Otra vez la burra al trigo, con el cierre de dos cruces internacionales y el perjuicio para miles de juarenses, cuando ayer cientos de migrantes se apostaron en el puente Paso del Norte amenazando con intentar cruzar, mientras las autoridades federales se quedaron otra vez pasmadas, esperando como siempre, que el problema se los resuelvan el Estado o el Municipio.

Fue a las 09:50 de la mañana de ayer, cuando los agentes del CBP cerraron el puente que da a la avenida Juárez y colocaron las barricadas en la línea divisoria, al ver la concentración de medio millar de migrantes. Una hora más tarde, se canceló el cruce por el puente De las Américas en previsión de que los extranjeros se trasladaran a este punto.

La razón de su movilización, que causó fuertes discusiones con juarenses que se vieron afectados, fue que otra vez les dijeron por las redes sociales, que se había derogado la disposición del Título 42 y permitirían el paso de los solicitantes de asilo, lo cual era falso, y eso lo sabían muchos de los migrantes que se concentraron en el puente, pero con su actitud buscaban presionar a las autoridades norteamericanas, cosa que tampoco lograron. 

Esta fue el tercer intento de los migrantes varados en Juárez, por acceder a los Estados Unidos para solicitar asilo mediante métodos ortodoxos, cuando las autoridades estadounidenses han repetido hasta el cansancio, que la frontera está totalmente cerrada y esa política no cambiará para quienes no cumplan con los requisitos legales, comenzando por una cita en línea y documentos en regla.

La primera de estas peligrosas incursiones ocurrió el 12 de marzo cuando invadieron literalmente el puente Paso del Norte, y la segunda, después de la tragedia en la estación migratoria, cuando un millar de ellos se desplazaron por el bordo norte del río Bravo, buscando ingresar por una de las puertas del muro custodiado por la Patrulla Fronteriza.

En los tres casos han sido engañados por mentes criminales, que buscan provocar un enfrentamiento y víctimas en los grupos extranjeros, sin que hasta el momento el Gobierno federal asuma su responsabilidad de orientarlos para que eviten ser manipulados.

En el caso del conflicto de ayer, fue únicamente el director del Consejo Estatal de Población, Enrique Valenzuela, quien se vio en el lugar de los hechos hablando con diferentes migrantes, para hacerles ver que habían sido engañados, porque las políticas migratorias del vecino país no han cambiado.

A pesar de no tener facultades en el tema migratorio, porque no está dentro de sus funciones, Valenzuela agarró el toro por los cuernos y se mezcló entre los inquietos migrantes para tratar de orientarlos y que no siguieran perjudicando la actividad de miles de fronterizos, que tienen necesidad de cruzar a El Paso.

Mientras tanto, el delegado federal Juan Carlos Loera y el titular del Instituto Nacional de Migración en el Estado, Salvador González Guerrero, brillaron por su ausencia permitiendo que las protestas de los migrantes concentrados en la entrada del puente, subieran peligrosamente de tono.

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En entrevista con Carmen Aristegui, el exgobernador Javier Corral asomó ayer la cabeza para lamentar la muerte de Antonio Tarín García, pero también para sembrar la duda sobre el suicidio y la investigación que ofreció el fiscal de la Zona Centro, Francisco Martínez Valles, porque lo acusó de ser una posición de César Duarte y haber formado parte del equipo de abogados, que defendió a varios exfuncionarios involucrados en los Expedientes X, incluyendo al propio Tarín.

Corral aprovechó la oportunidad de la entrevista para soltar otra vez sus demonios asegurando que la nueva estructura estatal no es de fiar, pues algunos de sus integrantes estuvieron involucrados en las carpetas de los Expedientes X y particularmente en la Operación Zafiro, donde presuntamente se desviaron recursos públicos para el PRI nacional.

El exgobernador enfatizó que todos los duartistas involucrados en estas carpetas, con excepción de Duarte, fueron liberados tres meses antes de que la gobernadora asumiera el cargo, aunque tuvo que admitir que el cambio de medidas cautelares fue, como consecuencia de los recursos de amparo que interpusieron.

Sobre el caso de Tarín, abundó diciendo que estaba protegido por el actual Gobierno estatal y que incluso fue vocero y testigo en el enjuiciamiento del exfiscal anticorrupción, Francisco González Arredondo.

En los primeros doce minutos de la entrevista, donde solo habló el exgobernador, dijo que en este caso debe haber una investigación especial, porque alrededor de la Operación Zafiro hay dos muertes “muy extrañas”, de los dos operadores principales: primero la de Isaac Gamboa, exfuncionario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y ahora la de Antonio Tarín.

Aunque no lo dijo abiertamente, la sugerencia de Corral va encaminada a que el Gobierno federal lo escuche y realice esa investigación “especial”, tal y como lo hizo con el caso del exfiscal Panchito González.

Total, que el asunto con todas sus dudas y sospechosismos ya brincó a la prensa nacional y seguirá dando de qué hablar, porque es en ese escenario es donde mejor especula y grilla Javier Corral, aunque salpique lodo a los muertos, que ya no pueden defenderse.

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A las que Javier Corral debería de asesorar mejor cuando se suban al ring de la opinión pública, es a su esposa Cinthia Chavira y a su comadre Lucha Castro, famosa por ser la autora del cochinero judicial, quienes el fin de semana se dieron un tiro digital en las redes sociales con la diputada federal Daniela Álvarez, pero solo le aguantaron el primer round.

Fue por una tendencia del tema de la muñeca Barbie, a la que le fue montada la foto de la diputada con la frase: esta Barbie es juarense y trabajadora, lo que provocó la burla de las dos mujeres corralistas y la barzonista Lucha Castro, escribió con singular espíritu trotskista: “la muñeca objeto sexual. Estereotipo impuesto por el patriarcado colonialista y consumista. No representa a las mujeres chihuahuenses”.

Rápidamente la legisladora le respondió que no le interesa representar a la gente llena de odio y que probablemente en su niñez (la de Lucha) no existían las Barbies.

O sea, le dijo en otras palabras ruca y antidiluviana, lo cual la dejó muda.

Luego intervino también la exprimera dama del Estado Cinthia Chavira, para hacerle segunda a su comadre, pero se le hizo bolas el engrudo y en su verborreica critica, dijo que las redes sociales “masifican”, que se corre el riesgo de ser superficial por la calidad de la interacción y los contenidos. (¿?)

La esposa del librero, que se supone debe estar mejor preparada para argumentar sin tanto rollo, rubricó su discusión coincidiendo con Lucha, en el sentido de que hay servidores públicos que no las representan.

Eso bastó para que Daniela le pusiera un estatequieto fulminante: “Hablando de servidores públicos que no nos representan, tenemos a Javier Corral y el desmadre que nos dejó en Ciudad Juárez, por poner un ejemplo”. Tómala.

En fin, ahora que comienzan a desbordarse las pasiones políticas,. alguien debe recordarles a los personajes incómodos del quinquenio pasado, que calladitos se ven más bonitos.