Una verdadera escaramuza se armó en todo el territorio por la encerrona que sostuvo la senadora de Morena Andrea Chávez con magistrados y jueces del Tribunal Superior de Justicia del Estado.

La polvareda todavía no se asienta ni la comezón se aquieta. Andrea saca muchas ronchas en gran parte de la clase política local, sobre todo porque nadie desconoce que anda desbocada en su proyecto por la gubernatura para el 2027.

Así que no cayó nada bien que justo en el marco del aniversario de la Revolución, le hayan dado tanto calorcito los integrantes del Poder Judicial, si bien es cierto que los principales personajes de la reunión ya habían dado muestras de que andan pintados de guinda.

Nos referimos al menos a la magistrada Adela Jiménez y al magistrado Leo Alvarado, a quienes les palpita su corazoncito por la 4T.

Pero lo que llamó la atención es que fueron varios los asistentes al encuentro con la senadora morenista y todos se vieron muy gustosos apapachando y dejándose apapachar por la chica del relevo generacional, quien repartió besos y abrazos al por mayor.

No por nada andaba que echaba chispas la presidenta del Tribunal, Myriam Hernández, quien soltó un lacónico “somos los que somos y estamos los que estamos”, cuando se le preguntó ayer por esa reunión y por cómo andaba la grilla en el interior del Poder Judicial.

Hay quien comenta que ni es para tanto, que a magistradas y magistrados les da por reunirse con todo mundo porque les gusta mucho eso de socializar, y si es con políticos, mucho mejor.

Pero definitivamente que hizo ruido el manejo del timing, ya que justo acaba de pasar el tsunami de la reforma judicial a nivel federal y está pendiente la reforma local para acomodar los retiros anticipados, precisamente para jueces y magistrados. Además, claro, que Andrea no descansa en eso sentarse con quien sea para subirlos al tren de su proyecto.

Así que ni modo de no pensar en que los juzgadores simplemente le andan midiendo el agua a los camotes y por lo visto ni la pensarían dos veces en hacerse para donde calientan gordas. “Primero mis dientes y luego mis parientes”, parecen decir, y eso que se les da mucho aquello del nepotismo y el amiguismo.

Fuera de los que traen corazoncito guinda, claramente se vio un convenenciero viraje de aquellos que se suponía habían cerrado filas en contra de la Reforma Judicial, pero ahora se alinean con sus principales promotores.

Por cierto, la reunión fue en algún restaurante del Distrito Uno de la capital, nada que ver con los principios de austeridad republican que pregona la 4T. Ya sabemos además que la austeridad no va con la casta dorada de los integrantes del Poder Judicial.

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De distintas maneras los actores guindas les andan comiendo el mandado a sus opositores. También dio bastante de qué hablar el encuentro que la diputada local Brenda Ríos sostuvo con el empresario Eugenio Baeza Fares, uno de los dueños del pueblo en la ciudad de Chihuahua.

Ya se sabe que el capital no tiene partido y que a final de cuentas es el dinero el que manda en cuestiones políticas, el caso es que llamó la atención que el dueño de Bafar y la diputada que se identifica también como empresaria, se dieron mutuamente champú de cariño.

Y eso que Brenda (exdiputada y excandidata a la gubernatura por el Partido Verde) se dice ambientalista y nadie desconoce las denuncias públicas e incluso por la vía legal que precisamente los grupos ambientalistas mantienen en contra de Bafar por presuntamente ser la empresa más contaminante de lo queda del río y la presa Chuvíscar.

Pero ahora son “amiguis” y así lo presumió Brenda Ríos en sus redes sociales. “Fue un gusto comer con mis amigos Eugenio y Emilia Baeza. Gracias por su cálida bienvenida y por la deliciosa comida y, sobre todo, por las conversaciones llenas de ideas y cariño por nuestro querido Chihuahua”, escribió la también exdelegada de Semarnat.

Baeza le ha de haber dado unos consejos a Brenda que ahora también anda prematuramente encampañada por la Presidencia Municipal de la capital. No hay que olvidar que el empresario ya fue alcalde suplente con el priista Javier Garfio Pacheco y ejerció el cargo entre diciembre de 2015 y marzo del 2016.

Y se ve en la imagen que compartió la diputada, que de ello habla en uno de los dos libros que le regaló a Ríos: “104 días. Ni muchos ni pocos”. Eso fue lo que duró en el poder.

