Calma chicha se percibía ayer en el Centro Histórico y en las calles del primer cuadro de la ciudad y las aledañas al puente Paso del Norte, y aunque las predicciones catastróficas hechas para el día 12, un día después del final del Título 42, no se cumplieron, al menos en Juárez, los cientos de migrantes que aún están en la ciudad se quedaron en el limbo.

A las 10:00 de la mañana de ayer, en las pocas tiendas de campaña que permanecían afuera de la Presidencia Municipal solo se veían un centenar de migrantes haciendo fila para recibir alimentos y ropa de organizaciones altruistas, mientras que a la distancia permanecían oficiales de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU, y varios reporteros de medios extranjeros filmaban las escenas y buscaban testimonios.

A lo largo del muro que divide a los dos países ya no había un solo migrante buscando entrar a los Estados Unidos. Solo estaban las “Hummer” de la Guardia Nacional de Texas y unidades de la Patrulla Fronteriza resguardando las dos puertas por donde fueron recibidos miles de aspirantes al sueño americano.

De las tropas de la Guardia Nacional mexicana anunciadas en días pasados por el Gobierno federal para resguardar la frontera, ni sus luces, porque lo cierto es que fueron comisionadas a apoyar los operativos de contención de migrantes que se dirigen al norte en el tren carguero, en autobuses foráneos y caminando largos tramos por carretera.

Por eso no se han visto todavía en la ciudad, como tampoco se han visto los primeros deportados procesados bajo el Título 8 que quedarán impedidos cuando menos por cinco años para solicitar nuevamente asilo.

Muchos de los migrantes que permanecían en el campamento improvisado de la Presidencia llegaron el día 11 y no tuvieron oportunidad de cruzar, mientras que otros pocos que optaron por seguir esperando en Juárez la cita, mediante la aplicación CBP One, buscaban ayer cumplir también con el otro requisito de solicitar asilo en México, por ser el país de tránsito.

Para su mala suerte, ni el Instituto Nacional de Migración y mucho menos la secretaría de Relaciones Exteriores tienen personal en la ciudad para orientarlos y que puedan cubrir este requisito.

Esa misma calma que sobreviene después de la tormenta, se sentía también en El Paso, donde los albergues habilitados en dos escuelas y en el Centro Cívico, no habían recibido migrantes procesados hasta las 12 horas de ayer y todas las organizaciones defensoras de los derechos humanos se mantenían a la expectativa, esperando los primeros vetados por el Titulo 8 y deportados a México o a sus países de origen.

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Llamó poderosamente la atención a la prensa internacional que cubre en la frontera la crisis humanitaria, que al tiempo que se agudizaba el cruce de miles de migrantes hacia los Estados Unidos, en la vecina ciudad de El Paso, se realizara la Exposición de Seguridad Fronteriza, que convocó a las principales empresas del mundo en este ramo y a funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional.

La exposición, que tuvo paneles de discusión y conferencias de expertos en seguridad y migración, se realizó durante el miércoles y jueves en el Centro de Convenciones localizado en el primer cuadro de El Paso.

La muestra trajo lo último en tecnología y sistemas de vigilancia, desde soluciones aeroespaciales y cámaras de video, hasta aplicaciones y sofisticados drones, demostrando que antes que humanitaria, la seguridad fronteriza es un gran negocio.

Pero la realización de este evento en los días cruciales del cierre del Título 42 no fue una casualidad, y mucho menos coincidencia, porque fue transferido este año desde San Antonio, donde se realizaba, para acercar a expositores y conferencistas a la crisis de la frontera y que la experimentaran “en vivo y a todo color”.

Considerando que El Paso es el hogar de la Fuerza de Tarea Conjunta-Norte y el Grupo de Operaciones Especiales de CBP, que además alberga el Centro de Inteligencia de El Paso de la DEA y el Cuartel General de la Sección de CBP en El Paso, la plaza se convirtió en un imán para los expositores.

Por algo los líderes de la influyente Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (Lulac por sus siglas en inglés) llamó con fina ironía al 11 de mayo como “El Día D”, al conjuntarse en El Paso todas las fuerzas de las agencias federales de seguridad y una exposición con la tecnología más moderna, para decirle al mundo que no escatimarán en equipo de última generación para reforzar la frontera.

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Llega hoy a la ciudad como enviado especial del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, su operador y estratega político, Manuel Graniel Burelo-Grabur, quien viene con la tarea de formar los cuadros que trabajaran en la entidad para ganar la encuesta de Morena, rumbo a la elección presidencial del 2024.

Burelo-Grabur es tabasqueño, como el jefe de la política interna del país, y anda recorriendo el Estado Grande comenzando por Juárez, por ser la plaza gobernada por Morena y la que más votos aporta en los procesos electorales.

Este hombre, que ya trae muchas horas de vuelo en la política de Tabasco al lado de Adán Augusto, será una especie de delegado para armar los cuadros en los distritos electorales del estado, que trabajen para posicionar a imagen del corcholato presidencial y que pueda ganar la encuesta, que definirá al aspirante a la silla del águila.

Aunque dice el dicho que nunca es tarde para empezar, lo cierto es que el operador del secretario de Gobernación llega mucho tiempo después de que los equipos de las corcholatas Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard comenzaron a trabajar, principalmente los de este último.

Uno de los aliados más movidos que tiene Burelo-Grabur en la entidad es Marcelino Gómez Bremer, quien es funcionario de la Secretaría de Bienestar y uno de los más enjundiosos promotores del tabasqueño.

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Los mismos canales informativos de defensa mediática que utilizó con Panchito González, está usando el exgobernador Javier Corral para su amigo, el exsecretario de Hacienda Arturo Fuentes Vélez, sobre quien pesa una orden de aprehensión por el supuesto delito de peculado por casi 100 millones de pesos.

De los portales informativos aliados del exgobernador, la defensa saltó al programa de Carmen Aristegui, donde Fuentes Vélez fue entrevistado vía internet y su imagen aparece a cuadro en algún lugar desconocido, donde se encuentra escondido sustraído de la justicia.

Fuentes Vélez aseguró a la periodista amiga de Corral, que la persecución en su contra se trata de un proceso penal en el que no se le han respetado la presunción de inocencia, ni la garantía de audiencia, ni el derecho a una defensa técnica adecuada.

Admitió que esta acusación se derivó de una auditoría realizada al proceso de reestructura de la deuda pública, donde aseguró que los auditores buscaban encontrar actos indebidos en la contratación de créditos a corto y largo plazo, pero al no hallar nada irregular, se decidieron por la contratación del despacho externo, que los apoyó con el proceso de reestructura de la deuda pública.

Lo que no dijo fue la razón por lo que no aportó en su momento los elementos de prueba y todos los comprobantes del supuesto trabajo, por el que pagaron 100 millones de pesos al despacho de unos compas suyos. 

Como la estrategia de defensa mediática les funcionó con el mal afamado Panchito, cuyo juicio fue atraído por la justicia federal y le concedieron el beneficio de la libertad condicional, ahora pretenden aplicar la misma receta. A ver si les alcanza el tiempo.