Luego de que se publicó la convocatoria la semana pasada, ya empieza a subir la temperatura en el Comité Municipal del PAN, donde se espera que haya competencia por la presidencia.

La elección interna quedó programada para septiembre y la expectativa ahora es quién levantará la mano para registrarse.

Entre panistas se han presentado distintos movimientos y hay quienes empiezan a explorar posibilidades de candidaturas, medirle el agua a los camotes, buscar alianzas y tantear a las dirigencias.

El pasado fin de semana, hubo reunión medio informal en la sede del Comité, impulsada por dos figuras que no quitan el dedo del renglón y piden un PAN más combativo y más democrático. No queda claro cómo le sacarían provecho a eso, pero sí andan reclamando más doctrina y menos pragmatismo a la hora de las campañas y las elecciones.

Nos referimos al exalcalde Ramón Galindo y al exregidor Pepe Márquez. Son pocos chícharos detrás de ellos, pero ya juntos hacen bolita, aparte de otros militantes y cuadros azules que sin tener algo que ver con estos veteranos grillos, reclaman también espacios y apertura partidista.

Llamó la atención de Mirone, que en la reunión participó la secretaria general del Comité Directivo Municipal, Flor Cuevas. Como quien dice, les abrió la puerta para un ejercicio que Pepe Márquez describió en chats azules de la siguiente manera:

“Realizamos la primera reunión para buscar un candidato a presidente del PAN en Juárez que encabece nuestra lucha para reconstruir el partido, hubo propuestas y comentarios muy interesantes. Acordamos volvernos a reunir este miércoles 25, a las 6:00 de la tarde, en el edificio del PAN, para proponer nombres y de ahí seleccionar a quien encabece este esfuerzo. Vamos a recuperar el PAN para los panistas y para los ciudadanos”.

Se supone que toda esa ala disidente anda buscando su carta fuerte, en el entendido de que la dirigencia estatal del PAN, con el aval de Palacio, tendrá su propuesta o candidatura “oficial”.

Ahí todavía está pendiente una definición que ya no podrá esperar más: mantener al exdiputado Gabriel García Cantú por la presidencia o plantear un relevo, desde luego, debidamente palomeado desde Chihuahua.

Contra esa “línea” van quienes hicieron la jugada del fin de semana. Por cierto, aunque un poco de lado o marginado, pero ahí se vio también a Rogelio Loya, el excandidato perdedor a la alcaldía juarense, quien se quedó en la banca, luego de ser recaudador de Rentas.

También anda haciendo ronda con el grupo y se ha puesto más beligerante que nunca, reclamando recuperar el papel opositor del PAN frente al Municipio guinda, el exsecretario del Comité Municipal, Alberto Vela. Se quedó fuera de la nómina y ya la empezó a hacer de emoción.

Desde luego que hay quienes buscan llevar mano en la renovación del Comité. Por ejemplo, se comenta que Carlos Ortiz, el representante de la gobernadora en Juárez, estaría más cómodo y en sintonía, si la dirigencia quedara en manos de Luis Ocaña, quien ya trae funciones de Enlace Social y Administrativo en la Oficina de la Gubernatura Zona Norte.

No sería Ortiz el único funcionario con intereses en el partido. Ya se sabe que el secretario de Seguridad Pública, Gilberto Loya, desde hace rato que piensa que la presidencia azul le vendría bien a Gerardo Rivas o Itzel Castillo, esposos que son operadores azules y están en la nómina de la dependencia que dirige el Capitán Centinela.

Hay pues, varias definiciones pendientes y luego vendrán los registros y la asamblea. Se supone que la dirigencia estatal sí quiere una reactivación azul por medio de una elección democrática, no un dedazo o candidatura de unidad que finalmente sería lo mismo.

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Ahora que Rubén Aguilar Gil tiene en sus manos la constancia de mayoría como magistrado electo en el Tribunal Superior de Justicia del Estado, le llegaron a Mirone más datos de su expediente negro.

En el clan Aguilar, los dueños del Partido del Trabajo tienen historias hasta para llevar, pero ahorita el que está en la mira es el hijo de su apá, o sea, el Jr., hijo de quien fue fundador del CDP y luego del Partido del Trabajo.

Muy comentado en su tiempo, resulta que cuando era diputado local, en el periodo de 2004-2007, al mismo tiempo regenteaba un bar, que también funcionó como “teibol” y hasta de prostíbulo disfrazado, como suele ocurrir con estos giros negros.