Tampoco hay que olvidar que el dueño de Bafar tuvo el año pasado un fuerte desencuentro con el alcalde panista Marco Bonilla. Baeza operó los amparos que frenaron el proyecto del Relleno Sanitario Mápula, ya que el empresario tiene muchas tierras por el sector y el relleno amenazaba sus negocios inmobiliarios, además de sus nogaleras.

Ni los negocios inmobiliarios ni las nogaleras son muy compatibles con el cuidado ambiental que se supone promueve la diputada, la misma que se ha lanzado contra el “cártel inmobiliario”, pero ya se ve que Brenda Ríos, igual que Andrea Chávez, anda buscando el mayor número de aliados posibles. Y si tienen billete, mucho mejor.

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Ya ni quiere comentar nada Mirone de ese tema porque hasta chunga parece, pero el hecho es que entre panistas traen un chismerío respecto al ajuste en los cargos estatales por Juárez.

Hay distintas versiones, sobre los enroques, los despidos o los rescates y la especulación no se detiene precisamente porque se siguen retrasando las definiciones.

Que Raúl García Ruiz deja la capital donde despacha en el Instituto Chihuahuense de Infraestructura Física Educativa. Que porque se viene a la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, dicen unos. Otros aseguran que su relación no está tan bien en Palacio como para conseguir el cargo más peleado en esta frontera por todo el presupuesto que maneja. Como quiera que sea, una de las carteras importantes le será entregada, para que opere políticamente el territorio y las alianzas, que son sus fortalezas.

Igual se decía que Austria Galindo era la agraciada para ese cargo, pero que le afectó que sus tíos Ramón y Jesús Galindo hayan jugado las contras en la pasada elección de dirigente nacional, ya que trabajaron por Adriana Dávila, la oposición de quien finalmente se quedó con el cargo, Jorge Romero.

Que Rogelio Loya sí se reintegra, pero no donde estaba en la Recaudación, sino a un cargo menor. También anduvo peleando la JMAS, pero dicen que menos le alcanzará para eso.

En la lista de lo que sí están en mejores términos con Palacio de Gobierno, aparece Carlos Ortiz, el rector de la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez. Que por eso se va la subsecretaria de Educación y Deporte, ahí donde le dirán las gracias a Maurilio Fuentes Estrada. Incluso hay quien señala que Ortiz va a la Recaudación de Rentas.

Entre las versiones se incluye Oscar Ibáñez, el actual representante de la gobernadora Maru Campos, como el rector de la UTCJ, el cargo que dejaría Ortiz. Ibáñez caería, pero se le protegería cobrando en la nómina oficial.

Lo último que supo Mirone es que sí se están revisando los nombres para concretar los cambios que privilegian la operación política en territorio, pero se prologarán una semana más las definiciones, ya que dejarán que pase primero la sesión de Consejo Estatal del sábado, donde se terminará de armar la Comisión Permanente del PAN.

Por lo visto, ni los agraciados saben todavía qué tan alto llegarán, ni los defenestrados qué tan bajo caerán.

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Vio Mirone que muy rápido respondió a los señalamientos que dejan mal parada a la estructura de poder en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), el encargado de despacho, Alejandro Carrasco.

Afirma que en la CEDH se actúo inmediatamente y se procedió a la dar de baja a las dos personas empleadas de la institución que se involucraron en presuntos abusos y conductas sexuales inapropiadas, tal como se comentó ayer en esta columna.

Bien porque hubo respuesta del funcionario y bien porque se suspendió a quienes ejercieron las conductas indebidas.

Sin embargo, el asunto no puede quedar ahí. Los tocamientos del hombre que trabajaba en la oficina de Archivo a una guardia de la empresa de seguridad (grabados en video) son hechos que pueden ser constitutivos de delito, y no se vio que la CEDH hiciera algo al respecto.

Incluso habría qué ver si en verdad se abrieron expedientes en ese y en el otro caso del visitador cesado por queja de la directora del penal femenil (por conducta indebida con las mujeres privadas de la libertad), por parte del Órgano Interno de Control, como dijo que ocurrió el encargado de despacho.

Esa fue una de las partes medulares del reporte que se le hizo llegar a Mirone desde Chihuahua: no se cumplió ningún protocolo legal precisamente para no dejar antecedente, con lo que se protegió indebidamente a los funcionarios a los que simplemente se les dio de baja.

Ahora le señalan a este Don que, si algo se armó en documentos por parte del Órgano Interno, seguramente se hizo a toro pasado, jugando o manipulando los tiempos, otra vez, para protegerse, lo que parece ser que es la especialidad de la casa.