”.

Desde la campaña y la transición se le encomendaron tareas relacionadas con el sector campesino chihuahuense, y ahora tendrá su chamba justo para atender una de las prioridades del plan nacional de la nueva presidenta.

Quintana, uno de los fundadores de Morena, ha sido catedrático de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y fue también uno de los dirigentes históricos del Frente Democrático Campesino. Tiene una larga trayectoria como activista y docente, por lo que ha combinado siempre la teoría y la práctica.

Con Javier Corral fue secretario de Desarrollo Social en una primera etapa y antes, con López Obrador en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, fue jefe delegacional en la Gustavo Madero.

La propuesta 98 es la relativa a la tecnificación de más de 200 mil hectáreas de riego y Chihuahua se mencionó como uno de los estados para atender 13 distritos prioritarios.

Con Quintana a cargo de esa tarea, se espera que a Chihuahua le vaya bien en este rubro.

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Justo hace unos días señalaba Mirone la muy ignominiosa manera en que Francisco Garduño se mantiene como titular del Instituto Nacional de Migración (INM), aunque ya se dio el relevo presidencial.

Cala doble el asunto porque no únicamente se le dejó en su cargo, aunque fue vinculado a proceso por sus omisiones que llevaron a la tragedia de la Estación Migratoria en Juárez, donde murieron 40 extranjeros migrantes, también porque se le pagan del erario sus viajecitos cada quincena, para cumplir con la firma en los juzgados federales.

Pues ya se reveló el costo de su chistecito. A los contribuyentes nos han costado 39 millones 306 mil pesos, el que venga a cumplir con la medida cautelar que le fijó el juez de la causa.

Esa cantidad se ha gastado en los vuelos y en los viáticos de él y su comitiva que lo acompaña, porque nunca anda solo.

Su más reciente visita fue el 1 de octubre, justo cuando se hacía la transmisión del poder en el Palacio Legislativo de la Ciudad de México.

Ya pasó una semana y todavía no hay noticias sobre el relevo de Garduño. Tampoco se ha dicho que vaya a ser ratificado.

Su caso judicial está entrampado, ya que por el paro de labores del personal en los juzgados (como protesta ante la Reforma Judicial), no se han desarrollado las audiencias programadas.