Apenas se asoma el 2023 y ya se oyen tambores de guerra en todos los rumbos políticos del estado, ciertamente, entre el bloque PRIAN contra Morena, pero sobre todo, al interior de los partidos que estarán en contienda, oficialmente hablando, a finales del 2023.

En el frente morenista, los grupos que se han integrado para apoyar, los unos a Claudia Sheinbaum, y los otros a Marcelo Ebrard, midieron fuerzas en las últimas semanas del 2022 y comenzarán a estirar la liga desde principios del 2023.

Según nos cuentan mironianas fuentes, pronto veremos desgajamientos del bloque guinda, tan frágilmente unido por la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Conforme pase el tiempo y vean que el corcholato o corcholata a quien apoyan se aleja de la nominación, comenzará el éxodo de expriistas que han engrosado las filas del morenismo chihuahuense y que se han identificado principalmente con el bloque de Marcelo Ebrad.

Por el otro lado, en torno a Claudia Sheimbaum se han agrupado personajes ligados a la vieja izquierda, aquella que alguna vez fundó el PRD, que anduvo en luchas campesinas en los años ochentas y noventas y que luchó contra los desahucios que llevaba a cabo la banca durante la crisis financiera posterior a aquel “error de diciembre”.

Ese bloque, más leal al lopezobradorismo, no es lo suficientemente grande como para garantizarle un triunfo al partido en el poder en la parte centro y centro sur del estado, que luce totalmente pintado de azul.

Por el lado del panismo, la confrontación entre la gobernadora y el exgobernador entrará en una recta final, cuando inicien los procedimientos administrativos y penales en contra de excolabores de este último o, acaso, contra él mismo.

La lucha por las diputaciones locales y federales y por las dos candidaturas al Senado será a muerte, según nos dicen.

Por el lado del PRI, está tan desdibujado que juega un papel de “pago por ver”, por ver a qué candidato del PAN van a apoyar, a ver si su exgobernador sale de la cárcel, o si los tránsfugas que se fueron al morenismo regresan al redil… o peor aún, si continúa la desbandada.  Como sea el 2023 estará más movido que un auto con la suspensión descompuesta.

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La relajación de las fiestas de fin de año parecen ser aprovechadas por los entes gubernamentales para pasar desapercibidas licitaciones que, por lo menos, despiden un tufillo de corrompida sospecha.

Es el caso de una denuncia que llegó a Don Mirone en la que señalaron que el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de Chihuahua efectuó una licitación que se presume estuvo dirigida a favor de una empresa de telecomunicaciones que no solo fue la única participante, sino también la que cumplió con requisitos muy específicos en apenas 15 días.

Y lo peor, que la empresa beneficiaria se llevó un contrato por casi 37 millones de pesos por proveer tecnología de computación, cuando otros habrían cotizado lo mismo por 18 o un máximo de 20 millones de pesos.

De manera que el sospechosímo aumenta, si se considera que la empresa única y ganadora se llevará márgenes de 30 a 35 por ciento de ganancia.

Los inconformes resaltan que cualquier licitación en la que solo se presenta un solo participante arroja una sospecha y el tufo se vuelve insoportable si se considera el monto millonario.

Lo mínimo que podría esperarse es repetir la convocatoria para salvar los temas de transparencia y cuidado de los recursos del estado.

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A este Mirone no le gusta ser aguafiestas, pero no todo en la vida son números alegres. A los cuatro vientos el Gobierno federal gritó hace unos días que el programa de regularización de vehículos de procedencia extranjera se ampliará 3 meses más.

Originalmente estaba diseñado para concluir el 31 de diciembre de 2022, pero en conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer la noticia de la ampliación del plazo para poner en regla a los vehículos “chuecos”.

Se les llama chuecos porque son internados de manera ilegal, sin embargo, en el trasiego de cientos o tal vez miles de unidades que ingresan por la frontera norte, se observan unidades que vienen en condiciones deplorables, muchas de ellas arrastradas con “tobares” o grúas.

Estos vehículos vienen en directo a los talleres de carrocería donde luego de darles una manita de gato, quedan casi “como nuevas”, sin embargo, al paso de los meses se vuelven una pesadilla para la economía y seguridad los incautos compradores, que ignoran las condiciones mecánicas o del chasis que tienen estas calamidades y que a los pocos meses comienzan a presentar fallas.