El entonces diputado, con intereses también en el famoso Pasito de la capital del estado, que también es parte del imperio construido por su papá bajo la ilegalidad de la fayuca y el proteccionismo oficial, le entró a la promoción de la lucha de mujeres.

Nada más que no vayan a creer los lectores mironianos que al petista le dio por impulsar la agenda feminista, apoyar la equidad de género o combatir las violencias machistas. Para nada. Literalmente, lo que el entonces legislador promovió fue la lucha de mujeres, en lodo, como un espectáculo vergonzoso, sexista y denigrante.

Pero ahora será magistrado en materia Penal. Duda Mirone que siquiera sepa de qué se trata el tema de juzgar con perspectiva de género. A lo mejor intenta lleva las luchas de mujeres a otro nivel, allá en la Ciudad Judicial.

Todavía está pendiente el tema de las impugnaciones. El colectivo que interpuso un recurso ante el Tribunal Estatal Electoral, incluyó a Aguilar Gil y señaló que, junto a otras siete candidaturas de magistraturas, no cumplió con los requisitos de elegibilidad, para empezar, porque en su formación profesional no alcanzó el promedio mínimo de 8 en sus calificaciones.

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Lo que también generó muchos comentarios, sobre todo entre morenistas, fue la visita sabatina a Chihuahua del secretario de Organización de Morena, Andrés Manuel López Beltrán.

Andy trae gira por todo el país para supervisar la campaña de filiación. No hay que olvidar que se aventó el compromiso de subir el padrón a diez millones de afiliados. La meta este año es de 260 mil afiliados en el estado y de 130 mil en Ciudad Juárez.

El que no desaprovechó para dejarse ver en Chihuahua con el secretario morenista, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, fue el alcalde Cruz Pérez Cuéllar. Dejó constancia con su respectiva foto en redes sociales.

“Un gustazo saludar y platicar con Andrés Manuel López Beltrán, en su visita a Chihuahua capital. Seguimos dándole”, compartió el presidente municipal.

En la conferencia de los lunes, Pérez Cuéllar fue cuestionado sobre ese encuentro y reveló que personalmente le entregó un reporte del trabajo de afiliación que realizaron él y “un grupo de amigos”.

Lo que ya se sabía desde hace rato, es que todo el equipo político del alcalde le entró duro a esa tarea, no nada más en Juárez, también en otros municipios donde hay representación o alianzas políticas. No dio números, pero sí debió tener algo en su fólder rojo para presumirle al dirigente morenista.

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Quienes también dieron bastante de qué hablar ayer, fueron las figuras morenistas que más pintan rumbo al 2027 para buscar la candidatura a la presidencia municipal de Chihuahua.

Realmente no son figuras guindas de arraigo, más bien de las que han chapulineado de un partido a otro y hoy están listos para lo que se ofrezca en la 4T.

Hablamos de la diputada local Brenda Ríos, que antes fue del Partido Verde; del expresidente municipal por el PRI, Marco Quezada y del exdiputado y exdirigente del PAN, Miguel Latorre, quien ya falló en el 2024 como candidato morenista a la alcaldía.

Compartieron una conferencia de prensa para denunciar malos manejos en el Instituto Municipal de Pensiones (IMPE), donde han proliferado quejas por el mal servicio, particularmente en cuanto a los análisis clínicos.

De acuerdo con la denuncia de Ríos, apoyada por los otros dos políticos, la empresa que se quedó con los contratos del Municipio se dedicaba a la publicidad, pero extrañamente cambió de giro, nada más para poder hacer el negocio con el Gobierno.

La legisladora acusó corrupción en el caso, en demérito de la atención a los derechohabientes del servicio médico municipal. También Marco Adán señaló que se hizo convocatoria a modo para favorecer a una empresa que obtuvo información privilegiada, antes de la publicación.

Aprovechando el viaje, dijeron que no están divididos y traen un proyecto mayor con la 4T para ganar la mayoría de los espacios en Chihuahua.

Hubo quien interpretó el evento más como un espaldarazo de Quezada y Latorre al proyecto de Brenda, aunque no se descarta que alguno de ellos vuelva a pelear la candidatura, sobre todo porque siguen apareciendo en las encuestas. Por lo pronto, todos coincidieron en hablar de unidad.

Además, adelantaron que seguirán con la lupa puesta en el Gobierno Municipal y periódicamente aparecerán juntos para hacer más denuncias.