Entre la bruma densa que cubre gran parte del escenario político electoral estatal sobresalen dos aspectos que se vienen despejando con bastante certeza hacia el 5 de junio. Ambos temas, sin duda, son de lo más importante entre todo lo que ocurre. Hay un tercero al que quizá le faltan horas de maduración para arribar a conclusiones definitivas sobre su destino.
El primero es la gubernatura con Enrique Serrano como candidato del PRI y varios partidos nano (llamados nano porque son microscópicos en cantidad y en calidad, en autoridad y calidad moral), el segundo es la Presidencia municipal de Chihuahua con Lucía Chavira como cabeza del proyecto tricolor, y el tercero es, desde luego, Ciudad Juárez, con los cuatro actores principales: el propio candidato a la gubernatura, el aspirante priista Héctor “Teto” Murguía, la abanderada del PAN a presidenta Victoria “Vicky” Caraveo y el independiente Armando Cabada Alvídrez.
Vistazo rápido en retrospectiva: de Serrano se había insistido durante la víspera que estaba llegando a la campaña electoral negociado para perder debido a que en Los Pinos tienen una factura de pago para Gustavo Madero Muñoz por entregarse al presidente de la República con aquel polémico Pacto por México que le dio a Enrique Peña Nieto el oxígeno suficiente para reforzar el débil inicio de su régimen.
Inicialmente fue mencionado el propio Madero como candidato del PAN a la gubernatura de Chihuahua. De repente apareció en todas las encuestas. Terminó cayendo más abajo del suelo cuando sufrió aquella sonorosa traición de su pupilo Ricardo Anaya en la dirigencia nacional del PAN al rechazarlo como coordinador parlamentario en la Cámara de Diputados. Sus bonos quedaron pulverizados.
Después Madero movió las cuerdas necesarias para convertir a Javier Corral en candidato del PAN y a José Luis “Chacho” Barraza en candidato independiente. En el blanquiazul se deshicieron del candidato más fuerte en las encuestas, Juan Blanco Zaldívar, y para Barraza perfilaron la maquinara pesada de superempresarios que representaron hasta ese momento las columnas vertebrales financieras de Acción Nacional.
Esos movimientos algo torpes, por burdos, significaron las primera señales de tranquilidad en el cuartel de Serrano.
De Chihuahua capital ha prevalecido la certeza de la confrontación, las deslealtades y los enojos entre los propios grupos priistas. En esas condiciones obtuvo la candidatura Lucía Chavira y esas condiciones de gran desconfianza permanecen hacia los operadores de Palacio de Gobierno y viceversa.
La capital del estado es considerado foco rojo para el PRI estatal, pero sus más encumbrados analistas en materia de alcaldía sorprendentemente no le ven peligro para la gubernatura.
El caso Juárez, tercero en la reflexión, empezó también con inconfundibles olores a traición, específicamente por la incursión del conductor televisivo Armando Cabada como candidato independiente.
Las figuras de Polo Canizales, Víctor Valencia de los Santos y Rodolfo “El Güero” Martínez como operadores principales de Armando le ocasionaron a Teto una peritonitis aguda que le invadió todo el cuerpo al punto de la fatalidad. La vesícula biliar no estalló porque ya la tiene bien entrenada.
No podía creer Murguía en otra cosa que no fuera la traición porque venía de ser derrotado en la candidatura a gobernador por Serrano y desde el cuartel de este eran enviadas señales bastante obscenas, mismas que fueron puntualmente devueltas con gestos incontrovertibles de voto cruzado. La mala relación no ha cambiado y quizá no cambie en esta y otras vidas: ambos se acusan de lo mismo en el terreno personal y como administradores de recursos públicos, pero a estas fechas las cosas han cambiado en el fondo, en la forma solo un poco, pero en el fondo es otra historia.
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Arturo Zamora Jiménez es senador por Jalisco y secretario de Acción Electoral del PRI. Estuvo con César Camacho en la dirigencia nacional tricolor y fue ratificado por Manlio Fabio Beltrones.
El alto funcionario partidista ha estado en Chihuahua tres veces durante las últimas semanas, supervisando la campaña por la gubernatura.
Los reportes que ha llevado al Comité Ejecutivo Nacional son claros: el PRI en Chihuahua ya tiene listo el 100 por ciento de los representantes generales de casilla y el 90 por ciento del ejército jurídico que se encargará de proteger su campaña en todo el estado.
Obviamente no es Zamora el que ha hecho la chamba de campo, sino toda la estructura del PRI en el estado y una gran cantidad de supervisores, delegados especiales y asesores de distintas partes de la república que a su vez son vigilados por una especie de “auditores políticos”, para verificar que hagan realmente su trabajo y no se conviertan en “turistas electorales”. Amén de “supervisores” de Gobernación, el Cisen, inteligencia del Gobierno estatal, etc.
“Es obvio cuando hay simulación con ganas de perder una elección. Toda esa estructura deja de operar. Hoy es todo lo contrario, Manlio Fabio quiere ganar la gubernatura, el Comité estatal también y los principales equipos, no todos, del PRI en el estado, quieren ganar la gubernatura… por supuesto, el gobernador Duarte”, dice uno de los grandes conocedores de la historia priista en esta materia.
Todo ello documenta que no hay gubernatura negociada y que Serrano está respaldado por todo el poder tricolor para hacerse del Gobierno estatal.