No en todos los casos ocurre, pero este Mirone tiene registro con base en lo que comentan nuestros lectores, de las historias de terror que tienen que padecer los automovilistas cuando compran un automóvil de segunda mano.

Pues en el programa matutino del Ejecutivo federal se dio la buena nueva, -si podemos llamarle así, ¿sí podemos?-, al plazo de ampliación del decreto que permite la regularización de vehículos.

Según las cifras dadas a conocer por la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, en la citada rueda de prensa dio a conocer que un millón 041 mil 142 vehículos se han regularizado en todo el país.

Este programa se realiza en 14 estados del país los cuales tienen distribuidos 141 módulos.

Asimismo, se han obtenido por este concepto 2 mil 600 millones de pesos, los cuales serán invertidos para pavimentación en las calles de estos estados y de esa cifra Chihuahua ha obtenido 443 millones 457 mil 500 pesos para pavimentación. Se han conciliado 334 millones 900 mil pesos, y lo que se ha solicitado y pagado asciende a 188 millones 900 mil pesos.

Ni tardo ni perezoso, el delegado de Bienestar del estado, Juan Carlos Loera de La Rosa, se subió al tren de los números alegres, para informar que en Chihuahua más de 175 mil vehículos han sido regularizados.

Además afirmó que Chihuahua ocupa el segundo lugar nacional en dar certeza jurídica al patrimonio de trabajadores. Ándele.

Es indudable que mantener en el marco de la legalidad los automóviles que constituyen un patrimonio para las familias, representa también la seguridad de saber quiénes son los dueños de los vehículos que circulan en nuestras calles.

Contar con la certeza jurídica permite a los juarenses circular por las calles sin el temor de que sus automotores sean decomisados o enviados al corralón por acumulamiento de infracciones.

Sin embargo, la regularización de vehículos de procedencia extranjera, obliga a pensar en los nuevos problemas que habrá de enfrentar el municipio en materia de movilidad.

No basta solamente con pavimentar las calles, sino que el material con el que estas sean remozadas, sea apto para ser utilizado de manera abrumadora como ocurre en las horas pico de nuestra ciudad.

Dese cuenta, estimado lector, en el estado 175 mil unidades han entrado en regla, el padrón vehicular creció en menos de un año, de esos automotores, 48 mil 500 corresponden a Juárez.

A nadie le es extraño que las obras realizadas por la anterior administración estatal provocaron un caos en las principales calles y avenidas, por las obras inconclusas, por la falta de estrategia para implementar un transporte público digno.

La cifra de nuevos contribuyentes suena jugosa, pero este Mirone no quiere pensar mal, mejor se le ocurre esta pregunta: ¿Estarán preparadas nuestras autoridades de los tres niveles de Gobierno para el inminente crecimiento del caos que se avecina?

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Con calzador, a contracorriente de gran parte de la opinión pública y sin la visión de rayos X que en su momento usó como pretexto el exsecretario de Obras Públicas del Estado, Gustavo Elizondo Aguilar, para justificar los errores cometido en el proceso de construcción de las estaciones subterráneas del BRT-2, es como avanza la intención de llevar a “buen término” la terminal del JuárezBus en el área de la Catedral.

Una terminal que ha sido pospuesta en su conclusión en tres ocasiones diferentes por la actual administración que, luego de decidirse la continuidad de esta controversial obra, no halla la puerta para salir del estancamiento de 60 por ciento de avance que desde finales del pasado mes de noviembre registran los trabajos enfocados a su conclusión.

En su momento, el párroco de Catedral, Eduardo Hayen, hizo eco del sentir de muchos juarenses que miran con reservas el proyecto, haciendo pública su preocupación ante esta iniciativa al expresar que la obra se veía riesgosa y muy forzada, manifestándose por un plan B que contemplara la construcción de estaciones ubicadas fuera del túnel.

Por lo pronto, febrero de 2023 es la fecha reprogramada y anunciada por Carlos Aguilar García, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado, para la entrega definitiva de esta terminal que sigue levantando suspicacias, temores y posturas de oposición, principalmente de quienes sufren a diario los efectos directos del desastre que, por ahora y desde hace largos meses, prevalece en ese sufrido sector de la ciudad.