El proceso de sucesión en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez arrancó con la siempre atropellada convocatoria para la elección de consejeros universitarios que deberán votar por el nuevo rector.
El registro se abrió el viernes pasado y cierra este miércoles 1 de noviembre. La votación para elegir a los 40 consejeros maestros y estudiantes, será el 9 de noviembre, es decir, en ocho días.
Si bien es cierto que las definiciones se darán hasta el próximo año, cuando los que hoy tienen el control de la UACJ se sienten a la mesa a operar la elección de agosto del 2024, considerando los factores de influencia o decisión externos, los acuerdos internos y los respectivos “lineazos”, es clave la integración del Consejo Universitario para cualquier proyecto.
Hay efervescencia en la Universidad y ayer se manifestó con la denuncia pública de un grupo de profesores, particularmente del Instituto de Ingeniería y Tecnología (IIT), respecto a lo que consideran como un “desaseo” de la autoridad responsable, que vulnera el derecho de los profesores a participar como consejeros.
Concretamente denunciaron cambios discrecionales de adscripción de los docentes a programas que no están considerados para participar en esta elección. También se les ha inhabilitado al registrarlos en los posgrados, ya que únicamente los programas de licenciatura son considerados en el proceso de integración del Consejo Universitario.
Aseguran que el proceso de acreditar las adscripciones no es claro y genera incertidumbre, ya que los formatos que entrega la autoridad a quienes solicitan el documento para inscribirse como candidatos a consejeros, únicamente señalan la carrera en donde se imparten clases, no el programa al que se pertenece.
Los inconformes dejaron un escrito dirigido al director de IIT, Francisco Hernández Paz, exigiendo cesen esas prácticas que nada abonan a la necesaria democratización de la UACJ.
Entre los firmantes, se encuentran doctores de gran prestigio y trayectoria como docentes e investigadores, como Jorge Salas Plata, José Rurik Farías y José Trinidad Elizalde.
Algunos de los docentes inquietos ponen la mirada más arriba, independientemente del procedimiento específico cuestionado, justamente en sintonía con otros movimientos nacionales, como el que ocurre en la UNAM. Allá se discute con fuerza la urgencia de democratizar las instituciones que deben albergar el pensamiento más crítico y transformador del país, con una mayor transparencia y participación de la comunidad universitaria en los procesos electivos, además de una difusión y discusión plena en torno a los distintos proyectos que puedan construirse y presentarse.
A nivel local hay una crítica por la secrecía que siempre rodea el proceso, con elecciones en noviembre, ya cuando está cerrando el semestre y la comunidad universitaria trae un pie en las vacaciones. También por la participación restringida a ciertos programas que se rotan en cada proceso, bajo una tradición sin sustento reglamentario pleno, lo que le arrebata a docentes y alumnos su derecho a ser votados.
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Ya encarrerados en la sucesión de rectoría, es buen momento para actualizar cómo anda el agua respecto a los suspirantes a quedarse con el cargo que entregará Juan Ignacio Camargo Nassar.
Hasta ahorita sigue punteando como el proyecto “oficial” o de la “nomenklatura” que controla la UACJ, la candidatura del secretario general, Daniel Constandse Cortez, con todo el apoyo del rector saliente, como parte de un mismo equipo bastante consolidado.
Se podría decir que la tiene bien amarrada, pero ya sabemos que la Universidad no escapa de los movimientos políticos de fondo, los reacomodos de fuerzas, las grillas de coyuntura o las intrigas y los acuerdos palaciegos que pueden descarrilar a cualquiera.
Ahí empiezan los asegunes. Siempre hay disidencias, que a veces prenden y otras no. Pero quien trae una propuesta alternativa al oficialismo es Francisco Javier Llera Pacheco, profesor investigador en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración (ICSA).
Lo que hoy le permite tener jugada es el protagonismo que alcanzó recientemente, cuando encabezó las voces docentes que frenaron una propuesta de ajuste a la normatividad interna, sin consulta previa a la base, que le quitaba prerrogativas a los profesores, como aquella de descontar los años sabáticos a la cuenta del tiempo acumulado para la jubilación.
Desde entonces ha mantenido contacto con grupos docentes de los distintos institutos y muy seguramente trae operación en el proceso de inscripción de consejeros universitarios. Igual que los investigadores que ayer protestaron, también ha englobado su propuesta en una necesaria renovación y ampliación de la vida democrática universitaria. Algunas de las voces críticas o no alineadas al proyecto de Rectoría, se han acuerpado con Llera. ¿Le alcanzará para competir en serio?, ya se verá.
Otro factor clave en la sucesión es lo que decida hacer la gobernadora Maru Campos. Podría impulsar su propia carta o apoyar el proyecto de Camargo- Constandse para que no se reboten tanto las aguas, en una apuesta por continuidad y estabilidad.
Por el factor Maru es que también se llegaron a mencionar posibles nombres de mujeres para encabezar rectoría, pero parece que ya bajaron bandera y no tienen inconveniente en seguir en el barco de Camargo-Constandse o Constandse-Camargo, como se quiera ver. Nos referimos a Guadalupe Gaytán, la directora del Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte, y a Flor Rocío Ramírez Martínez, la directora de Extensión y Servicios Estudiantiles.
