En la sesión de Cabildo de ayer, donde fue aprobado el presupuesto municipal para el próximo año, la que dio la nota fue la regidora Alma Arredondo, quien renunció a la fracción edilicia del Partido Acción Nacional, para sumarse nada más ni nada menos que al grupo de Morena, con el famoso Pañalito.

La ruptura de Alma Arredondo ya se veía venir, porque en las reuniones previas de la fracción se manifestó en contra de las propuestas de sus compañeros de partido. Incluso, después de la reunión que todos ellos tuvieron con el alcalde Cruz Pérez Cuéllar, para cabildear la autorización del presupuesto.

La gota que derramó el vaso fue que el lunes pasado, en la sesión previa de Cabildo, la fracción panista se opuso a la aprobación del presupuesto, por no tener el documento completo, menos Alma que votó a favor.

Desde que recibió su constancia como regidora, Alma se mostró muy cercana y afín a los regidores morenistas, con quienes participaba activamente, mejor que con los ediles azules.

Como en esta vida todo tiene un interés, y Alma no es la excepción, ayer trascendió que la regidora comprometió su voto con los morenos a cambio de una plaza de coordinador de Atención al Adulto Mayor en el DIF, que le consiguió a su compota Darío Cárdenas.

Este individuo, que ganará un sueldo de 40 mil pesos mensuales en su cargo, fue subsecretario de Desarrollo Social en el gobierno de Javier Corral, muy amigo de Alma y de la exvicegobernadora Lety Corral. Ahí está el meollo del asunto.

Ayer, cuando finalmente doña Alma mostró su corazoncito moreno y oficialmente se separó del grupo edilicio, puso en evidencia el pobre oficio político del coordinador de la fracción y todavía presidente del Comité Municipal del PAN, Joob Quintín, quien, a tres meses de iniciado el gobierno ya perdió una regidora.

Ahora solo le queda al curiosito regidor Quintín, el consuelo de sacarle la tarjeta roja y expulsarla del partido, lo que es muy seguro que ocurra en los próximos días, como regalo de Navidad, o comenzando el año, como obsequio de Reyes.

Con su salida, quedan en la fracción panista Joob Quintín Flores, Austria Galindo Rodríguez, Enrique Torres Valadez y Amparo Beltrán Ceballos.

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En la sesión de Cabildo del ayuntamiento de Chihuahua también hubo broncas, pero allá con los regidores de Morena, que cuestionaron el presupuesto de 67 millones de pesos destinado por el Gobierno Municipal para Comunicación Social.

La discusión entre morenos y azules se dio en el marco de la solicitud de ampliación de presupuesto de egresos para el próximo año.

El regidor del PAN, Francisco Turati, consideró que el argumento de los morenistas no tiene sustento, porque el Gobierno Federal contempla en el renglón de difusión un presupuesto de miles de millones de pesos, por lo que resulta incongruente su oposición.

Cuando el asunto subió de tono, los regidores de Morena tronaron y abandonaron la sesión, mascullando diablos y centellas.

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Aunque usted no lo crea, frente a la nueva ola de contagios de Covid-19 registrada en la ciudad y que mantiene los focos rojos en todo el mundo, por la contagiosa variante ómicron, es el Cereso de Juárez uno de los sitios más controlados en el tema de la pandemia, esto por las estrictas medidas sanitarias que se han implementado.

Hasta ayer, el penal tenía un registro de 5 internos contagiados, que no requirieron hospitalización, pero se mantienen en la zona de aislamiento acondicionada para este fin en el reclusorio.

Dentro de las medidas adoptadas por la dirección del Cereso 3, destaca el hecho de que a todas las visitas se les está pidiendo el certificado de vacunación. Quien no lo muestre no entra. Así de sencillo.

Las medidas aplicadas a reclusos, personal y familiares, son las recomendadas por la Secretaría de Salud, que ha vigilado muy de cerca la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

En junio del 2020, el Cereso local registró 63 casos de Covid-19 y tres defunciones, lo que obligó a la suspensión total de visitas hasta el mes de agosto, cuando la situación fue controlada.

En estas fechas, los internos y el personal también fueron vacunados contra la influenza, lo que da más tranquilidad a sus parientes. A ver si esto lo toman como ejemplo todos aquellos que están relajando las medidas preventivas, pese a los peligrosos incrementos que está registrando la pandemia navideña en todas partes.