Hay tanta desinformación en la población mexicana, como ignorancia e irresponsabilidad en las autoridades sanitarias, que la gente ya se olvidó que vivimos en medio de una pandemia y piensa, equivocadamente, que ya estamos en la nueva normalidad; cuando en la realidad, México está en los primeros lugares de contagios y muertes del tablero mundial.
Que las cifras de muertos y contagios por Covid-19 hayan disminuido en lo general en la entidad, pero particularmente en Juárez, no significa que la comunidad esté a salvo del virus ni de sus variantes.
Las tendencias emergentes del virus que están surgiendo en todo el mundo no parecen preocupar, y mucho menos interesar, a las autoridades mexicanas, que están permitiendo que todo vuelva a la normalidad cuando esa normalidad no va a volver nunca, porque, cuando se controle la pandemia, el Covid se convertirá en una enfermedad endémica.
Lo ha dicho insistentemente el director de Emergencias Sanitaras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan, al evaluar la posibilidad de que el patógeno siga el curso de otros virus que están activos en el mundo, y ha concluido que el Sars-CoV-2 tiene todo el potencial de convertirse en un virus endémico y no irse nunca, como la varicela y la malaria.
Los centros para el control y la prevención de las enfermedades de los Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) coinciden con la OMS y definen el futuro en términos de la constante presencia y habitual prevalencia de la peligrosa enfermedad en la población.
En palabras de Rosalind Eggo, académica especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres: «la infección endémica estará presente de manera permanente, durante todo el año, todo el tiempo, año tras año».
Por esa misma razón, los que verdaderamente saben del tema no generan expectativas sobre una fecha futura que marque el fin de los contagios que comenzaron en diciembre de 2019 en China, ni bajan la guardia como está ocurriendo en México, en Chihuahua y especialmente en Juárez.
El comportamiento irresponsable que ya se ve en las calles de Juárez, con gente sin cubrebocas, sin sana distancia, aglomerándose en las tiendas, restaurantes y transporte público, se ve también en las decisiones de las autoridades estatales y municipales al autorizar eventos masivos; como los conciertos, donde no hay controles y, por consecuencia, nadie se cuida.
En Aldama las autoridades cancelaron este fin de semana el concierto del Conjunto Primavera por sobrecupo, por detectar menores ingiriendo alcohol y, al final del acta levantada, especificaron que no cumplían con los protocolos sanitarios.
La reacción de los organizadores y de las autoridades que autorizaron el concierto se detectó en las redes sociales, donde lamentaron que “se inhiba el sano esparcimiento y la derrama económica a pesar de que Chihuahua permanece en semáforo verde”.
La irresponsabilidad de autorizar esos eventos no tiene nada de sana, y la derrama económica que alegan, se anulará si por estos eventos masivos se saturan nuevamente los hospitales y las morgues.
Esa imprudencia de asegurar que ya salimos de la pandemia y poner como mejor evidencia de ello el que estamos en semáforo de riesgo epidemiológico verde, como si el color de un simple sistema de monitoreo que los políticos y gobernantes manipulan a su conveniencia fuera la salvación, no es más que ignorancia criminal.
Los números no mienten sobre la condición pandémica en que estamos. De acuerdo con el mapa global de visualización del Covid de la Universidad de Medicina Johns Hopkins, en los últimos 28 días, en México se han registrado 234 mil 393 nuevos contagios, que han dejado 15 mil 460 muertos; lo cual nos coloca en el lugar número 12 del registro mundial de países con mas incidencia de coronavirus.
Regionalizando el mapa en el estado de Chihuahua, tenemos que en los últimos 28 días hubo 2 mil 553 nuevos infectados, de los cuales murieron 159.
Si consideramos que vivimos frente a los Estados Unidos, que se ubica en el primer lugar en contagios y muertes en el mundo; donde en los últimos 28 días tuvo 3 millones 331 nuevos casos de Covid; de los cuales fallecieron 52 mil 984 personas, el cuadro es dramático.
Solamente en Texas, el estado vecino, en el mismo periodo tuvo 315 mil 488 nuevos casos de coronavirus y 7 mil 241 muertos, lo que nos pone en condición de riesgo alto por la simple razón de que las fronteras comunes que compartimos no tienen filtros para detener el virus.
Quienes se atienen en Juárez a las mentiras oficiales, asumiendo que ya tenemos la inmunidad de rebaño porque supuestamente se ha vacunado un alto porcentaje de la población adulta, se arriesgan al contagio al confiar en las cuentas alegres que irresponsablemente manejan los políticos, no los científicos.
Si hasta ahora nadie del Sector Salud ha proporcionado las cifras reales de vacunados totalmente y cada día que pasa especulan con las estadísticas, es por la simple razón de que no hay tal inmunidad de rebaño.
Ni siquiera se sabe el porcentaje de personas que en la localidad han rechazado ser vacunados por mitos y creencias de todo tipo.
De ser realidad esa supuesta cobertura de vacunados tan alta que presumen, y de los pocos que faltan por inmunizar, ya hubieran gastado hasta los presupuestos que no tienen para cacarearlo en campañas mediáticas, así de simple.
Si la solución al problema tiene una base científica, que recomienda medidas preventivas permanentes en la población; ¿por qué la ignoran los gobernantes? Si su obligación primaria es la de velar por la seguridad y salud de los ciudadanos.
Si tienen presupuesto para llevar a las colonias las tradicionales ferias de la salud para consultas gratis de medicina general, atención dental y ocular, además de otros servicios, ¿por qué no se implementan también brigadas de orientación específicamente contra el Covid?
¿Por qué no mandan a las colonias, cuando menos, vehículos con perifoneo que le digan a la gente que debe seguir cuidándose, que el virus no se ha ido y que sigue siendo peligroso?
¿Cuánto le costará a los Gobiernos estatal y municipal ocupar a sus aviadores y becarios en el centro de la ciudad, y en las terminales de autobuses, para que orienten a los ciudadanos a que sigan usando el cubrebocas y guardando la distancia social, cuando menos?
¿Por qué no lo hacen? Muy simple, no es rentable políticamente… aunque tampoco será rentable si por irresponsabilidad y descuido viene una tercera ola de Covid, con la mortal variante que ha desafiado todos los pronósticos científicos y sigue enlutando al mundo.