Tienen su vínculo propio con la mandataria y también están alineadas con el secretario general de la UACJ, por lo que no pueden descartarse del todo.
Otro que sigue moviéndose, ya sea para que se le tome en cuenta después de la sucesión, o simplemente como comparsa del candidato “oficial”, es el director del Instituto de Ingeniería y Tecnología, Francisco Hernández Paz.
No se puede cerrar la lista de suspirantes, sin mencionar a Oscar Ibáñez, el representante de la gobernadora en Ciudad Juárez, quien cuenta con los suficientes afectos de la mandataria como para ser impulsado para la Rectoría, en caso de que Maru se decidiera por operar su propia carta.
De que hay movimiento, bueno o malo en torno a su persona, no hay duda. Ibáñez tuvo que aclarar ayer que nada tiene que ver con un perfil de Facebook “Amigos de Oscar Ibáñez”, recientemente creado, promocionando algunas de sus actividades vinculadas con la universidad, incluyendo eventos y fotos viejas.
El funcionario anunció que interpuso una denuncia ya que se escribe en ese perfil en primera persona, es decir, que alguien más está hablando a su nombre, indebidamente.
Abordado por reporteras y reporteros aseguró que hablar de la sucesión ahora le parecía ocioso porque la elección ocurrirá el próximo año. Sin embargo, sí dijo que “por supuesto que no” se descarta. Aseguró que incluso hay quienes lo han invitado a participar.
Ibáñez también señaló que desconocía el propósito de esa publicación, la cual coincide con la difusión vía WhatsAp entre la comunidad docente de la UACJ, de un supuesto organigrama de la institución con el panista como rector.
El documento “fake” le llegó a muchos profes que precisamente se preguntaron con qué fin se hacía y se mandaba, justo cuando se desarrolla la fase de registro de aspirantes a consejeros y el tema de la sucesión es más comentado por todos.
Como el documento integra personajes vinculados a la estructura actual, pero incluye además a docentes o funcionarios más identificados con la izquierda, hubo quien interpretó el envío como un mensaje de inclusión, de parte de quienes se imaginan a Ibáñez como rector, rodeado desde luego de muchos otros actores vinculados con el PAN.
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Con el proceso electoral en marcha, es imposible no ver los afanes políticos de quienes traen otros proyectos más allá de sus funciones actuales.
Nadie de los asistentes al informe de actividades del director ejecutivo de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, Sergio Nevárez, dejó de pensar precisamente en qué es lo que pretende el funcionario público.
Literalmente echó la casa por la ventana, al fin y al cabo, se trata de los recursos públicos y no de los propios. La sede fue el Centro de Convenciones Cibeles, en donde se reportó toda la plana de funcionarios estatales (que dejaron de atender sus oficinas por irse al cuasi mitin) y políticos panistas que le dieron calorcito a Nevárez.
Hasta fue obligada la pregunta de los reporteros respecto a cuánto se gastó en su informe. Dijo que 700 mil pesillos y que todo el gasto es transparente.
Claro que el propio Nevárez insiste en que no busca otra cosa que continuar con todos los proyectos pendientes de la descentralizada, pero por lo visto no se le puede descartar en la candidatura a la alcaldía del próximo año, o en alguna de las diputaciones.
Por cierto, ahí estuvieron los que sí levantan la mano abiertamente por competir para la presidencia municipal por el PAN, como el recaudador Rogelio Loya y la diputada local Marisela Terrazas. Para estar con Nevárez, Marisela ni siquiera se fue a Chihuahua a la sesión del Congreso, que al cabo se vale la “asistencia virtual”.
Intenta el PAN tener una baraja amplia de prospectos para lo que se pueda ofrecer. Nevárez trae a su favor que es bien visto desde el sector empresarial desde donde surgió a la vida partidista, ya que antes fue presidente local de Coparmex.
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Recientemente comentamos aquí que parecía que al Instituto Estatal Electoral se le había olvidado resolver si procedían o no los instrumentos de revocación de mandato que se promovieron para tres presidentes municipales y una diputación local.
Pues finalmente hubo noticias esta semana y el Consejo Estatal declaró la improcedencia en Juárez, Práxedis G. Guerrero y el Distrito 10 de esta frontera, el que le corresponde a la diputada morenista, María Antonieta Pérez Reyes.
Lo que pasó fue que simplemente no se cumplió con el porcentaje de respaldo ciudadano requerido por el artículo 55, fracción IV de la Ley de Participación Ciudadana del Estado de Chihuahua.
En pocas palabras, los promoventes no consiguieron las firmas requeridas.
Por lo que se conoció, a la hora de la hora no se tomó el recurso en serio, ya que para el caso de Juárez únicamente resultaron válidos 4 apoyos. Ese mismo número se registró válidamente para la diputación y 25 se lograron para Práxedis G. Guerrero.
La revocación de mandato es el instrumento de consulta a la ciudadanía a fin de que se pronuncie mediante sufragio libre, directo, secreto y universal, sobre la terminación anticipada del periodo de gestión para la gubernatura, diputaciones, presidencias municipales y sindicaturas.
Quienes fracasaron en la empresa electoral fueron Juan Gabriel Rodríguez García, Avelino Flores Casas, Leobardo García Galindo y José Arturo Besne Medina, los solicitantes de la revocación.