Quedaban resquicios de duda por el comportamiento del PRD y su candidato perfilado por Palacio. La famosa Tía Tencha ha sido separada de las negociaciones por incrementar el costo de su aportación a la causa tricolor.
Rapidito operadores de Palacio le dejaron clara la postura de no pagar dos pesos por lo que vale 50 centavos. De pasadita le están desactivando a uno de sus operadores, el diputado candidato a la alcaldía de Nuevo Casas Grandes Javier Mendoza.
La Contraloría federal, la Contraloría estatal y la Auditoría Superior del Estado han descubierto manejos irregulares multimillonarios de Mendoza como exalcalde de Casas Grandes. Debe reintegrar más de 3 millones de pesos por obras que no llevó a cabo y ofrecer una serie de explicaciones sobre la deuda pública de Casas Grandes que fue dejada en su administración en 18 millones de pesos; poco para los 2 mil de Juárez o los 25 mil millones del estado, pero muchos para un pueblo como Casas Grandes.
La cerrazón y ambición de la Tía Tencha está teniendo un alto precio.
Un par de docenas de empresarios están siendo convocados para “demostrar” también su respaldo a la campaña por la gubernatura; entre ellos nada más y nada menos que Rodolfo Martínez –que en Juárez apoya al independiente Cabada– y los hombres chihuahuitas del dinero que forman parte de la mesa de los martes.
La convocatoria fue encargada al alcalde suplente y milloneta de las carnes frías, Eugenio Baeza, pero la cena tiene como platillo principal al coordinador parlamentario del PRI en el Senado, Emilio Gamboa, quien indudablemente llega a verificar el tamaño del amor que ese par de docenas de empresarios le tienen al PRI. El evento será el miércoles próximo en las instalaciones de Bafar.
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El caso Chihuahua capital es completamente distinto para el PRI. Los analistas tricolores aseguran que toda las señales son de derrota; desde las supuestas encuestas cuchareadas que le dan de cuatro a 10 puntos de ventaja al PAN hasta la inmovilidad de la burocracia estatal en la causa de la candidata priista Lucía Chavira.
Ningún opinador objetivo separa los distintos graves problemas sociales que sufren los habitantes capitalinos de la campaña electoral. Fotomultas y la crisis en el transporte público no tienen solución, porque dentro del mismo PRI hay quienes están interesados en que el conflicto se mantenga.
Mirone sabe que Palacio no está nada conforme con los fuertes posicionamientos lanzados en esos y otros temas por la candidata del PRI a la alcaldía.
Tampoco es secreto que gran parte de la buena armonía entre Palacio y el Congreso del Estado no sería posible sin la evidente alianza pactada con los líderes parlamentarios del PAN, César Jáuregui y precisamente la hoy abanderada azul a la alcaldía –diputada con licencia– María Eugenia Campos. Existe mayor entendimiento, por ejemplo, con ellos, que inclusive con algunos diputados del PRI como Daniel Murguía y Laura Domínguez, permanentes opositores de su jefe legislativo, Rodrigo de la Rosa.
El equipo de Lucía Chavira, comandado por el baecismo, no está atenido al apoyo de Palacio, tiene su propia gran estructura electoral que ha mostrado resultados exitosos, pero queda la duda si ese equipo tendrá el estómago para mantener la búsqueda de su triunfo y llevar como mancuerna por la gubernatura a Enrique Serrano. Las señales son muy confusas en ambos sentidos: del baecismo hacia el serranismo y del serranismo hacia el baecismo.
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En Juárez han disminuido las aguas de la desconfianza entre los equipos de Teto Murguía y los de Serrano, una vez obligada la salida de Víctor Valencia como coordinador tácito de la campaña electoral del candidato independiente, Armando Cabada.
Las dudas quedaron casi por completo despejadas con la movilización extraordinaria de miles de priistas para el inicio de la campaña de Teto. Una marcha de ese tamaño no se observaba desde las “hazañas” panistas del 83, 86 y aún el 92. El evento se logró gracias a la sintonía entre ambos equipos.
Los analistas tricolores están considerando que el PRI debe ganar en Juárez dos o tres a uno para suplir las grandes deficiencias en Chihuahua capital, Cuauhtémoc, Delicias y Parral, donde se darían de santos con ganar por unos cuantos votos.
La supuesta entrega tricolor de una diputación plurinominal a Víctor Valencia para abandonar a su compadre Cabada no tiene contento ni a Serrano ni al gobernador Duarte ni al propio Teto Murguía, pero fue considerado como un sacrificio necesario para retirar todas las amenazas especialmente hacia el proyecto por la gubernatura.
En Juárez, el PRI–Palacio tiene trabajado hasta al PAN. Ya hemos dicho que Vicky Caraveo ha optado por crear su propia estructura electoral debido a que no confía en el PAN que la ha dejado sin spots y sin publicidad general. Ese terreno lo dejó debidamente entregado el exdirigente estatal blanquiazul, hoy autocolocado en el primer lugar de la lista plurinominal de candidatos a diputados, Mario Vázquez.
La campaña general apenas ha empezado; deben esperarse las naturales sacudidas de quienes van a la zaga y aun de quienes van adelante para mantenerse en la primera posición. La película, por lo tanto, puede cambiar. 30 pueden ser pocos para algunos pero pueden ser interminables para otros. Seguiremos la revisión de cerca.
Don Mirone